miércoles, julio 30, 2008

Viage ilustrado (Pág. 270)

facilitando también su comercio el Loira y sus canales. Pero su verdadera gloria fué el memorable sitio que sostuvo contra los ingleses, del que la libró Juana de Arco. Chartres, capital del Eure―et―Loir, tiene de interesante su magnífica catedral, admirada especialmente por sus campanarios y esculturas. También se observan aqui muchas casas antiguas de madera, que ofrecen los mas curiosos detalles. El territorio que rodea á Chartres es el antiguo Beauce, tan nombrado por su fertilidad.
Ahora vamos á entrar en una de las partes mas ricas de Francia, la que se llamaba Normandia, y está dividida en cinco departamentos: el Sena Inferior, el Calvados, la Mancha, el Orne y el Eure. En este pais no hay viñas; pero la naturaleza le ha prodigado otro beneficio, que es gran abundancia de manzanas y peras, de las que hacen sidra. Los buenos cantones producen también mucho trigo y otros granos. También aqui se encuentran los mejores pastos de Francia, en los que se crian esos caballos normandos tan fuertes y tan buscados por los labradores, y magníficos bueyes que surten los mercados de Sceaux y de Poissy. Las costas de Normandia, que tienen 230 kilómetros de estension, ofrecen por todas partes un cuadro animado de industria y actividad, y los habitantes saben sacar grandes ventajas tanto de la mar como de la tierra.
Los normandos son, en general, laboriosos, activos, y no se desaniman fácilmente; son también de constitución robusta y de mucha inteligencia. Se les tiene por amigos de pleitos y de embrollos, lo que prueba que tienen mucho apego á lo que poseen y no quieren ceder ninguno de sus derechos; pero la verdad es que son muy interesados, y casi siempre obtienen buen éxito en las operaciones comerciales que emprenden. Los hombres que hoy habitan esta comarca no se parecen, sin embargo, á sus ascendientes.
Entre los normandos se deben distinguir los lauchois, que es una magnífica raza de hombres; las mugeres especialmente, por la viveza de su color, su talle robusto y elegante y la regularidad de sus facciones, podrían rivalizar con las mas bellas del Oriente. Su tocado, sin añadir gracia á su rostro, les da cierta especie de nobleza. Este tocado es muy alto, y sobre el cabello, cerca del rostro, ponen un galón de plata que hace muy buen efecto. Los lauchoises van bien vestidos y aseados, y no falta á su belleza mas que un poco de gracia para temperar su gravedad que les hace fríos.
La Normandia contiene muchas ciudades importantes. Rouen, capital del Sena Inferior, es la primera que se presenta, y su población es de 96,000 habitantes. La marea que sube por el Sena da á esta plaza todas las ventajas de una ciudad marítima. Los barcos mercantes van hasta sus muros á llevar las producciones mas lejanas y á tomar las de su industria, dando esta facilidad una gran estension á su comercio. Otra ventaja inapreciable es que se halla cerca de París, sirviendo el Sena de lazo entre estas dos ciudades, y solo este conducto enriqueceria su comercio. Por el otro lado tiene al Havre, en la embocadura del Sena, en cuyos armamentos toma parte por lo regular. Una ciudad tan ventajosamente colocada puede emprender las mas grandes especulaciones en todos géneros; asi es que hoy un camino de hierro reúne á París, Rouen y el Havre.
El Havre, en la embocadura del Sena, tiene un puerto escelente con muy buena entrada. Su buena posición con respecto al comercio llama alli buques de todas partes.
Caen, capital del Calvados, situada en la confluencia del Orne y del Odón, es la segunda capital de la antigua Normandia, y no tiene ni la mitad de la magnitud, ni las circunstancias favorables de Rouen.
La ciudad de Alenzon es muy pequeña, y no cuenta mas que 12,000 habitantes. En esta ciudad se fabrican muchos encages conocidos con el nombre de punto de Alenzon. Sus cercanías están llenas de herrerías, contándose lo menos veinte y cinco. También hay un gran número de canteras de piedra muy buena para la construcción. En estas canteras se encuentran dos clases de diamantes falsos, unos de color negruzco, y otros blancos; el primero es mas estimado y mucho mas raro que el otro, pero el blanco es tan brillante, que bien montado imita las piedras finas.
Cherburgo es importante por su puerto, que después de los grandes trabajos que en él se han hecho, puede recibir numerosos buques de guerra, siendo éste el único puerto en la Mancha que tiene esta ventaja.
La Bretaña se ha dividido en cinco departamentos, el de Ille―et―Vilaine, Cotes―du―Nord, Finisterre, Morbihan y Loira Inferior. Este pais, cubierto casi todo de árboles, produce poco trigo, y en muchas partes, el alforfón ó trigo morisco que se cultiva, es el recurso de los indigentes, del que hacen un pan muy negro y desagradable; pero lo que generalmente comen los aldeanos, es una especie de galleta que les gusta mucho, siendo esta el principal alimento de una parte de los habitantes de la Bretaña y de la baja Normandia. En algunos cantones, los castañares son un recurso grande de subsistencia, y el pueblo se alimenta de castañas durante cinco ó seis meses. Los numerosos ganados que se crian en sus escelentes pastos, producen una gran cantidad de manteca que se vende en el pais á un precio módico.
El aspecto de la Bretaña es sombrío y severo; hay muchas landas de una inmensa estension, áridas y desnudas como el desierto. Los campos, como en Flandes, están rodeados de fosos y cercados, y algunas alquerías aisladas animan un poco aquellas tristes campiñas. Las aldeas no tienen la mejor apariencia; lo que proviene menos de la pobreza de los habitantes, que de su poco gusto. Las ciudades mas notables son: Rennes, Nantes y Brest.
Rennes, capita de Ille―et―Vilaine, situada junto á este último rio que la divide en dos partes, es una ciudad grande, pero poco comercial. Las producciones de su territorio, que son el objeto de su comercio, son granos, maderas de construcción, plomo, cera, lino, cáñamo, ganados y manteca muy estimada. La fabricación de hilo es uno de los ramos mas fuertes de su comercio.
Nantes, capital del Loira Inferior, es una ciudad mucho mas hermosa que Rennes y una de las plazas mas importantes de Francia. Cuenta cuatro arrabales tan populosos como la ciudad; el de la Josse, que es el mas rico y estenso, está habitado por los comerciantes mas ricos. Sus muelles disfrutan de una hermosa vista que les da el Loira, lleno de buques de todas clases, la vasta y risueña campiña en anfiteatro, islas encantadoras y muchos paseos admirables por su

lunes, julio 28, 2008

Viage ilustrado (Pág. 269)


Ruinas de la casa de Juana de Arco
Bale la reúne á la Suiza, y el puente de Kehl á la Confederación germánica. Entre los numerosos edificios que la adornan se distingue la catedral, cuyo campanario es una obra maestra de la arquitectura gótica, y uno de los monumentos mejores de este género que hay en el mundo. La torre, en la que se trabajó ciento sesenta y dos años, y que fué terminada en el siglo XV, es una pirámide de 150 metros de altura, y se considera la mas alta de Europa: toda la aguja ó chapitel está calado con una admirable delicadeza.
En la región del Sudeste de la Francia se estienden los departamentos del Yonne, de la costa de Oro y de Saone―et―Loire, que pertenecían á la antigua Borgoña. El Yonne tiene por capital á Auxerre, antigua ciudad tomada por César 52 años antes de Jesucristo, por los sarracenos en 732, por los normandos en 887, por los ingleses en 1559, y en fin, por los calvinistas que la asolaron en 1567. Sens llama la atención por su catedral, donde se guardan las reliquias de Santo Tomás Becket y el famoso Oficio de los locos, manuscrito infolio de la edad media. «En la fiesta de los locos, dice Mr. Hust, los diáconos y los niños de coro creaban un obispo y un papa; éste, seguido de los asistentes, disfrazados de reyes, duques, etc., y otros de mugercs y animales, conducia un asno cubierto con una capa de oro, en honor del cual se cantaba una especie de himno, concluyendo esta burlesca ceremonia con una orgía en la misma iglesia.» Dijon, residencia de los antiguos duques de Borgoña, y capital hoy día del departamento de la Costa de Oro, está situada en una fértil llanura regada por el Ouche y el Suzon. Es una gran ciudad adornada de hermosos templos y espaciosas plazas, y patria de Bossuet, Crevillon el trágico, Pirou, Daubeuton y Guyton de Morveau. Macón, capital de Saone―et―Loire, se remonta á la mas alta antigüedad y posee ruinas bellísimas, entre otras un templo de Jano, un arco de triunfo y un puente, echado, según dicen, por César en el Saona. Los vinos de Borgoña no son menos conocidos que los de Champaña; Vosne, Clos―Vougeot, Volnay, Chambertin, Corto, Pomard, Beaune y otros muchos son otras tantas celebridades.
Penetrando en el centro de la Francia encontraremos junto á Borgoña el antiguo Nivernés, hoy departamento de la Nievre, rica por sus fraguas y sus minas de hierro. Los productos de la fundición real de Nevers, la única ciudad que se puede visitar en este departamento, ascienden á 550,000 kilogramos anuales.
El Indre y el Cher, cuyas capitales respectivas son Chateauroux y Bourges, representan las provincias de Berri, fértil en cereales, pastos, maderas, y especialmente abundante en lanas que surten las mejores fábricas. Un anfiteatro cerca de Lebroux y un monumento druídico no lejos de Vatan forman todas las curiosidades del Indre; pero Bourges posee una de las mas hermosas catedrales de Francia, y una casa Ayuntamiento, que fué la morada de Cœur, el famoso despensero de Carlos VII. Este monarca, antes de reconquistar sus estados del poder de los ingleses, hizo una larga residencia en esta ciudad, y los ingleses le llamaban por irrisión el rey de Bourges.
Atravesando el Loira se entra en el Orleanés, que ha dado tres departamentos, el Loiret, el Eure―et―Loir y el Loir―et―Cher. Blois, capital de este último, cuenta entre sus mejores edificios el castillo donde nació Luis XII, donde residieron Francisco I, Carlos IX y Enrique III, y donde fueron asesinados los Guisas. En esta ciudad se celebraron estados generales en 1572 y 1588. No lejos de esta ciudad está Chambord, que compró la Francia en 1820 para ofrecerla en heredamiento al duque de Burdeos.
Orleans, capital del Loiret, es hoy el punto de reunión de los caminos de hierro de Tours, de Nantes y del centro, y se encuentra á tres horas de París,

sábado, julio 26, 2008

Viage ilustrado (Pág. 268)

Vista de la catedral de Reims

ble mas que sus relaciones comerciales; pero Strasburgo tiene otros títulos para llamarla atención del observador. Por su situación y sus fortificaciones Strasburgo es una de las ciudades mas importantes de Francia. Construida á orillas del Ill, á 8 kilómetros del Rhin, y colocada entre Francia, Suiza y Alemania, viene á ser el dcpósito natural de las mercancías de cambio de estos tres países. El camino de hierro de

jueves, julio 24, 2008

Viage ilustrado (Pág. 267)

lo de las primeras plazas comerciales, es muy recomendable, á lo menos, por lo que toca á la industria, tiene cerca de sus murallas, en Anzin, abundantes minas de carbón de piedra, que dan ocupación á 16,000 obreros. La hornaguera y la turba sirven de combustible á los habitantes de Flandes, de los Paises Bajos y del Artois, con lo que reemplazan la leña, que es allí muy rara. Los objetos que se fabrican en Valenciennes, son: lienzos, artículos de lana, y especialmente ricos encages, que llevan el nombre de esta ciudad.
Maubeuge, sobre el Sambre, es principalmente nombrado por sus fábricas de armas. También se encuentran en sus cercanías minas de carbón, y canteras de mármol y pizarra.
Cambray es una ciudad bastante grande y bien defendida por una hermosa ciudadela y un fuerte. Su comercio y sus fábricas son los mismos que los de las ciudades vecinas, y lo que la distingue son sus lavaderos y una fábrica de tapices. Esta ciudad tuvo la dicha de tener por largo tiempo al ilustrado y virtuoso Fenelon á la cabeza de su arzobispado, que después de suprimido, ha sido vuelto á restablecer en 1841.
Todo este pais, á pesar de haber sido tantas veces teatro de la guerra, es uno de los mas ricos y hermosos de la Francia, y debe su riqueza á su fértil territorio, á sus rios, á sus canales, á sus ciudades, á su posición, y á la industria de sus habitantes.
La división del territorio francés en departamento, ha hecho ya olvidar en parte los nombres de las antiguas provincias; pero hay dos, la Champaña, y la Borgoña, á quienes la escelencia de sus vinos, les asegura la celebridad. Los vinos de Mareuil, de Aï, de Bouzy y de Cumieres, son conocidos en todo el mundo, y su esportacion ha sido siempre para la Champaña un manantial de riquezas, tanto mas precioso, cuanto que no se puede agotar. La Champaña compone los cuatro departamentos de las Ardennas, Marne, Aube y Alto Marne, y parte de los de Yonne y Aisne.
Troyes, capital en otro tiempo de la Champaña, es hoy la cabeza de partido de Aube. Su catedral y sus manufacturas de algodón le han dado bastante importancia. Esta ciudad fué la patria de Urbano IV, y en su jurisdicción estaba la famosa abadía de Citeaux, y la inmensa cuba llamada de San Bernardo, que podia contener ochocientas toneladas. En el alto Marne, cuya capital es Chaumont, no citaremos mas que á Langres, ciudad episcopal de antiguo esplendor, conocida hoy solamente por su cuchillería y sus muebles; su catedral es un bello monumento de la edad media. Laon, capital del Aisne, posee una rica colección de cartas y autógrafas.
San Quintín es conocido solamente por su canal y sus manufacturas, y por el célebre y completo triunfo, que en tiempo de Felipe II alcanzaron las armas españolas en la batalla que dieron á los franceses, la cual lleva este nombre. Su ayuntamiento es citado como uno de los mas bellos edificios del género gótico. En Chalons, capital del Marne, deben visitarse la catedral y el Jars, ó jardín público, plantado a orillas del Marne; pero esta ciudad es mas conocida por su escuela de artes y oficios, donde 450 alumnos son mantenidos y enseñados á espensas del Estado. No lejos de aquí, se ven los restos de una calzada romana, y las huellas del recinto donde acampó el ejército de Atila. En estos alrededores fué donde en 451, vio el rey de los hunnos abatida su fortuna por el valor de los francos y de los romano―gaulas al mando de Meroveo y de Actius.
Reims, situada en una pequeña llanura que fertiliza el rio Vesle, está rodeada de colinas que producen un vino delicioso. Esta es una de las mas antiguas y célebres ciudades de Francia. Entre los monumentos que atestiguan su antigüedad, se ven muchos arcos de triunfo, obra de los romanos. La catedral, construida en el siglo XII, es uno de los monumentos de arquitectura mas perfectos de Francia. En esta basílica es donde se celebraba la consagración de los reyes de Francia.
El departamento de las Ardennas tiene dos ciudades importantes; la una, Mezieres, por sus fortificaciones; y la otra, Sedan, por sus paños negros, de los que apenas una tercera parte se consume en Francia, pasando el resto al estrangero; el valor total de la fabricación es de 16.000,000 de francos; también sus cercanías están llenas de fábricas y talleres.
Ya que estamos en el departamento de los Ardennas, llamado asi por la selva de este nombre, diremos algunas palabras acerca de una especie de fenómeno muy poco conocido que aquí se encuentra: es un lago situado sobre una montaña á 18 kilómetros de Mezieres; este lago no recibe ningún rio ni arrovo que pueda alimentarlo, y jamás se derrama; sin embargo, conserva constantemente la misma altura, y las aguas están siempre limpias y frescas. Se ha intentado conocer su profundidad; pero una sonda de sesenta brazas no ha llegado á fondo. Por esta esperiencia solo se ha visto que el interior va en disminucion en forma de embudo. Es probable que sea el cráter de algún volcan apagado hace muchos siglos.
Otros cuatro departamentos, el Mosella, el Meuse, la Meurthe y los Vosges comprenden toda la antigua Lorena. Este es un pais fértil, bien cultivado y abundante en viñedos y buenos pastos. Las montañas de los Vosges dan escelentes maderas de construcción, y las aguas que riegan los valles dan movimiento á muchas fabricas de papel. Plombieres y Bussang tienen aguas minerales que atraen muchos enfermos; en otros puntos de estos departamentos hay manantiales de agua salada, que son esplotados con gran éxito; en fin, los Vosgues encierran minas de oro, plata y plomo. La capital del Mosella es Metz, ciudad célebre ya en tiempo de los romanos, y que fué la capital de la Austrasia. Declarada ciudad libre por Othon II y ciudad imperial por Cárlos V, fué tomada por los franceses en 1552. La catedral, la admirable vista de su esplanada, desde donde se domina el curso del Mosella, sus fortificaciones y su comercio la dan un gran interés. Bar―le―Duc es la capital del Meuse y Epinal de los Vosges. En este departamento vio la luz primera la célebre Juana de Arco, cuya casa se ve en Domremy, cerca de Neufchateau.
Nancy, metrópoli de la Lorena, es capital de la Meurthe y una de las mas hermosas ciudades de Francia: las calles son anchas y bien alineadas; las plazas públicas grandes y adornadas de fuentes; sus mas bellos monumentos los debe al rey Estanislao de Polonia, que residió en esta ciudad largo tiempo. En un estanque casi seco, que está á la puerta de esta antigua capital, fué donde Carlos el Temerario vio concluir su poder y su vida.
Al Este de los vosgues se estiende la Alsacia, que ha formado los dos departamentos del Alto y Bajo Rhin. Colmar, capital del primero, no tiene de nota―

martes, julio 22, 2008

Viage ilustrado (Pag. 265-266)


Estado del libro en las páginas que faltan

domingo, julio 20, 2008

Viage ilustrado (Pág. 264)

Cuartel de Inválidos

á París, no era hace ciento cincuenta años mas que una pobre aldea, que nada tenia de interesante, y que hasta carecía de aguas. Luis XIV, por razones que no se pueden concebir, escogió este lugar para edificar un soberbio palacio y hacerlo su residencia. Las sumas que fué necesario gastar para embellecer un terreno árido y seco y un sitio sin vida, fueron enormes: cuando se presentó la memoria al rey, la desgarró, para evitar que el país tuviera noticia de ella. Todas las artes han concurrido para embellecer á Versalles, pudiendo admirarse allí todo lo que la arquitectura, la escultura y el dibujo han producido de mas bello. Bosques, parterres, escalinatas, fuentes, cascadas, juegos de aguas de mil formas, un canal 1,600 metros de longitud y 64 de latitud, un magnifico naranjal al que se baja por dos rampas, tales son en conjunto las principales bellezas del parque. La construcción de la ciudad corresponde también á la suntuosidad del palacio y tiene vastas plazas y calles muy anchas; pero aun en tiempo de la monarquía, parecía desierta cuando no estaba allí la corte. Hoy día, apenas cuenta Versalles treinta y cinco mil habitantes, y sin el Museo histórico que adorna y anima el palacio, la ciudad seria muy triste. Todas las avenidas de las cercanías, plantadas de árboles desde hace mas de cien años, tienen un carácter de magestad muy notable.
De Marly, aldea que está á seis quilómetros, fué de donde se llevó el agua necesaria á Versalles. La empresa no era muy fácil, y costó sumo trabajo hacer subir el agua á la cima de una montaña elevada 165 metros sobre el lecho del rio, Sumas enormes fué nece­sario gastar solo para establecer la máquina que se in­ventó para este objeto, y el gasto se valuó en 8.000,000 de francos. Esta máquina era verdaderamente una obra del genio, pero de un volumen considerante y muy cos­toso el hacerla funcionar. Catorce ruedas de unas de 10 metros de diámetro, movidas por el agua del Se­na, hacian trabajar una multitud de manubrios ba­lancines y bombas, dé modo, que cuando el rio se en­contraba á una altura conveniente, la máquina podía dar en veinte y cuatro horas mas de veinte y siete mil barriles de agua, con la que se surtían los palacios de Marly y de Versalles, con sus parques, jardines, canales y fuentes. Esta admirable máquina fué inventada por Rannequín Sualem, nacido en Lieja, y no disfrutó casi del honor de su invención; el ingeniero Deville se apodero de ella, y el hombre de genio fué casi olvidado. Hoy dia, una simple bomba de vapor ha reemplazado todo aquel aparato. Saint-Cloud, otra ciudad á 10 quilómetros de París, ésta situada á orillas del Sena, en la posición mas encantadora. La perspectiva de que goza su palacio es deliciosa; y sus aguas son también muy nombradas: su cascada es una de las mas magníficas de Europa, y se ve alli también un saltador que se eleva á 30 metros de altura. El parque fue plantado por Lenotre.
Uno de los puntos mas risueños y bellos de las cercanías de París es Saint―Germáin―en―Laye. Es una pequeña y bonita ciudad situada á 20 quilómetros de París, sobre una montaña cuya falda baña el Sena. El aire es muy sano, y esta ventaja, unida á su deli―

viernes, julio 18, 2008

Viage liustrado (Pág. 263)

Después de la revolución, es la frivolidad, sin embargo, se ha modificado bastante. Ya no tienen marqueses empolvados, su trage es mas severo, y la política, el comercio y la industria se han apoderado de todas las cabezas; la necesidad de abrirse una carrera á través de la inmensa muchedumbre que la paz aumenta de dia en dia, lleva á los jóvenes á las escuelas de instrucción, como la politécnica, de marina, de estado mayor, consulados, agricultura, derecho y medicina.
La Francia ha trabajado mucho para vencer a su vecina la Inglaterra en las ventajas que esta le lleva en industria. Asi es que hasta el presente, toda la actividad se ha empleado en el comercio interior, siendo el de esportacion casi nulo. Admitiendo con algunos economistas, que la suma total de los productos de la Francia asciende á 9 ó 10.000,000,000 es necesario reconocer que casi todo se emplea en el cambio interior, puesto que la esportacion de sus productos indígenas no alcanza á 600.000,000. Pero cuando, sus fábricas hayan resarcido el tiempo perdido y puedan entrar en concurrencia con los estrangeros, no dudamos que obtendrán ventajas iguales.
Estas reflexiones nos llevan á echar una rápida ojeada sobre el comercio de Francia en la actualidad. Si se considera que la Francia, situada bajo uno de los climas mas templados de Europa, está igualmente al abrigo de los escesivos calores que impiden el trabajo y enervan al hombre, y de los grandes fríos que no dejan prosperar la agricultura, y que goza casi siempre de un hermoso cielo, se convendrá sin esfuerzo en que es uno de los paises mas favorecidos de la naturaleza.
Fácilmente se concibe á qué grado de esplendor podrá llegar con tales recursos, y tambien se puede decir con verdad, que no hay nacion en Europa cuyo comercio sea mas activo y variado. Veamos ahora cuales son las manufacturas y la industria de Francia.
La fábrica de espejos de París, á la que ninguna sobrepuja; la de tapicería, llamada de los Gobelinos, también en París, y la de porcelana de Sévres, que no tienen iguales en el mundo; asi como la de alfombras de la Savonniere, que toda la Europa admira, son las manufacturas de Francia donde la pompa y el lujo nacional se desplegan con mas magnificencia.
Las sederías de Lyon y los objetos de platería de París son igualmente admirados. En ninguna parte hay paños superiores á los de Elbeuf, d'Abbeville, de Louviers y de Sedan, tanto en la buena calidad y finura, como en la permanencia y variedad de los colores. La fabricación de artículos de lana, estendida por todas partes, es inmensa, y da lugar á una esportacion considerable. El total de los obreros empleados en las fábricas de sedas de Lyon, Nimes y Tours, es casi innumerable. Las fábricas de gorros, de lanas y de lienzos de Rouen y de las ciudades comarcanas, los paños del Languedoc para el comercio de Levante, y las medias de seda de esta provincia; los galones de oro, plata y seda y las cintas y gasas de Paris, forman ramos de fabricación y de esportacion tan estensos como productivos.
Los lienzos de Flandre, los de Bretaña, y los conocidos por el nombre de Laval ó Mayenne, los del Leonesado, los encages de Valenciennes, los batistas y linones de la misma ciudad, de San Quintin y otros puntos de la Picardía, la Flandre, el Haynaut y el Artois, forman objetos de comercio no menos importantes.
Las fábricas de armas y de clavazón de Charleville, la quincallería y armas de Saint Etienne, las de cintas de esta ciudad y de Saint―Chamond, la clavazon de Forez y las fábricas de alfileres de l'Aygle y sus cercanías, no son menos preciosas para el comercio.
Las gergas y barraganes de Abbeville, los artículos de lana de Amiens, las estameñas y bujías de Mans, los paños de Reims, las fábricas de papel de Angoumois, de Annonay, de Buges, de Courtalin y de Essonne, la bonita loza de Sceaux, cerca de París, de Toul y otros puntos, la cristalería de Baccarat y Saint―Quirin, la porcelana de París y otras partes, y las soberbias fábricas de indianas, son también otros tantos ramos de industria de un producto considerable. Las esportaciones de la Francia consisten en vinos, vinagre, aguardiente, aceite, sedas, rasos, lienzos, artículos de lana, tapices, encages, bordados de oro y plata, porcelana, juguetes, bisutería, perfumería, droguería, papel, libros, etc. La importación se hace de vidriado, loza, latón, metales, cáñamo, lino, sedas, lanas, caballos y géneros de las Indias Orientales y Occidentales. Antes de la revolución de 1789, su comercio marítimo ascendía á un millón de toneladas y ocupaba cincuenta mil marinos; sus importaciones, se estimaban en 230.000,000 de francos, y sus esportaciones en 300.000,000; de modo, que el balance daba 70.000,000 de diferencia. Después, su comercio y manufacturas, oprimidos durante las guerras de la revolución y del imperio, han vuelto á tomar una estension muy considerable.
Una cosa bastante notable es, que «París contribuye por sí solo con la quinta parte de los productos que se esportan de Francia; y esto se concibe fácilmente, pues lo que mas pide el estrangero son las obras de buen gusto, los artículos de modas, de lujo y de arte, de que París es productor inagotable.
Antes de dejar á París para recorrer los puntos mas notables de la Francia, es necesario visitar rápidamente los alrededores, que en general son dignos de la ciudad que circuyen. No nos detendremos en las cercanías mas inmediatas; la multitud de casas que los parisienses llaman de demi―campagne, porque ni bien están en el campo, ni bien en la ciudad, los numerosos figones, las fortificaciones, que hoy rodean la metrópoli, han destruido todo el encanto. Belle―ville, Ménilmontant, Romainville, Montrouge, Ivry, etc., mas que aldeas, son hoy arrabales. Hacia Sceaux y Saint―Denis, hay todavía bosques y praderas por un lado, y por el otro una isla sobre el Sena, que sirven de agradables paseos al parisiense que no puede disponer mas que de algunas horas. El bosque de Boloña, Auteuil, Vincennes y su bosque, son una continuación digna de los Campos Elíseos. Sin embargo, las cercanías de la gran ciudad, sus diarias usurpaciones, y hasta el olor de sus fábricas y de sus lodazales se hacen sentir en todo el departamento del Sena. Para encontrar el campo verdaderamente, es necesario atravesar la cadena de colinas que rodea el Sena desde los bosques de Verrieres hasta Maisson, y desde Villeneuve―Saint―Georges hasta Montmorency, y es preciso entrar en el departamento del Sena―et―Oise. Aqui la materia es larga y abundante; pero como no se puede describir todo, Versalles, Marly, Saint―Cloud, San Germán y Montmorency serán los únicos puntos de que diremos algunas palabras.
Versalles, á quien dos caminos de hierro unen hoy

miércoles, julio 16, 2008

Viage ilustrado (Pág. 262)

Belle―Chasse, y que llevará el nombre de Santa Clotilde.
¿A dónde iríamos á parar si quisiésemos citar aqui todos los edificios antiguos y modernos que adornan la metrópoli de la Francia, todas las colecciones de objetos tan diversos que están abiertas á la curiosidad pública, todas las enseñanzas gratuitas, las sociedades científicas y literarias, las instituciones propias para fomentar las artes? Londres es bien rica en sociedades científicas, pero tiene que ceder la primacía á París bajo este concepto.
Pero si París es la patria de las artes y del lujo, si ninguna otra ciudad ofrece como ella tantos elementos de placer y de estudio, ninguna también, escepto Roma, posee tantas instituciones y establecimientos destinados á aliviar toda clase de miserias y sufrimientos que afligen á la humanidad. Diez y siete hospitales civiles y militares y trece hospicios, administrados con una verdadera filantropía y confiados á los cuidados de los médicos mas hábiles, permanecen siempre abiertos á los enfermos y heridos. L'hotel―Dieu, que puede contener tres mil enfermos, la Caridad, Beaujon y San Luis, son los mas importantes de los hospitales civiles. El hotel de los Inválidos, que Luis XIV hizo edificar para los militares inutilizados ó envejecidos en el servicio, es á la vez un pensamiento sublime y un monumento admirable. El Val―de―Grace merece igualmente la atención. Entre los hospicios; los Incurables, la Salpetriere, los Trescientos, la Piedad, y la casa de refugio y de trabajo para la estincion de la mendicidad, ofrecen á cualquiera clase de infortunio un asilo y los cuidados mas caritativos.
Esto es por el lado desgraciado de la humanidad; pero en cuanto al hombre dichoso y rico, ¿qué punto puede habitar mejor que París? Todo se lleva alli, ó todo se produce, y el comercio y las artes se adelantan á todos los caprichos. Y lo que es mas notable aun, lo que demuestra el signo verdaderamente característico de una sociedad ilustrada y amiga de sí misma, es que el hombre que posee una modesta fortuna, puede disfrutar en un solo dia, en esta opulenta ciudad, los placeres que jamás llegan á reunir en sus capitales muchos monarcas colmados de bienes de fortuna.
En el número y variedad de los teatros, París no tiene rival en el mundo, contándose diez y ocho principales. Todos los dias, las obras maestras de Corneille, Racine, Moliere y sus sucesores, se representan en el Teatro Francés y en el Odeon; la música escénica y el baile forman la materia del privilegio esplotado, en grados diferentes, por la Grande ópera, los Italianos y la Opera cómica; las comedias y vaudevilles tienen por teatros el Gimnasio, el Palais―Royal, Variedades y el Vaudeville; al drama pertenecen el Ambigú, el Teatro Histórico, el de la Puerta de San Martin y la Gaité, y el Circo tiene los ejercicios gimnásticos, el drama militar y los espectáculos de animales.
La música y la pintura no han cesado jamás de tener en Francia nobles representantes. A Boucher, Vanloo, y Walteau, sucesores de Poussin, Jouvenet, Lessneur y Lebrun, han sucedido á su vez David, Güerin, Gerard, Regnault, Gros y Girodet; después, Vernet, Ingres, Delaroche, Delacroiz y otros muchos, muestran cada año en la esposicion, que el noble arte de la pintura no ha decaído. En la música, Grétry, Monsigny, Dalayrac y Mehul han dejado su puesto á Cherubini, Herold, Boïeldieu, Berton, Auber y Adam. Seria muy largo enumerar todos los talentos dignos de llamar la atención, y pocas líneas bastarán para probar que Francia, y especialmente París, es desde cierta época hasta nuestros días la patria de las bellas letras y de las bellas artes.
¿Qué seria si quisiésemos penetrar en él dominio de la ciencia; ciencias naturales, física, química, matemáticas, mecánica, astronomía, etc.? Por todas partes encontraremos hombres, que como los de Lalande, Legendre, Biot, Gay―Lussac, Thénard, Vauquelin, Jussieu, Ampere, Cuvier y Sacy, colocan la Francia á la cabeza de las naciones cultas.
Las glorias militares de Francia desde hace cincuenta años, se reasumen en un nombre, Napoleón, que rodeado de su cortejo de héroes, nos ofrece lo mas grande que ha producido la guerra en genio y fortuna. Por ultimo, en la marina, siempre serán honrados los nombres Tourville, Juan Bart, Duguay―Trouin, Suffren, Brueix, La―Perouse y Bougainville; y los trabajos emprendidos, tanto para la guerra como para las pacíficas conquistas de la ciencia por Dupetit―Thouars, Rigny, Dumont―d'Urville; Freycinet y el príncipe de Joinville, han sostenido dignamente el brillo del pabellón francés.
¿Intentaremos ahora pintar las costumbres de los parisienses? la tarea seria bastante difícil, y seria necesario hacer tantos retratos cuantos son los estados diferentes, las diversas posiciones y las distintas clases que esta ciudad contiene. Solo los pueblos no civilizados aun, son los que pueden retratarse en algunos rasgos. En París, las gentes bien educadas son el modelo de todas las que habitan las demás capitales de Europa. En cuanto al pueblo bajo, á pesar de las diferencias de que hemos hablado, tiene rasgos que en general lo caracterizan. El parisiense es vivo y tiene talento; pero es malicíoso, parlanchín y vocinglero; es débil de cuerpo y orgulloso, disputa frecuentemente, pero se bate pocas veces, y sus riñas son generalmente un ataque de dicterios y equívocos. El hombre del pueblo en París, es animoso, bueno, servicial y caritativo con el que es mas pobre. La muger que pasa con la frente bañada en sudor y encorvada bajo el peso de una banasta, se detiene en un guarda―canton para dar á un desdichado la mitad del dinero que acaba de ganar. Esta es la ocasión de decir algunas palabras de los franceses en general.
César ha pintado los gaulas coma un pueblo valiente, belicoso, vivo y emprendedor; pero ingrato con frecuencia. El los consideraba como los mas ilustrados de entre los bárbaros.
Este retrato puede todavía convenir á los franceses. La historia está llena de sus antiguas hazañas, y la larga y terrible guerra de la revolución, en la cual han tenido por contraria á la Europa entera, no permite disputarles el valor. Los grandes esfuerzos les cuestan menos que á otras naciones, porque son impetuosos, atrevidos y amantes de la gloria. Se les puede acusar de veleidosos y poco consecuentes para llevar á cabo sus empresas; pero también frecuentemente suelen acabarlas en menos tiempo que el que otros pueblos necesitarían para meditarlas. Ningún género de celebridad les es estraña, y saben juntar á estas grandes cualidades las que no son mas que puramente de adorno. Solo en Francia se conoce lo que ellos llaman charla; y en ninguna parte se habla con mas talento, mas finura y facilidad. Su alegría y buen humor son proverbiales; pero son al mismo tiempo frívolos y superficiales.

lunes, julio 14, 2008

Viage ilustrado (Pág. 261)

Museo del Louvre.- Galeria en un dia de estudio

precisamente su belleza lo que llama la atención, sino los edificios que le rodean; estos edificios, uniformes por sus tres lados, están adornados de festones, de bajos relieves y de grandes pilastras estriadas, que tienen un entallamiento en cuyo friso están las ventanas. Una balaustrada, cuyos pedestales sostienen elegantes vasos de trecho en trecho, corona estos edificios en toda su estension. En el piso bajo hay una galería cubierta con ciento ochenta arcos que dan al jardin. El cuarto lado lo ocupa la bella galería de cristales, llamada Galería de Orleáns.
Un grupo de casas poco estenso separa el Palais―Royal del Louvre. La parte de este palacio, llamada el antiguo Louvre, fué comenzada por Francisco I, según los diseños de Pedro Lescot, abad de Clagny, y la escultura fué ejecutada por Juan Goujon. Luis XIII quiso continuar la obra del palacio, bajo el plan adoptado por Francisco I, pero Colbert concibió un proyecto mucho mas grande, é hizo colocar, el 17 de octubre de 1663, la primera piedra del soberbio edificio que se llama el Nuevo Louvre. Colbert había hecho venir de Italia al caballero Bernini, que entonces era reputado por el mas hábil arquitecto de Europa; mas por una reunión de circunstancias, el médico Claudio Perrault fué el que hizo los planos de este monumento, y levantó y produjo esa bella columnata, obra maestra de la arquitectura francesa y admiración de toda Europa.
El Louvre está hoy destinado para diferentes museos, pero especialmente para las galerías de pinturas y esculturas antiguas. En este palacio es donde anualmente tiene lugar la esposicion de las obras de los artistas modernos.
París encerraba, antes de la revolución, ciento sesenta edificios consagrados al culto católico; pero hoy no existen mas que cuarenta y tres. Nuestra Señora, San Germán de los Prados, San German―l'Auxerrois y San Etienne―du―Mont, son los mas notables como monumentos góticos; San Eustaquio es una obra maestra del tiempo del renacimiento; San Sulpicio y San Roch, son grandes y hermosas iglesias; San Sulpicio, especialmente, aislado en una plaza donde hoy se eleva una fuente, ofrece un aspecto grandioso y honra á Servandoni que fué el arquitecto.
San Vicente de Paul y Nuestra Señora de Loreto, iglesias recientemente abiertas al culto, están admirablemente adornadas. La Magdalena es un templo griego, como el palacio de la Bolsa, que también es uno de los mejores edificios de París y cuyo modelo tiene mucha analogía con el de la Magdalena. También es necesario hacer mención de la iglesia nueva que se construye actualmente en la plaza de

sábado, julio 12, 2008

Viage ilustrado (Pág. 260)

Vista del anfiteatro en el Jardin de Plantas


Vista de la casa de fieras en el Jardin de Plantas

miércoles, julio 09, 2008

Viage ilustrado (Pág. 259)

monarquía de los Valois; la de Vendóme, donde se eleva la columna de Austerlitz, construida con el bronce de los cañones enemigos y en cuya cúspide se alza la estatua de Napoleón; la plaza del Carrousel, situada entre las Tullerías y el Louvre; la de las Victorias, adornada con una estatua de Luis XIV; y mas bella aun que todas las demás, la plaza de la Concordia, que rodean por un lado los Campas Elíseos, por los otros dos las Tullerías, el Guarda―muebles y el Hotel de la marina, y que enfrente tiene el puente de la Concordia. Dos hermosas fuentes adornan esta admirable plaza, en cuyo centro se eleva el obelisco de Luqsor, y que ofrece en perspectiva á los espectadores, el palacio de la Cámara de los diputados, el de las Tullerías, la Magdalena y el Arco de Triunfo de la Estrella. La plaza de la Bolsa, la del Panteón y el Campo de Marte son igualmente notables, tanto por su estension, como por los monumentos que encierran. París posee un gran número de edificios hermosos; pero hablaremos primero de las Tullerías, donde residió hasta 1818 el gefe de la nación entonces, Luis Felipe.
Este palacio, cuyo nombre trae su origen de las fábricas de tejas que habia en el sitio mismo que ocupa, fué construido en 1594, por orden de Catalina de Medicis, con los diseños de Filiberto Delorme y de Juan Bullan. Todo el edificio se reducía entonces al estenso pabellón cuadrado de en medio, ó dos cuerpos de habitaciones que tienen cada uno un terraplén por el lado del jardin, y á los dos pabellones que lo terminan, no habiéndose comenzado hasta el año 1600, por orden de Enrique IV y bajo la dirección de Ducerceau, la gran galería que une este palacio al del Louvre. La hermosa y vasta plaza del Carrousel, presenta este edificio con toda su magnificencia; pero cuando se pasa el vestíbulo del palacio, otro espectáculo, quizá mas magnífico, pero sobre todo, mas agradable, llama al instante la atención; el parterre, trazado por Lenotre, se desplega en toda su belleza hasta un soberbio grupo de castaños, que abriéndose por el centro presenta por allí, en la calle que sube de los Campos Eliseos, una admirable perspectiva. En un hermoso dia de verano es cuando es necesario detenerse un momento en lo alto de las gradas del vestíbulo. El parterre, de construcción tan elegante y plantado de toda clase de flores, las calles adornadas de árboles, las fuentes de piedra con sus saltadores, las numerosas estatuas dispersas por los terraplenes, por entre los árboles y los arbustos, el conjunto admirable de todas estas partes, y como último rasgo de este cuadro encantador, los grupos de personas que se pasean, todo escita una admiración en el alma de que no es posible desentenderse. Diseñado y plantado este jardin en tiempo de Luis XIV, ha sido embellecido continuamente hasta el 10 de agosto de 1792 en que fué devastado casi completamente; después de esta época, no solo ha sido reparado, sino que se ha aumentado el número de sus adornos, especialmente las estatuas. En las tardes hermosas se reúne en la calle de Naranjos, todo lo más brillante que tiene París, y del mismo espectáculo se disfruta en los Campos Elíseos, vasto paseo plantado de árboles, donde en una ó dos calles pasea el mundo elegante.
El jardin del Luxemburgo, debe visitarse después del de las Tullerías; el engrandecimiento y belleza que ha recibido en estos últimos tiempos, han hecho de él uno de los mas hermosos paseos de la capital. El palacio que le acompaña, y que ha visto sucesivamente dentro de sí al Senado Conservador y la Cámara de los Pares, es también uno de los mas bellos monumentos. Fué construido por María de Médicis en 1616.
Pero el lugar que debe principalmente fijar la atención de los amigos de las ciencias y de las artes, es el jardin de las Plantas, situado por debajo del arrabal de San Marcelo, á la orilla izquierda del Sena, y donde se hallan reunidas todas las producciones de la tierra. Este jardin fué comenzado por Juan de la Brosse, médico de Luis XIII, que hizo cultivar en él algunas plantas estrangeras; Vallon y Jagon lo aumentaron; pero bajo la dirección de Buffon fué cuando llegó á ser lo que es en el dia. En estos últimos tiempos se le ha engrandecido mucho, y cada año recibe un cambio nuevo y nuevos aumentos que contribuyen á su desarrollo. Independientemente de su utilidad, como simple paseo es el mas agradable de París. Su posición á orillas del Sena es verdaderamente magestuosa, y los diversos edificios destinados á las colecciones de objetos naturales, como el que está al fin del parterre, entre dos calles de árboles, los invernáculos, y las galerías de botánica y mineralogía, son seguramente lo que se puede imaginar de mas completo y bello en su género. A la derecha, dejando el jardin propiamente dicho, se entra en una especie de jardin inglés, compuesto de colinas y de valles. En la mas alta eminencia, que se llama el laberinto, hay un pabellón de bronce de forma redonda y elegonte, donde se descubre á París en toda su estension. En el valle se han construido preciosas barracas de madera para diferentes animales que se pasean en las praderas artificiales.
Si dejamos el jardin de las Plantas y pasamos el Sena por el puente de Auslerlitz, encontraremos á la otra orilla, y en el sitio que ocupaban el jardin del arsenal y la Bastilla, el canal de San Martin rodeado de árboles y la plaza de la Bastilla, donde se eleva hoy la columna de Julio.
Aqui comienza también otro paseo que no tiene rival, el de los Boulevares. Estos boulevares, cuyo punto de partida es la plaza de la Bastilla, ciñen á todo París y van á terminar en la Magdalena. Cuatro hileras de olmos forman tres calles, de las cuales, la de en medio sirve para los que pasean en carruage ó á caballo, y las dos colaterales para la gente de á pie. Este paseo reúne todos los alicientes que puede producir la industria para divertir á los ociosos y recrear á las gentes ocupadas. Espectáculo de toda especie y de todos precios, magníficos hoteles, deliciosas casas, tiendas adornadas con el mas esquisito gusto, brillantes cafés, todo, en fin, ofrece un espectáculo brillante y mágico como un cuento de hadas. Los Boulevares forman la línea del Norte de París; también hay otros que igualmente lo rodean hacia el Mediodía; son quizá un sitio mas bello; pero su situación atrae alli poca gente, y casi siempre está desierto. El que hay en último lugar y que ciñe los arrabales, es mas solitario todavía.
Entre los paseos, es necesario no olvidar el Palais―Royal. Este es el centro del barrio mas brillante y populoso de París. Su fachada da á la calle de San Honoré. Después de atravesar dos calles, se entra en el jardin, que es un paralelógramo de 233 metros de longitud y 100 de latitud. Este jardin está diseñado y plantado de una manera muy agradable, pero no es

lunes, julio 07, 2008

Viage ilustrado (Pág. 258)

Sully se ocupó de embellecer los grandes caminos, é hizo plantar árboles por ambos lados; Colbert; continuó mejorándolos; Desmarest, que le sucedió, formó el primer cuerpo de ingenieros de puentes y calzadas, y Trudaine hizo medir los caminos, poner señales de mil en mil toesas, y fijó como punto de partida el pie de Notre―Dame. Desde 1815 se ha trabajado constantemente en dar solidez a los caminos, en allanar las pendientes, y se han puesto peones camineros de distancia, en distancia, que armados de rastrillos y azadones no cesan de limpiar el lodo y reparar lo que se descompone.
Desde hace medio siglo, y principalmente desde 1815, ha hecho la Francia grandes progresos en agricultura y en industria, lo que ha llevado el bienestar y la comodidad hasta las clases mas bajas, aumentándose la propiedad hasta lo infinito. Por cualquier parte que se vaya, se ven las ciudades y las aldeas tomar cada día un aspecto mas elegante, y en todas partes se construyen nuevas y suntuosas casas. La gente del campo, bien alimentada y bien vestida, por todas partes manifiesta en su esterior la comodidad y el bienestar. En fin, para reasumir, diremos que la Francia puede hoy sin fatiga ni esfuerzo ocupar y alimentar 35,000.000 de habitantes, mantener un ejército de 300,000 hombres, sin contar la marina, y pagar al Estado un presupuesto de 1,500.000,000.
La Francia estaba en otro tiempo dividida en treinta y dos provincias, que cada una presentaba en su terreno un aspecto diferente, asi como eran tambien distintas las costumbres de sus habitantes. Asi es que el Flandre y el Artois son Paises llanos y muy cultivados; la Lorena es montuosa y está cubierta de espesos bosques; la Borgoña con sus colinas verdes y sus viñedos, no se parece en nada á la Champagne, que es llana y uniforme, y su tierra arcillosa en muchas partes; la Bretaña, con sus landas, es pintoresca, pero severa y pobre; la Normanía se muestra por todas partes rica, coqueta y admirable por sus paisajes llenos de verdor; el Limosin con sus castañares tambien presenta muy bellos cuadros; el Franco―Condado, es una Suiza en miniatura; la Auvernia, que reposa tranquila entre los cráteres de antiguos volcanes, contrasta caprichosamente con el Languedoc y la Provenza, cuya vista risueña y aspecto meridional hacen ya presentir á la España y la Italia. La Gascuña y la Solaña son estériles y desnudas; pero en cambio, el Delfinado es montuoso y cortado por hermosos valles, como los Vosges, y verde como la Turena.
Hoy dia, confundidas estas provincias en la unidad de la Francia, han olvidado sus antiguas rivalidades, y el pais entero cojido en una vasta red administrativa, cuyo centro es París, se divide en ochenta y seis departamentos, comprendida la Córcega. Cada uno de estos depártametos tiene su capital y su cabeza de distrito; en cada capital hay un prefecto; en cada cabeza de distrito un subprefecto, y un tribunal civil, y en cada canton, un juzgado de paz. Muchos departamentos están juntamente sujetos a la jurisdiccion de un tribunal de apelación, de una división militar, de un obispo, ó de una academia; pero todas estas subdivisiones judiciales, militares, eclesiásticas y universitarias dan cuenta de sus actos á las administraciones centrales establecidas en París.
No entra en nuestro plan el profundizar el sistema gubernamental de la Francia; asi es que lo pasaremos por alto, y dirigiremos la vista y daremos algunos detalles de los lugares mas dignos de llamar la atención.
París es naturalmente la primera ciudad de que debemos ocuparnos. Cuando César llegó á ella cincuenta y cinco años antes del nacimiento de Jesucristo, la pequeña nación de los parisis, que la ocupaba, la llamaba Luthlonezi, y los romanos la nombraron después Lutecia. Con esta palabra recordaban el verdadero y primitivo nombre, y al mismo tiempo marcaban la posición de la ciudad, situada en los pantanos del Sena. Hasta el tiempo de Clovis, en 508, no llegó á ser París la residencia de los reyes.
La larga permanencia de este príncipe en la ciudad contribuyó mucho á su primer acrecentamiento. Carlo―Magno, que por su genio y sus trabajos coloca á la Francia á la altura de los primeros Estados de Europa, agrandó y embelleció también la capital de su reino. Estos progresos continuaron hasta la época en que los normandos, después de haber devastado muchas provincias, fueron á sitiarla y saquearla. Felipe Augusto la rodeó de murallas, y comprendió en su recinto un gran número de cabañas y aldeas que antes estaban en los alrededores. Tales eran las aldeas de Santa Genoveva, San Germán de los Prados, San Marcelo, el Bourg―l'Abbé, el Beaubourg, el Bourg Thibourt, etc. Estos trabajos duraron veinte años, y este mismo rey hizo empedrar por primera vez las calles de París. Francisco I, que tenia muy buen gusto, se interesó por todo lo que pudiera contribuir al adorno de su capital, é hizo revivir al lado de la arquitectura gótica, la griega y la romana. Luis XIV, Luis XV y Luis XVI dotaron á París de magníficos monumentos, y el Imperio creó muelles, calles, soberbios puentes, y comenzó grandes edificios. En fin, desde 1830, el gobierno y la municipalidad han rivalizado en esfuerzos para ensanchar y alinear las calles, terminar los edificios comenzados, restaurar y adornar las antiguas iglesias, y llevar á cabo la grande obra del reinado de Luis Felipe, las fortificaciones de París y de los fuertes separados que las completan.
La población de París era en 1838 de 1.034,000 almas, sin comprender las tropas, ni los obreros transeuntes. Alli, como en todas las grandes ciudades, la población está mezclada y confundida; todas las fortunas de Francia van á consumirse á París, y todas las miserias á buscar un abrigo, y con frecuencia sucede que un simple tabique separa el estremo lujo de la estrema miseria. Las calles del antiguo París son estrechas é irregulares, y la altura de las casas impide penetrar al sol; pero nada hay mas magnifico que las calles modernas, como las de Castriglione, de Rívoli, de la Paz, etc. Desde hace algunos años, se han abierto ademas, galerías de un lujo deslumbrador, como los pasages Vivienne, Colbert, Veró―Dodat, de los Panoramas, de la Opera, de Saumon, Verdeau, etc.
Paris está dividido en dos partes por el Sena, que forma ademas dos islas; la de San Luis y la Cité, cuna de la antigua Lutecia. Veinte y tres puentes reúnen sus diferentes cuarteles; los mas bellos son, los de Gena, de Luis XVI, de Asterlitz, y el puente Nuevo, en cuyo centro se eleva la estatua ecuestre de Enrique IV, que fué quien edificó este puente; el de las Artes, el de los Santos Padres, el de Luis Felipe, ó de la Reforma y el de Arcole merecen también llamar la atención. Grandes y hermosas plazas adornan la ciudad. La de los Vosges, llamada no hace mucho tiempo Plaza Real, notable por los recuerdos de la

sábado, julio 05, 2008

Viage ilustrado (Pág. 257)

Vista del palacio de las Tullerias

caminos de hierro penetren á pie llano en estos industriosos países. Al Este, el Rhin y el Jura forman el límite entre ella, la Babiera y la Suiza, sin estorbar sus relaciones. Al Sur, los Pirineos le sirven de barrera por el lado de España, y los Alpes por el de Italia; pero el Mediterráneo que la rodea también por esta parte, le abre fácil comunicación con estas dos penínsulas y con el África, donde posee colonias. Por último, al Oeste tiene al Océano, ese gran camino del mundo entero, y el canal de la Mancha, que apenas la separa de Inglaterra De este modo está tocando por todos lados á los pueblos mas civilizados del globo, y ejerce sobre ellos una influencia mas ó menos grande, sin que su vecindad le perjudique en nada.
Las montañas que hacen desigual el terreno en algunas de sus provincias, tales como las de Auvernia, los Vosges y el Vivarés, no tienen tanta elevación que se nieguen al cultivo, y sus llanuras están llenas de accidentes que varian el paisage, y se prestan a todo género de producciones. Asi es, que la Francia puede ofrecer sus vinos á la Europa y á las colonias, reservar vastas praderas para alimentar inmensos ganados, y atender todavía á las necesidades de sus 35.000,000 de habitantes.
Siete mil rios de todas clases riegan la Francia, y numerosos canales ponen en comunicación sus cuatro grandes ríos, parecidos á arterias principales, y llevan del centro á las estremidades todas las riquezas de su suelo y de su comercio.
El primer gran rio, el Sena, en un curso de cerca de 540 kilómetros, recibe otros doce rios navegables, y forma como una gran calle desde París á Rouen y á la Mancha, donde desemboca entre el Havre y Houfleur. El segundo, es decir, el Loira, que baña todo el centro de la Francia, corre 8,000 kilómetros, recibe once grandes rios, y va á arrojarse al Océano por bajo de Nantes; el canal de Charoláis le da comunicación con el Saona; y el de Briare con el Sena. El Garona es el tercer gran rio, que después de un curso de 500 kilómetros, va con el nombre de Gironda á formar el puerto de Burdeos, y sé pierde en el Océano, á quien hace comunicar con el Mediterráneo por medio del gran canal de Languedoc. El cuarto es el Ródano, que después de recibir el Saona en Lyon, entra en el Mediterráneo por tres embocaduras mas arriba de Arlés. El Meusa y el Rhin, sin pertenecer esclusivamente á la Francia, abren, sin embargo, á su comercio vías importantes, que facilitan sus relaciones con Alemania, Holanda y la mar del Norte.
Veinte y ocho caminos generales y noventa y siete departamentales recorren 6,320 miriámetros, sin contar una multitud infinita de caminos vecinales, poniendo en contacto no solo las grandes ciudades entre sí, sino hasta las mas humildes aldeas. En el día, siete grandes líneas de caminos de hierro, terminados ya, ó puestos en ejecución, completan este vasto sistema de comunicación, y aproximan las mas grandes distancias.

jueves, julio 03, 2008

Viage ilustrado (Pág. 256)

Arco de la Estrella

entre los 7° 9' de longitud Occidental y 5º 56' Oriental, y entre los 42° 20' y los 51º 5' de latitud Norte, tiene de admirable que, hallándose perfectamente independiente de los estados que la circuyen tiene, sin embargo, con ellos los mas fáciles puntos de contacto. Al Norte, una línea de plazas fuertes la defiende por este lado de la Bélgica, la Prusia y el ducado de Baden; y sin embargo, nada impide que sus

martes, julio 01, 2008

Viage ilustrado (Pág. 255)

to de 1760, ha sido la que ha dado por mucho tiempo los mejores productos. Esta industria tiene su acento principal en Limoges y Saint―Iriex. La porcelana de lujo se hace en Chantilly, en Isle―Adam y en París.
La industria del papel ha adelantado mucho, principalmente con la invención del llamado continuo que ha reemplazado al que se hacia en tinas, por hojas sueltas y á mano. Maquinas muy ingeniosas cortan con la mayor regularidad y de todas dimensiones el referido papel. Los ensayos para imitar el papel de China no han dado aun los resultados que son de desear, á pesar de haberse utilizado para su fabricación las hojas del banano, los bejucos de América y otras sustancias vegetales. Hoy las doscientas máquinas de papel que existen en Francia consumen 200,000 kilogramos de trapo, y la esportacion de papel llega al valor de 20.000,000. La fabricación de papeles pintados tiene su asiento en París y en Rixheim (Alto Rhin).
La industria de las pieles se halla bastante generalizada en Francia. En 1844 se importaron 28.000,000 de pieles en bruto, y se esportaron 25.000,000 de pieles trabajadas y 8.000,000 de curtidas. La fabricación de guantes de piel, que solo data del reinado de Luis XIV, ocupa á un gran número de personas, calculándose que salen anualmente de las fábricas de Francia 120,000 docenas de guantes.
La zapatería, la sombrerería, la industria de flores artificiales, la de muebles, la de cajas y objetos torneados, la de artes químicos y la de perfumería, se hallan muy adelantadas en Francia, y casi todos los productos son en mas ó en menos objeto de esportacion.
La litografía, que no fué conocida en Francia basta el año de 1814, se halla hoy tan generalizada alli, que no hay ciudad que no posea imprentas litográficas, si bien en París es donde ha hecho este arte los mayores progresos.
El comercio de libros es en el mismo pais muy importante; pues los libros franceses se leen en todas partes del mundo, y lo seria aun mas si no tuviese que sostener la concurrencia de las ediciones belgas, alemanas é italianas. La importación puede calcularse por valor de 4.000,000 de francos.
La industria de los vinos es quizá la mas importante de Francia. Cultívase la vid en setenta y seis departamentos, y ocupa este cultivo cerca de 2.000,000 de hectares. El valor de la esportacion de vinos no baja de 50.000,000 de francos. A pesar de tan grandes productos, se ha adelantado muy poco en esta industria. Cuarenta departamentos producen la sidra en cantidad de 12.000,000 de hectolitros. El aguardiente se fabrica en el Mediodía de la Francia, con especialidad en los departamentos de la Charente, Beziers, Cognac, Gaillac y Andaye, que hacen un comercio considerable de este artículo.
El aceite de oliva es muy escaso en Francia: en cambio el cultivo de granos oleaginosos ha lomado en el Norte un gran desarrollo, siendo Lila y Arras el centro de esta industria. Ademas, la Lorena produce aceite de cáñamo y cañamones; la Dordoña aceite de nueces y la Normandía aceite de nabos. En muchos puntos se ha reemplazado con el almendro el olivo. Él valor del aceite de oliva que anualmente sé importa, asciende á mas de 22.000,000 de francos.
La Francia recibe de sus colonias la mayor parte del azúcar que necesita para su consumo. La fabricación del azúcar de remolacha, inventada en tiempo de Napoleón, á causa de haberse interceptado las relaciones de la Francia con sus colonias, ha disminuido mucho desde el año 1837 en que habia quinientas cuarenta y tres fábricas, por haberse impuesto un derecho á los azúcares indígenas en virtud de reclamaciones de las colonias.
El comercio esterior de Francia es considerable. Ya en 1789, sus importaciones ascendieron á 634.365,000 frs., y las esportaciones á 438.477,000: la revolucion de Santo Domingo y las revoluciones y guerras posteriores, hicieron bajar estas cifras consirablemente; mas en estos últimos años de paz se han multiplicado de un modo admirable.
En cada año, por término medio, las importaciones del comercio general, han ascendido á 1,240.000,000 de francos.; las esportaciones á 1,187,000,000 de francos, total 2,427.000,000 de francos; las importaciones del comercio especial, han sumado 856.000,000 de francos; las esportaciones 848.000,000 de francos: total 1,704.000,000 de francos. El importe de las transacciones comerciales de Francia con los países estrangeros, figura de esta suerte:

Inglaterra y colonias.………………………… 335.000,000 frs

Estados Unidos.……………………………… 315.000,000

Colonias francesas.…………………………… 280.000,000

Italia.………………………………………… 260.000,000

Suiza.………………………………………… 214.000,000

Alemania.……………………………………… 205.000,000

Bélgica.………………………………………… 204.000,000

España y colonias……………………………… 173.000,000

América (Pequeños estados)………………… 130.000,000

Rusia…………………………………………… 78.000,000

Turquía………………………………………… 76.000,000

Holanda y colonias…………………………… 59.000,000

Suecia y Noruega……………………………… 25.000,000

Portugal………………………………………… 7.000,000

Dinamarca y colonias ………………………… 10.000,000

Grecia………………………………………… 5.000,000

Mar de China........................................... 6.000,000

África....................................................... 38.000,000

El comercio por mar figura en un 72 por 100, y el comercio por tierra en 28 por l00. La mitad muy aproximadamente del comercio marítimo, se hace por buques franceses, y la otra mitad por buques estrangeros.
El comercio que hace la Francia con sus colonias es considerable, como se ha podido observar. La principal colonia de esta nación es Argel, que podrá con el tiempo adquirir un gran desarrollo si se administra convenientemente.
El valor total de los productos que se importan en este pais, asciende un año con otro á 64.000,000 de francos, en cuya cantidad figura la Francia por 26.000,000 de francos. También hace un comercio importante con sus colonias de América y la isla de Borbon, que la abastecen de azúcar. Las importaciones y esportaciones de la Martinica y Guadalupe para la Francia, ascienden á 44.000,000 de francos, y las de la isla de Borbon á 34.000,000 de francos.
Ahora consideremos á Francia bajo el punto de vista geográfico, y monumental, etc., etc.
La situación geográfica de Francia, comprendida