relativamente considerada. La geografía de Balbí, dice, que se pueden dividir todos sus habitantes en dos ramas distintas: la rama germánica, á la cual pertenecen los belgas ó neerlandeses, que hablan el flamenco, dialecto de la lengua neerlandesa, y el pequeñísimo numero de alemanes que hablan el alemán; y la rama greco—latina, á la cual pertenecen todos los walones ó belgas que hablan el galo—flamenco y el walon, dos dialectos de la lengua francesa.
Pero el gobierno de Bélgica hace ya algún tiempo que adoptó por lengua oficial del pais la francesa, y ésta es la de su literatura, enseñanza pública y buena sociedad, lo cual, si es una gloria para los franceses, no dejan éstos de pagarla bien cara en cierto sentido. Sabido es que los belgas reimprimen cuanta obra notable se publica en París, dejando con esto burladas las esperanzas de los libreros de esta ciudad, puesto que es mas barata en Bruselas la mano de obra, y mas en la imprenta que tanto han perfeccionado, y no teniendo por otra parte que satisfacer ningún derecho de propiedad, las ediciones francesas no pueden competir de modo alguno en precio con las belgas, de las cuales se hace un estraordinario consumo en la misma Francia. Este sistema cómodo de especulación lo han llevado los belgas á tan alto grado, que muchas veces hasta se publican las obras en Bruselas antes que en París. La cosa es sencilla. Se pone de acuerdo un impresor belga, con un cajista francés, y éste le remite las pruebas de la obra en cuestión, con lo cual ha sucedido venderse en París, cuando en esta ciudad estalla á la sazón imprimiéndose. Entre otras obras notables, recordamos que con la Historia del Consulado y del Imperio de Mr. Thiers, sucedió lo que hemos contado. Los franceses no han podido menos de tomar en serio un asunto tan grave, y se ocupan hace tiempo en un convenio literario y de propiedad con la Bélgica, que es cabalmente el mismo que nosotros debiéramos realizar con la América española, puesto que en el Perú, Méjico, Venezuela, etc., nos tratan como estrangeros, y reimprimense nuestras obras, quedando ya consideradas como traducciones.
Hemos mencionado el Escalda, rio notable de la Bélgica, y vamos antes de concluir este artículo, á dar sobre él algunos detalles históricos curiosos. Este rio, llamado por César Scaldis, y por Tolomeo Tabuda, es uno de los mas importantes de la Bélgica. Su curso no fué bien conocido de los romanos, porque los dos autores que acabamos de citar dicen que desembocaba en el Meusa: ad flumen Scaldim influit in Mosam. Plinio salvó este error, y diciendo que desembocaba en el Mediterráneo. Según este geógrafo, el Scalda era una frontera común entre la Bélgica gala y aquella en que los germanos se establecieron. Este rio tiene su nacimiento en Beaurevoir, en el departamento del Aisne, y baña á Cambray, Bonchain (dos ciudades que defienden la margen derecha) Denain, Valenciennes, Faniais y Condé. Entra en seguida en Bélgica, á la izquierda de Peruwelz y riega á Tournais, Oudenarde, Gante, Deudermonda y Amberes, donde tiene 500 metros de anchura; los Fuertes del Norte, San Felipe, la Cruz y Liko. Penetra en Holanda y se divide en dos ramas grandes que forman el Archipiélago Zelandés. El Scalda Oriental pasa por delante de Berg—op—Zoorn, corre entre las islas del Sur—Beveland y de Choten, y cae en el mar por debajo de Zeriksée en la isla de Schonvren, teniendo
Pero el gobierno de Bélgica hace ya algún tiempo que adoptó por lengua oficial del pais la francesa, y ésta es la de su literatura, enseñanza pública y buena sociedad, lo cual, si es una gloria para los franceses, no dejan éstos de pagarla bien cara en cierto sentido. Sabido es que los belgas reimprimen cuanta obra notable se publica en París, dejando con esto burladas las esperanzas de los libreros de esta ciudad, puesto que es mas barata en Bruselas la mano de obra, y mas en la imprenta que tanto han perfeccionado, y no teniendo por otra parte que satisfacer ningún derecho de propiedad, las ediciones francesas no pueden competir de modo alguno en precio con las belgas, de las cuales se hace un estraordinario consumo en la misma Francia. Este sistema cómodo de especulación lo han llevado los belgas á tan alto grado, que muchas veces hasta se publican las obras en Bruselas antes que en París. La cosa es sencilla. Se pone de acuerdo un impresor belga, con un cajista francés, y éste le remite las pruebas de la obra en cuestión, con lo cual ha sucedido venderse en París, cuando en esta ciudad estalla á la sazón imprimiéndose. Entre otras obras notables, recordamos que con la Historia del Consulado y del Imperio de Mr. Thiers, sucedió lo que hemos contado. Los franceses no han podido menos de tomar en serio un asunto tan grave, y se ocupan hace tiempo en un convenio literario y de propiedad con la Bélgica, que es cabalmente el mismo que nosotros debiéramos realizar con la América española, puesto que en el Perú, Méjico, Venezuela, etc., nos tratan como estrangeros, y reimprimense nuestras obras, quedando ya consideradas como traducciones.
Hemos mencionado el Escalda, rio notable de la Bélgica, y vamos antes de concluir este artículo, á dar sobre él algunos detalles históricos curiosos. Este rio, llamado por César Scaldis, y por Tolomeo Tabuda, es uno de los mas importantes de la Bélgica. Su curso no fué bien conocido de los romanos, porque los dos autores que acabamos de citar dicen que desembocaba en el Meusa: ad flumen Scaldim influit in Mosam. Plinio salvó este error, y diciendo que desembocaba en el Mediterráneo. Según este geógrafo, el Scalda era una frontera común entre la Bélgica gala y aquella en que los germanos se establecieron. Este rio tiene su nacimiento en Beaurevoir, en el departamento del Aisne, y baña á Cambray, Bonchain (dos ciudades que defienden la margen derecha) Denain, Valenciennes, Faniais y Condé. Entra en seguida en Bélgica, á la izquierda de Peruwelz y riega á Tournais, Oudenarde, Gante, Deudermonda y Amberes, donde tiene 500 metros de anchura; los Fuertes del Norte, San Felipe, la Cruz y Liko. Penetra en Holanda y se divide en dos ramas grandes que forman el Archipiélago Zelandés. El Scalda Oriental pasa por delante de Berg—op—Zoorn, corre entre las islas del Sur—Beveland y de Choten, y cae en el mar por debajo de Zeriksée en la isla de Schonvren, teniendo
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