martes, enero 24, 2012

Viage ilustrado (Pág. 610)

quiere decir mojón ó término. Por eso se cantaba antiguamente:


Harto era Castilla pequeño rincón
Cuando Amaya era cabeza y Fitero mojón.


En el término de esta villa está efectivamente el lindero de los reinos espresados, y sellama aquel sitio Tres mojones, donde según la tradición, comieron los reyes de Castilla, Aragón y Navarra, sirviéndoles de mesa un tambor, y estando cada uno sentado en su respectivo territorio. El célebre monasterio cisterciense de Santa María de Fitero, tuvo su origen en 1138, en la cima del monte Yelga, no lejos de Alfaro, donde lo construyó un abad francés llamado Durando. Tres años mas adelante, á causa del clima frío de aquel sitio, trasladaron los monges su residencia á la granja que estaba muy cerca de Yelga, donde se les habia concedido la villa desierta de Nienzabas, cuyas ruinas aun permanecen, y por fin en 1142, habiéndoles donado y vendido los vecinos de Fitero algunas tierras, se fijaron aquí definitivamente. Fr. Raymundo, su abad, y uno de sus monges llamado Diego Velazquez, se presentaron en 1158 en Toledo al rey don Sancho de Castilla, por sobrenombre el Deseado, ofreciéndose á defender la villa de Calatrava amenazada á la sazón por los moros, y que hasta entonces perteneciera á los caballeros templarios que ya no se atrevían á sostenerla por mas tiempo. Aceptó el rey la proposición, y donó la referida villa á los dos belicosos monges, que para llevar a cabo su arriesgado pensamiento, formaron una especie de milicia sagrada ú orden de caballería que fué famosa por sus hazañas, y que aun se conserva, aunque muy decaída de su pasada grandeza. La posición de Fitero era causa que mudase frecuentemente de dueños según el suceso de las guerras; pero en 1373 se convinieron Carlos II de Navarra, y Enrique II de Castilla, en remitir sus derechos sobre Fitero al cardenal Guido de Bolonia, el cual adjudicó esta villa al primero. La jurisdicción eclesiástica y civil pertenecía al monasterio cuyo abad, nombraba el ayuntamiento.
Esta población se alza en una hermosa vega atravesada por el Alhama, se compone de quinientas casas, y está rodeada de huertas y olivares. El edificio mas notable es el monasterio, que es bastante estenso, y tiene hermosos claustros y celdas cómodas en que se alojaban cuarenta monges que gozaban de 10,000 duros de rentas. La iglesia parroquial del pueblo, es gótica y grandiosa, fué construida por el célebre don Rodrigo arzobispo de Toledo, el historiador de España, con el objeto de sepultarse en ella, y aunque no se verificó subsiste el sepulcro. El número de habitantes es de 2,190 almas. Muy cerca de Fitero se ven las ruinas de Tudujen, donado al abad Raimundo, y por cuyo señorío disputaron tenazmente los reyes de Castilla y de Navarra. Otros vestigios de antiguas poblaciones hay en estas cercanías. Aquí están los célebres baños minerales de Fitero, que distan tres cuartos de legua de la población, y están situados en el fondo de una cañada formada por tres montes. El edificio es nada mas que regular, se compone de dos cuerpos, y tiene cuartos para baños, fonda, capilla y demás dependencias que constituyen un establecimiento de esta clase.
En el término de la villa de Melida, está el famoso so monasterio cisterciense, denominado de la Oliva, que alza su robusta mole en una vega muy feraz á la ribera del rio Aragón. Las frondosas alamedas, el estenso viñedo, los olivares y ricas mieses que circundan el antiguo edificio, le dan el aspecto de lo que es en realidad en el dia, de una magnífica casa de campo. Ocho labradores con sus familias lo ocupan desde que pasó á ser propiedad particular. Lo primero que llama la atención, es el palacio del abad (que era mitrado, contiguo al monasterio. Uno y otro son grandes y ostentosos, y en ellos encontraban los monges todas las comodidades posibles. La fundación tuyo lugar en 1134, por García el Restaurador. La iglesia primitiva subsiste aun, y es de una sola nave. La nueva sirve de anejo al inmediato pueblo de Carcastillo: es may grande y suntuosa, y fué edificada en los reinados de Sancho el Sabio, Sancho el Fuerte y Teobaldo I, verificándose su solemne dedicación, el 13 de julio de 1198. Entre otras particularidades que encierra, es notable un magnífico relicario, en el que se venera el cuerpo de la virgen Santa Elena, y una primorosa sillería de nogal en el coro. Mide este doscientos veinte y ocho pies de longitud sin contar el presbiterio, y ochenta y ocho de latitud, y le sostienen ciento setenta y ocho columnas y arcos de cincuenta pies. Las paredes tienen de espesor doce y medio, y el crucero ciento treinta de longitud, y treinta y cuatro de latitud. La fachada corresponde al interior por su belleza y adornos. Tanto en la iglesia primitiva, como en la actual, se conservaba con especial veneración la imagen de Nuestra Señora de la Oliva (llamada asi por tener una rama de este árbol en la mano), pero en 1600 fué trasladada á Egea de los Caballeros. Las iglesias y monasterio ocupan un espacio de trescientas varas de longitud, y en este último hay un gran claustro cuadrado, de ciento veinte pies cada frente.
May cerca de la Oliva está Carcastillo, villa de 516 almas, en terreno llano á la orilla del Aragón, y confinando con el reino del mismo nombre. Varios restos de fortificaciones que rodean la villa, muestran fué de alguna importancia en otro tiempo. Caseda es algún tanto considerable, y tiene 600 habitantes, una iglesia parroquial con nombre de Santa María, en la que se ven ocho retablos, mereciendo atención el mayor, ejecutado en 1581, por el renombrado escultor Ancheta, y los dos colaterales pintados en 1600 por Juan de Landa, y varias ermitas. Entre estas debe recordarse la de San Zoilo, á un cuarto de legua de distancia, que servia de punto de reunion á la hermandad fundada en 1204, para la persecución de salteadores, y que debe su origen a Gudesindo, obispo de Pamplona. Alonso el batallador, rey de Aragón y Navarra, concedió en 1129 á Caseda los fueros de Daroca y Soria, y añadió varios privilegios. En 1263, el concejo de esta villa cedió el patronato de su iglesia al rey Teobaldo II. El castillo de Caseda y sus dependencias, fué donada en 1431 por don Juan II á Martin Martinez, y en 1462 por el mismo monarca, á mosen Lopez de Vega. También perdonó á la población ciertas cantidades que adeudaba á la corona, en recompensa á sus leales servicios, la hizo buena villa con voz y voto en Córtes, y la concedió nuevas franquicias. Las armas consisten en un yelmo con dos estrellas á los lados, y encima un castillo con su bandera desplegada. Una curiosa y terrible historia se re-

domingo, enero 22, 2012

Viage ilustrado (Pág. 609)

Trages de Alfaro



desprenderse, hirió mortalmente al pérfido caballero, que en su lecho de muerte, por alcanzar el perdón del cielo, mandó se diese libertad á Blanca y á Ramiro. Sin embargo, aquella aunque sintió todo el placer posible en volver á encontrar libre y fiel á su amante, no consintió jamás en casarse con él por no romper los santos votos que, aunque no formalizados esteriormente, habia ya pronunciado en su corazón. Ramiro trocó su brillante armadura de caballero por el tosco sayal del ermitaño, y fué en peregrinadon á Jerusalen, de donde mas no volvió, habiéndose fijado, según se dijo en Estella, en el hueco de una roca del Carmelo.
Mendigorría es una población célebre en los anales de la última guerra civil, por la batalla que tuvo lugar en sus inmediaciones el 16 de julio de 1835 entre los carlistas al mando de Moreno, y las tropas de la reina capitaneadas por Córdova, quienes obtuvieron la victoria á costa de una pérdida de dos mil hombres, siendo muy próximamente igual la de los contrarios. No lejos de Peralta, famosa por sus vinos, cuya cosecha se calcula en ochenta mil cántaros, está la muy noble y muy leal ciudad de Alfaro, que también visitamos, aunque no pertenece al territorio navarro, sino á la Rioja, y que bien merece por su importancia, y por los sucesos que en ella tuvieron lugar que le dediquemos algunas líneas. Es su situación en la falda de una colina bañada por el rio Alhama, y no lejos del Ebro. Su estension y población fué mucho mas considerable en lo antiguo, contando hoy solamente 4.084 almas, que residen en mil casas, en lo general cómodas, aseadas y bien edificadas, entre las que sobresale la de ayuntamiento construida en estos últimos años, y el palacio del abad. La colegiata de San Miguel es también un suntuoso edificio que data del siglo XVI, y es de arquitectura dórica, tiene dos elegantes torres, cinco naves y un coro de mucho mérito. Está servida por un cabildo compuesto de un abad mitrado, dos dignidades, catorce canónigos, un vicario, cuatro racioneros, un maestro de capilla, músicos y varios dependientes. Hay ademas otra parroquia, varias iglesias ó ermitas, dos conventos de monjas, y hubo tres de frailes. Hay teatro, hospital, y dos buenos paseos, y es cabeza de un partido judicial. Creen algunos que esta ciudad fué la antigua Grachurios. En el año 1073 ya era conocida con su nombre actual de procedencia árabe, y el famaso Cid la tomo en aquel año, y desde ella reto al conde de la Rioja Garci Ordoñez. Esperóle durante siete dias mas: el mal caballero no concurrió. El emperador don Alfonso VII amplió y fortificó á Alfaro en 1126, aumentando su población con muchos cristianos. Los reyes de Castilla, Leon, Aragón y Navarra, se avistaron en Alfaro en 1208, en que arreglaron sus diferencias. Don Sancho IV, el Bravo (de Castilla) reunió Córtes en esta ciudad en 1288, en las que se trataron negocios del mas alto interés. El rey pidió que don Lope de Haro, señor de Vizcaya que se hallaba presente, le devolviese los castillos y lugares que sin razón retenia; mas aquel en vez de obedecer, llamó á sus partidarios y tiro de la espada contra el monarca, acción que imito su yerno el infante don Juan. Uno de los soldados de la guardia de don Sancho, cortó de un tajo la mano del orgulloso Haro, y otro le quitó la vida de un golpe de maza. El infante hirió á varios, mas hubo de sucumbir, y no evitó la suerte de su suegro, sino por la intercesión de la reina doña María de Molina, que logró aplacar á su esposo justamente irritado. Hallándose en esta ciudad en 1360 el maestre de Santiago, recibió un pliego cerrado en que don Pedro el Cruel ordenaba hiciese una revista en la que debia concurrir el frontero de Molina Gutierre Fernandez de Toledo, y que le diese muerte. Verificada la revista marchó el maestre á la posada del frontero, le mandó le entregase el mando de los castillos que gobernaba, y le participó se preparase á morir. Gutierre escribió tranquilamente una carta al bárbaro monarca castellano, en la que le daba escelentes consejos, y protestaba su inocencia. Luego, y sin murmurar inclinó el cuello sobre el tajo, pocos instantes después partia un mensagero en busca del rey, llevándole la carta y la cabeza del frontero. En 1437 se celebraron en esta ciudad los desposorios entre doña Blanca de Navarra, que era reputada como la primera belleza española, y el principe de Asturias, don Enrique, llamado después el Impotente. Este mismo, cuando ya era rey de Castilla, tuvo una entrevista en Alfaro en 1457 con don Juan, que lo era de Navarra, y firmaron un tratado de paz. En 1466, el conde de Fox puso cerco á esta ciudad, pero no pudo tomarla. Sus armas son un castillo y una llave.
Estuvo edifica la villa de Fiteros en otros tiempos en una especie de cortijo que aun lleva el mismo nombre, y que se ve al lado del monasterio, y en el cual se guarecian los habitantes de la comarca, en las continuas guerras de que siempre fué nuestra patria sangriento teatro. De la situación de este lugar en el confin de Castilla, Navarra y Aragón, provino sin duda su nombre de Fitero ó Hitero, puesto que Hito

viernes, enero 20, 2012

Viage ilustrado (Pág. 608)

Vista de Santa María de la Piscina



lla en nombre de Luis X, denominado el Hutin ó el Amotinado, un noble caballero de aquella nación que tenia por nombre Gualtero Marigni, hombre liviano, desleal, cruel é injusto. Apenas llegado se prendó de una ilustre dama de la ciudad, llamada doña Blanca Garcés, mas esta enamorada desde sus primeros años de su primo Ramiro Garcés, denodado paladin, rehusó decididamente los obsequios continuados del gobernador, y éste desde luego buscó medios para deshacerse de su afortunado rival. Con tal objeto lo envió á París con la importante misión de entregar unos pliegos reservados al rey, y Ramiro partió inmediatamente seguido de un solo escudero. Al penetrar ambos viageros en las asperezas de los Pirineos, se vieron rodeados de una veintena de agentes de Gualtero disfrazados de bandidos. Resistiéronse desesperadamente, mas el escudero de Ramiro fué muerto, y éste aprisionado, vendados los ojos y conducido á una fortaleza aislada en la que se le encerró cuidadosamente. Blanca esperaba en vano á su amante que no podía volver, y Gualtero redoblaba, aunque inútilmente, sus galanterías. Los torneos, las trovas y los saraos, se repetían sin cesar en obsequio de la bella navarra, mas ni una sola sonrisa habia endulzado la negra melancolía que oscurecía su bellísimo rostro. Un dia la dijo el desdeñado gobernador. «He aqui nuevas de vuestro fiel caballero que acabo ahora de recibir. No era de estrañar el retraso de su vuelta» Diciendo asi, dejó sobre un taburete un pergamino arrollado del que pendía un sello de plomo en que se veian grabadas unas armas cimadas de un sombrero episcopal, y dejó sola á doña Blanca. Recorrió ésta ávidamente el escrito, mas nada pudo comprender, pues estaba en lengua latina, mas en el instante hizo llamar al capellán de la casa, que lo descifró sin dificultad. Era una certificación en debida forma en que el arzobispo de París espresaba que en la catedral de aquella ciudad habia él mismo desposado á Ramiro Garcés, caballero navarro, con Isolina de Fontenay, joven heredera de una de las primeras casas de Francia. Blanca cayó desmayada al escuchar tan terrible relación, y aunque convencida de la infidelidad de Ramiro, jamás quiso escuchar las importunas exigencias de Marigni, y la tristeza mas profunda se apoderó de su corazón. Resolvióse, por fin, a tomar el velo en el monasterio de San Benito de la misma ciudad de estella, y á pesar de los ruegos y súplicas de sus parientes y amigos, se verificó la ceremonia de su entrada en el claustro con desusada y regia magnificencia. Gualtero de Marigni, aunque parecía resignado, meditaba terribles planes que pronto se vieron realizados. Una noche que la bella novicia rezaba en su celda humedeciendo con lágrimas su devocionario, se sintió de repente cogida entre los robustos brazos de dos enmascarados, que con un lienzo que apretaron a sus labios ahogaron el grito en que iba á prorumpir. Pocos instantes después era conducida en una litera al mismo castillo donde gemia Ramiro, que privado de toda comunicación nada sabia de Blanca desde su salida de Estella. No tardó Gualtero de Marigni en dejarse ver de su prisionera, y decirle que no saldria jamás de aquellos muros, ó que seria su esposa. «Antes morir mil veces, contestó Blanca, menos me espanta la muerte que vuestra odiosa pasión, yo soy la esposa de Dios.» Asi pasó mucho tiempo. Gualtero, aunque residía ordinariamente en Estella, visitaba con frecuencia á su cautiva, mas nada alcanzaba de su corazón de hierro. Tornaba una noche á la ciudad, cuando estalló de improviso la mas furiosa tormenta que le obligó á acogerse al solitario castillo, del mal se habia apartado pocos pasos. No bien atravesara el foso, cuando un rayo que cayó en el torreón que defendía la puerta principal, no solo derribó dos almenas, sino también incendió el edificio. Gualtero al frente de sus hombres de armas hacia los mayores esfuerzos para apagar el fuego, mas este tomaba un incremento espantoso. Una enorme viga abrasada, al

martes, enero 17, 2012

Viage ilustrado (Pág. 607)

nombre de Curnonio. Señaladísimas mercedes obtuvo á de sus reyes. Don Sancho III el de Peñalen, dispensó á sus moradores de tener portazgo por haberse distinguido en la batalla de Mendavia en 1067, Sancho V, el Sabio, concedió á Los Arcos fueros muy ventajosos en 1175, los que fueron confirmados en 1271 por el rey don Enrique el Gordo, que añadió nuevas franquicias y privilegios. En 1463 fué esta población agregada á la corona de Castilla, aunque con marcada repugnancia de todo el reino de Navarra, por sentencia conciliatoria de Luis XI, rey de Francia, nombrado arbitro para terminar varias diferencias entre Enrique IV, que lo era de Castilla, y Juan II de Aragón y Navarra. Volvió Los Arcos á pertenecer á este último reino en 1753. Tiene una parroquia con advocación de Santa María, tres ermitas, (otras dos fueron derruidas en la última guerra), un convento que fué de capuchinos, un hospital, escuela de latinidad, cinco fábricas de aguardiente y una de curtidos. La población es de 2,096 almas. Después de Los Arcos se pasa por Sorlada, Urbiola, Villamayor y Azqueta y luego se encuentra la ciudad de Estella. Alzase esta ciudad en un ameno valle cubierto de árboles de todas clases, viñedos, y circundado de peñascos y colinas que le prestan la mas bella vista, y esta dividida en dos partes por el rio Ega cruzado por dos puentes. La plaza Mayor es muy notable por sus buenos edificios, entre los que sobresale la hermosa iglesia de San Juan, y sus cómodos y magníficos soportales. Después de esta plaza, es la mejor de la ciudad la de Santiago, destinada á la feria de ganados. Las calles son bastantes regulares, bien embaldosadas é iluminadas. Son las mejores la Mayor, la del Comercio y la de Santiago. Los principales edificios de Estella son: la parroquia de San Juan Bautista, fundada por Sancho el Mayor, con muy bella fachada y una altísima torre fabricada atrevidamente sobre un arco; la de San Pedro la Rúa, que data desde el siglo XI y en donde se venera desde mas de seiscientos años la espalda del apóstol San Andrés (l); la espaciosa y bien construida basílica real de Nuestra Señora del Puy, (imagen aparecida en 1082, según los anales de Navarra) situada en una colina al Norte de la ciudad; la ermita de Nuestra Señora de Rocamador, también estramuros, y muy nombrada en los fueros del reino porque «privaban fuese molestado judicialmente por deudas ningun navarro que hubiese emprendido romería para visitarla, como si fuese á Santiago, Roma ó Jerusalen», el convento de San Francisco, donde se halla establecido el ayuntamiento, escuelas, cátedra de latinidad y el liceo y el hospital civil de Nuestra Señora, que es de bastante estension. También es grande y notable la plaza de toros, construida modernamente. El paseo de Los Llanos es muy delicioso y pintoresco. Estella es cabeza de ayuntamiento merindad y partido judicial; tiene seis parroquias (2), siete ermitas, tres conventos de monjas y hubo tres de frailes. La población es de 5,780 almas, y el número de casas de mil ciento. Estella es de origen antiquísimo y se llamó Gebela, como la nombra Ptolomeo, espresando, correspondía al pais de los bardulos. Derívase aquel nombre de la palabra habrea gebal, que quiere decir término ó confín, y que corresponde á la griega telos ó stelos, de donde Stella ó Estella. En 1031 era de pocos habitantes y pertenecía á un caballero llamado Fortuño Lopez. El rey de Aragón y Navarra don Sancho Ramirez aumentó esta el año de 1090, y don Sancho el Sabio la repobló, señaló mayores términos y concedió varios fueros y privilegios en 1187. Sancho el Fuerte la cedió a don Diego Lopez de Haro, señor de Vizcaya, el cual desde aqui hacia correrías contra Castilla. En 1237 reinando Teobaldo I se reunieron en Estella Cortes del reino, que fueron muy nombradas porque tenian por objeto afianzar las leyes fundamentales, y porque no habiéndose podido en ellas poner de acuerdo el rey con los caballeros é infanzones, se resolvió enviar por una y otra parte diputados al papa y conformarse con au decision. El año 1273, el niño infante don Teobaldo que se criaba en el castillo de esta ciudad, se desprendió de los brazos de su nodriza que estaba con él á una ventana, y se hizo pedazos
Los hombres–buenos de Estella se alzaron en 1306 en favor del infante don Luis, hijo de Felipe, rey de Francia; jurando perseguir y dar muerte a cualquier gente, príncipe ó rico–hombre que entrase á talar, robar ó cansar otros daños en Navarra. A la muerte del rey Cárlos I, y con ocasión de la anarquía que este suceso hizo nacer en en el pais (1328), los habitantes de esta ciudad secundados por muchos campesinos, acometieron la judería ó barrio donde moraban los judíos y asesinaron á muchos miles de estos pegando fuego á sus casas. En 1398 y cuando la coronación de Carlos III, protestaron solemnemente los ciudadanos de Estella porque no se les permitiera tocar y poner las manos en el escudo en que fué levantado el rey en la ceremonia de la proclamación, según les correspondía por costumbre antigua. En as turbulencias y disensiones que destrozaron á Navarra con motivo de la guerra entre el rey don Juan II y su hijo don Cárlos, príncipe de Viana, Estella siguió el partido de este último. Enrique IV el Impotente, rey de Castilla, en ejecución de una sentencia compromisal, dada por Luis XI, rey de Francia, puso sitio a esta ciudad en 1463, mas la obstinada defensa que le opuso, le obligó á retirarse. El año 1475 salió de madre el rio Ega y destruyó la mayor parte de la población. Cuando Navarra estaba ya incorporada á Castilla, el cardenal Cisneros mandó demoler el castillo de Estella. Durante la ultima guerra civil permaneció lo mas del tiempo en poder de los carlistas; y aquí, en 1839, tuvo lugar el fusilamiento de los generales García, Guergué, Carmena, Sanz y el intendente Urriz, por disposición del que era entonces su compañero don Rafael Maroto. Las armas de esta ciudad son de las que llaman parlantes, pues consisten en una estrella aludiendo á su nombre. Es patria de fray Diego de San Cristóbal y don Juan Martinez Olano, escritores, y de otras personas notables. En Estella se refiere la leyenda que insertamos á continuación,
Pertenecía Navarra á Francia, y gobernaba á Este–

(1) En el siglo XIII fué traída esta reliquia por un obispo de Patras, que pasando de incógnito en peregrinación à Santiago, murió en un hospital de Estella. Habiéndole sepultado con la reliquia sobre el pecho, fué esta descubierta milagrosamente y enriquecida con multitud de indulgencias por los papas, y luego visitada por muchos reyes y príncipes, entre otros por el célebre emperador Cárlos V.

(2) Una de estas, se titula San Pedro de Lizarra ó Elizarra, que quiere decir iglesia antigua. La de San Miguel fue en otro tiempo fortaleza.

sábado, enero 14, 2012

Viage ilustrado (Pág. 606)

Carlo–Magno, que intentó formar de este pais una provincia de su vasto imperio, aunque no pudo lograrlo. En 778 atravesó la Navarra (1) con un poderoso ejército cuando se dirigía á Zaragoza, ciudad que le había prometido entregar el wali, ó gobernador moro Soleiman, mas faltando éste á su palabra, hubo de volverse el emperador franco, haciendo á su paso desmantelar las fortalezas de los navarros, sin duda en castigo de la defección y aborrecimiento que le mostraban. Entonces fué cuando en Roncesvalles vio destrozada su hueste por los bravos montañeses del pais, y perdió sus mas celebrados paladines en la famosa batalla cuya memoria permanece tan viva en nuestra patria. En 780 Abd–el–Rahman se apoderó de una gran parte de Navarra, que al poco tiempo recobró su independencia (2) aliándose otra ver con los francos. Luis el Benigno hijo de Carlo–Magno; penetró en este pais con su ejercito, y aunque los montañeses intentaron hacerle sufrir también en Roncesvalles otra derrota como la que tuviera lugar treinta y cuatro años antes, no lo alcanzaron, y uno de sus caudillos ó jaonas, fué ahorcado por disposición del monarca francés, que por entonces tampoco pudo estender su dominación. En 821 envió con este objeto dos de sus condes llamados Ebla y Asenario, pero los navarros, auxiliados de los árabes, acometieron y destrozaron completamente sus fuerzas, y ellos mismos cayeron prisioneros. Los moros continuaron ejerciendo entonces bastante influencia en Navarra, y poseyendo algunos territorios, y fué la época en que apareció un tal Garsea Eneco ó Iñigo, natural del condado de Bigorre, belicoso guerrero, y que merecía por sus hazañas el sobrenombre de Arista, esto es, el valiente ó el fuerte, el cual se hizo amar de los navarros. Proclamado por su caudillo descendió de los montes á las llanuras é hizo con gloria la guerra á los francos y á los moros. Contrajo luego alianzas con estos, y aun llegó á casarse con una hija de Muza, walí de Zaragoza. Después de largas guerras logró apoderarse de Pamplona y en union con su suegro atacó á Ordoño I, rey de Oviedo, en Clavijo, pero fué derrotado y muerto en el campo de batalla. Aquel suceso puso á Navarra por algún tiempo bajo el dominio de la monarquía asturiana, y fué por entonces gobernada en lugar de jaonas por condes. Uno de estos fué García Garcés (Garsea Garseano) hijo de García Iñigo Arista, el cual defendió á Navarra de los embates de El–Mondhir en 868 y 869, y logró hacerla independiente, pero no tomó el título de rey, contentándose con el de conde. Su hijo Sancho Garcés, por sobrenombre Abarca, dilató sus conquistas y puso por límites de sus estados á Nájera, Tudela y Ainsa, y en 905 se llamó rey, siendo el primero de Navarra. Su hijo, llamado García Sanchez, el Temblador, porque antes de entrar en un combate temblaba, aunque después peleaba denodadamente, fué aliado de los árabes, y del famoso conde de Castilla Fernán Gonzalez.
En tiempo de Sancho Garcés, por sobrenombre el Mayor, hijo del Temblador, llegó la Navarra al apogeo de su gloria y ensanchó su territorio por ambas vertientes del Pirineo, por lo que después se llamó Aragón, y por Castilla. Sancho, era pues, en aquel tiempo el rey mas poderoso de los de España, y tomó los dictados de Emperador, rey de los Pirineos y de Tolosa, y el especial de Cuatro–manos. Después de su muerte, ocurrida á mano armada en 1035, sus hijos heredaron sus vastos estados, según él lo había dispuesto, dejando al primogénito la Navarra, al segundo el condado de Castilla con título de reino, y á otro bastardo el Aragón, también con el mismo dictado. En 1076 se hizo dueño de Navarra Sancho Ramirez, que llamaron el Restaurador. Su nielo Sancho Sanchez el Fuerte, se señaló, como sus abuelos, por su valer en la guerra de los moros; concurrió á la famosa batalla de las Navas de Toloso en 1214, y habiendo roto con su espada las fortísimas cadenas que rodeaban la tienda del Miramamolin, las tomó por armas, que son las que hoy lleva Navarra (cadenas de oro formando cruz en campo de gules). Por el casamiento de doña Juana, reina propietaria, en 1284, con Felipe el Hermoso, que lo era de Francia, se reunieron las dos monarquías, lo que subsistió hasta que Carlos IV el Hermoso renunció la corona de Navarra en doña Juana, nieta de la anterior. Por fin, después de sangrientas guerras y disensiones intestinas, la Navarra se sometió en 1512 á los Reyes Católicos, bien que bajo la condición de conservar sus fueros y antiguas leyes, y forma desde entonces una de las mas bellas joyas de la rica corona de Castilla. Hoy dia es Navarra una provincia de tercera clase, cuya capital es Pamplona, con audiencia, capitanía general, dos obispados, cinco partidos judiciales, (3) nueve ciudades, ciento cuarenta y cinco villas, y seiscientos cuarenta y seis lugares, que forman doscientos sesenta y cuatro ayuntamientos, y cuenta de habitantes doscientos ochenta mil.
Cumplida ya la costumbre de hacer una breve reseña histórica y geográfica del pais que vamos á recorrer, continuaremos la relación de nuestro viage. Viana es ciudad poco notable situada en una colina, y dominando una llanura, en la que pastan multitud de ganados lanar y racimo, y que produce vino en abundancia, aceite, granos, legumbres y otros frutos. Es del obispado de Calahorra, y del partido judicial de Estella, hay dos parroquias, un hospital, un ex–convento y los restos de un antiguo castillo de la edad media, y cuenta 2,830 almas. Aunque Viana es de remoto origen, no abunda en recuerdos históricos como otras mil poblaciones menos importantes, sin embargo, el haber sido elegida en 1423 para capital de un principado compuesto de varios pueblos, que el rey de Navarra don Carlos III el Noble erigió en 26 de enero del mismo año en las Cortes de Olite, en favor de su nieto primogénito don Carlos y de todos los que en adelante fuesen sucesores de la corona de Navarra, muestra la estima que de Viana hacían sus reyes.
A la media legua de Viana se ve la pequeña villa de Armañanzas, de 71 vecinos y que nada ofrece que merezca notarse. La villa de Los Arcos es de antiquísima fundación y Ptolomeo la da en sus tablas el

(1) Entre las muchas derivaciones que se hacen del nombre actual de este pais, que aparece mucho después de la conquista de los moros, son de las menos voluntarias y estravagantes, las de que proviene de los bardulos, sus antiguos moradores, ó de Nova–ara por un altar que San Saturnino consagró á San Juan.

(2) Según puede colegirse de la oscurísima historia de aquellos tiempos, los pueblos navarros formaban como una república federativa, y sus gefes se llamaban Jaonas.

(3) También se divide Navarra en las merindades de Pamplona, Sangüesa, Estella, Olite, y Tudela.