lunes, septiembre 29, 2008

Viage ilustrado (Pág. 293)

Sepulcro de Newton

Los cuidados de la casa son sin embargo cumplidos siempre con exactitud,»siendo este uno de los rasgos que las distinguen. Como ellas en general aman mucho la familia, tienen un placer en ver dichosos á cuantos las rodean. Muy rara es la que deja de criar á sus hijos, y este cuidado maternal, el primero y el mas sagrado de todos, es la fuente de todas las demas virtudes doméstica. Esta vida útil y pasada en fa-

jueves, septiembre 25, 2008

Viage ilustrado (Pág. 292)

Iglesia de San Martin de la Cité de Lóndres
El gobierno de la ciudad de Londres está confiado á tres autoridades distintas, pero que nada pueden la una sin la otra. La primera es el lord corregidor, la segunda el cuerpo de los aldermens; y la tercera el consejo del común. El lord corregidor es elegido y sacado del cuerpo de los aldermens, y no puede ninguno aspirar á este puesto eminente sino después de haber sido juez del condado de Midlesex. Los vecinos que tienen derecho de votar, y que forman las doce corporaciones, son los que lo eligen. Los honores que se le tributan y los privilegios de que goza asemejan de alguna manera este magistrado del pueblo á los reyes. Su tren es de los mas magníficos; ocupa un suntuoso palacio y tiene mas de 1,000 libras esterlinas por año para su mesa solamente. Cuando sale, seis magníficos caballos lo conducen lentamente en una carroza del Estado y gentiles hombres de honor llevan á cada portezuela los principales emblemas de su dignidad. Es muy raro que una misma persona llegue dos veces á ser lord corregidor. Los aldermens son veinte v seis, que es el número de barrios ó cuarteles en que se divide la Cité; sus destinos son vitalicios y cada aldermen gobierna un barrio. El consejo del común se compone de un gran número de ciudadanos elegidos en cada barrio entre los mismos vecinos.
Siendo Londres una ciudad tan inmensa y populosa debería creerse que exige una numerosa policía; pero nada de esto; Londres no está guardado por la noche mas que por algunos ancianos elegidos entre el pueblo. Estos hombres llamados watchman tienen por toda arma un bastón que no debe servirles mas que para su defensa. Sus garitas están á cincuenta pasos las unas de las otras. Las funciones de estos vigilantes, que es lo que significa la palabra watchman, son cuidar que las puertas de las casas estén bien cerradas, repetir cada uno en su puesto la hora cuando da el reloj é indicar el estado del cielo, si llueve ó hace buen tiempo. Es decir, sobre poco mas ó menos, nuestros serenos.
En caso de algún desorden ó incendio, dan la alarma por medio de una gran carraca que hay en cada garita. Si la alarma es por algún delito, he aquí como se aprestan á coger al delincuente. El vigilante mas cercano al lugar donde se pide socorro da un golpe de carraca y corre al sitio donde su presencia es necesaria; su vecino hace lo mismo, y esta maniobra es ejecutada con tanta velocidad que rara vez escapa el culpable.
La seguridad personal está confiada mas particularmente á un número determinado de constables que están encargados de velar hasta la media noche para acudir adonde quiera que sean llamados. En caso de riña ó pendencia se llama al constable, y su intervención sola detiene á los mas arrebatados, porque el respeto á la ley es entre los ingleses mas fuerte que la pasion. El destino de constable dura un año, y es una de las cargas vecinales de que nadie puede dispensarse cuando es nombrado; esté cargo es gratuito no teniendo honorarios algunos. La marca distintiva del que está revestido de esta autoridad es un gran bastón blanco, sobre el cual están grabadas las armas de Inglaterra.
Los ingleses en general tienen la cabeza bien formada, las facciones regulares, son en general hermosos, y tienen un color que anuncia la frescura y la salud; los mas son rubios. El talle, las facciones y el color de las mugeres hacen decir que la Inglaterra es el pais clásico de la belleza. «Me parece, dice Muralt, hablando del carácter de los ingleses, que tienen grandes virtudes ó grandes defectos, y con mucha frecuencia lo uno y lo otro. En ellos se encuentra muy buen sentido, pero mezclado siempre de rarezas y caprichos; tienen el corazón grande y noble, pero su veleidad los hace inferiores mas bien que superiores á otras naciones. La mayor parte tienen una imaginación viva, pero su fuego se parece al del carbón de piedra que tiene mas fuerza que claridad. Son muy razonables en sus gastos, y procuran menos parecer dichosos que serlo en efecto; asi es que en muchas cosas su felicidad depende de ellos mismos; ni se cuidan del juicio que los demás puedan formar de ellos, ni llaman su atención las acciones de otros. Combaten cualquier uso por establecido que esté, cuando repugna á su razon y á sus inclinaciones. La mayor parte son descuidados en el adorno de su persona y en las maneras: pero cultivan su razón.» Este retrato, como es fácil de ver, no conviene á todos los ingleses; pero ofrece los rasgos mas característicos de la nación.
He aqui como emplean el dia los habitantes de Londres: los ingleses se levantan tarde, sobre todo en el barrio de Westminster. Apenas se han levantado solo piensan en desayunarse, lo que hacen en familia, y el almuerzo consiste en té á la crema y rebanadas con manteca. Durante esta comida, se leen los periódicos y en seguida los hombres se van á sus negocios ó hacer visitas. Las mugeres se entretienen casi siempre en leer novelas, y rara vez se ocupan de obra alguna doméstica, porque este trabajo no les divierte.

sábado, septiembre 20, 2008

Viage ilustrado (Pág. 291)

igualmente muy bien dispuesto el arroyo para los carruages y caballerías. Una de las bellezas de las casas de Londres, es su estremado aseo, aun en el esterior. Las calles mas suntuosas de Londres, son: Regent―Street, Oxford―Street, Piccadilly, Pall―mall, etc. «Nada hay en el mundo, dice M. Balbi, que supere en magnificencia, en variedad y en elegancia este conjunto de edificios monumentales que rodean á Regent―Park, en medio del cual está situado el jardin de la sociedad zoológica. A pesar de la brillantez, siempre creciente, de nuestras tiendas parisienses, no pueden seguramente rivalizar con el fausto y suntuosidad que ostentan las de los comerciantes de Londres, donde todas las comodidades, todas las exigencias del lujo mas refinado se encuentran con profusión. Estas tiendas no están diez ó doce seguidas, sino que se prolongan sin interrupción por espacio algunas veces de una milla inglesa, que equivale á kilómetro y medio. La parte de las tiendas que da á la calle, está cerrada por grandes puertas de cristal, detrás de las que coloca el comerciante con un arte que no tiene igual, todo lo que la moda ofrece de mas rico y elegante.
El cuartel de Westminster y los adyacentes están cortados, y se comunican por plazas cuadradas, algunas de ellas de gran estension; los ingleses los llaman Squares, y la mayor parte están rodeadas de una soberbia gradería y tienen en medio grandes estanques. Grosvenor―Square es la mas notable de todas y la mejor adornada.
Desde los cuarteles de que hemos hablado se pasa á la Cité, y allí se cree uno trasportado á otro mundo, no se la puede comparar mas que al cuartel de San Jacques, en París; alli no se ven mas que casas mal construidas, oscuras y empotradas las unas en las otras, y callejones tortuosos y estrechos. El modo de vivir, comparado con el del cuartel de Westminster, es tan diferente como sus moradores, y esta diferencia hace nacer una gran antipatía entre ellos.
Siendo el palacio de San James la residencia del rey, parece que debía de llamar lo primero la atención; pero no sucede asi. Este palacio no es mas que un montón de edificios de ladrillo, colocados como por casualidad los unos junto á los otros, y nada anuncia alli una morada regia. Cerca de aquí está el célebre parque de San James, que es un gran cercado donde se han plantado magníficos tilos. El lugar mas notable de este parque es el Mallo, que es el paseo en los dias buenos del invierno, asi como también las dos calles paralelas, que tienen 27 metros de latitud y 335 de longitud, y al largo de este paseo corre un soberbio canal. Al estremo del Mallo hay un edificio de muy bella apariencia, llamado el palacio de la Reina.
La abadía de Westminster, merece verdaderamente la atención del viagero, porque es uno de los mas bellos monumentos de la arquitectura gótica que aun existen. La belleza de las columnas, lo atrevido de las bóvedas, la vasta estension de las naves, y la buena distribución, todo escita la admiración, y lo que aumenta el sentimiento que se esperimenta en este recinto, es la vista de una multitud de sepulcros que encierran las cenizas de los hombres que han inmortalizado la Inglaterra. Una de las que primero se desean ver y que al momento se encuentra es la de Newton; su sepùlcro es una obra maestra del arte; pero estando delante de él, no se puede uno ocupar mas que del hombre cuyos despojos mortales reposan alli. Sobre este monumento se lee que Newton era barón; seguramente el nombre solo de Newton inspiraria respeto, sin necesidad de título alguno.
Shakspeare descansa no lejos de alli. Este es el padre de su tragedia, y en cierto modo, su divinidad poética. La estatua de este hombre de genio es del mas bello mármol y está perfectamente ejecutada. El poeta está en pie y apoyando el codo en un pedestal cargado de algunos volúmenos de sus comedias. Por debajo de los libros hay un rollo que se desplega y presenta algunos versos sacados del drama titulado: La Tempestad; que son de la energía mas fuertemente pronunciada, y espresan la nada de las cosas terrenas; sobre este monumento se lee: Guillelmo Shakspeare: anno post mortem CXXIV, amor publicus posuit. Según se ve, veinte y cuatro años después de su muerte, fué cuando se rindió este homenage á su mérito. Murió en Hratford, su patria, el año1616. El inmortal Lope, el conde de Burlington y el doctor Mead concibieron la idea de erigirle este monumento. Para subvenir á los gastos, se dio en Drury―Lane una representación de Julio César, tragedia de este poeta; los billetes fueron puestos á un precio exorbitante, pero, sin embargo, los arrancaban de las manos. El trasporte de los restos de Shakspeare se hizo con gran magnificencia y en medio de un entusiasmo general.
El célebre Garrick tiene también su puesto en Westminster: este ha sido el actor mas sublime de Inglaterra, y quizá de la Europa entera. Congréve, John Gay, Prior, Bulter, Ben Johnson, Chaucer, Cowley, Milton, Dryden, reposan también entre una multitud de reyes, de guerreros, y aun de gentes que solo el oro ha colocado en este lugar.
Saliendo de la abadía de Westminster, se encuentran los restos de un palacio reducido á cenizas en tiempo del reinado de Enrique VIII. En uno de los sitios que se libraron del incendio fué donde se reunieron las dos cámaras del Parlamento. En una de las dependencias del mismo edificio se ve todavía con admiración la sala llamada de Westminster ó Westminste―Ttall. Este trozo, único por su construcción, data del siglo XI, el techo, que es de gran dimension, no está sostenido por ningún pilar. Aqui es donde se celebra la fiesta de la coronación de los reyes, y donde los lores tienen su tribunal cuando se trata de juzgar á alguno de los pares.
La torre de Lóndres era una antigua fortaleza, morada en algún tiempo de los reyes y algunas veces también prisión de estado. Hace algunos años que fué destruida por un incendio.
El Banco de Inglaterra, la casa de la compañía de las Indias Occidentales, la de moneda, etc, son edificios igualmente notables. No nos detendremos mas que un momento delante del monumento antes de ocuparnos de los habitantes.
El monumento es una columna elevada á costa de la Cité para recordar á la posteridad el famoso incendio de 1666, y la restauración de los edificios que fueron presa de él. Esta columna, situada á alguna distancia del puente de Lóndres, es una de las obras maestras de sir Cristóbal Wren. Entre sus inscripciones se nota una que atribuye el incendio á los católicos; injusticia tan ridícula como la de Nerón, que atribuía el incendio de Roma á los cristianos. En el interior de la columna se ha practicado una escalera para subir hasta su cima, que figura una urna de donde sale una llama.

martes, septiembre 16, 2008

Viage ilustrado (Pág. 290)

Apenas sonaron las cuatro en el reloj de la iglesia, cuando todo el séquito se puso en marcha bajo el orden siguiente:
Los músicos; el porta―estandarte; el comisionado de la compañía; el solicitador de la compañía; el ingeniero de la compañía; el inspector de los trabajos; el ingeniero en gefe, sir Isambard Brunel; sir Eward Codrington; M. Hawes, presidente de la comisión de los directores; el lord maire; Benjamín Hawes, Esq.; lord Dudley Estuardo; los directores; los tesoreros y los auditores; los propietarios: los convidados.
Este séquito compuesto de 4,000 personas, presentó un estraño espectáculo, cuando bajó á compás de una música militar al ancho muelle que conduce á la entrada del Tunnel. Desapareció poco á poco bajo la bóveda occidental, recorrió en el mismo orden los 400 metros que separan la orilla derecha de la orilla izquierda del rio, y después de haber sido recibido en Wapping por una triple salva de aplausos, volvió á Rotherithe, por debajo de la bóveda oriental. Una hora después, el Tunnel fué entregado á la consideración del público.
Diez mil personas pasaron de una ribera á la otra, en la noche del sábado; el domingo, la afluencia fué tan considerable, que antes de la una, los empleados tuvieron que reclamar la asistencia de los agentes de policía para contener á la multitud. El número de los individuos que habían atravesado el Tunnel desde las seis de la mañana hasta las seis de la tarde, aseguran que ascendían á 50,000.
El sábado por la tarde se celebró una gran comida en la taberna de Londres. Se echaron durante este espléndido banquete un infinito número de brindis á la reina, al príncipe Alberto, al duque de Wellington, á M. Brunel, al presidente y á la prosperidad del Tunnel, etc. En Inglaterra todo termina, no por canciones sino por speeches (discursos) y por brindis.
Hacia ya mas de veinte años que se ocupaban de la construcción de un puente por debajo del Támesis, entre Rolherhithe y Limehouse, mil veces inferior al Tunnel actual, hasta que en 1823, M. Brunel propuso un nuevo proyecto que mereció la aprobación de todos los sabios. En 1824 se formó una sociedad para poner este proyecto en ejecución, y al año siguiente dieron principio los trabajos.
Comenzaron al principio con vigor; pero muchas inundaciones obligaron en varias ocasiones á los obrereros á suspenderlos. En 1828, habiéndose agotado el fondo social, se abandonó de un todo la obra, para no volverla á proseguir hasta el año de 1835, época en la cual el gobierno inglés se comprometió á hacer los adelantos necesarios á su determinación. La última inundación se verificó el 6 de marzo de 1838, y desde este dia hasta la apertura del Tunell, ningún incidente interrumpió los trabajos.
Tal como se encontraba en 1843, el Tunnel tenia de coste 600,000 libras esterlinas (60.000,000 de reales, y se calcula que ha sido todavía preciso gastar 50,000 libras (6.000,000 de reales), para construir los dos tramos circulares que hacen bajar ó subir los carruages que atraviesan el Tunnel. En 1843, solo los pedáneos podían aprovecharse de esta maravillosa vía de comunicación entre las dos riberas del Támesis. Terminemos este artículo, indicando que M. Brunel es un ingeniero francés.
El Támesis corre de Sur á Norte, y en esta dirección, Westminster y White―hall están sobre su margen izquierda , en seguida vuelve de Oeste á Este y costea á Londres en toda su longitud, que es por lo menos de cinco millas. Uno de los defectos que tiene esta ciudad es carecer de muelles, comunicándose con el rio por Stairs, rampas ó escaleras tan mezquinas como incómodas. El puerto que está situado por debajo del puente viejo, es notable por su estension y por la comodidad que ofrece á los buques mas grandes de venir á cargar y descargar á la puerta de los almacenes. La afluencia de este puerto es inmensa, y en vano se intentaría describir el numeroso concurso de buques de todas dimensiones que sin cesar entran y salen; nada puede dar una idea mas alta del comercio y de la riqueza de los ingleses que este espectáculo. La protección de las leyes y la ventajosa situación de Londres cerca de la embocadura del Támesis han producido esta afluencia. Los habitantes de esta capital están tan persuadidos de que la deben á estas dos causas, que Jacobo I, amenazándolos un dia con ir á establecer su residencia lejos de Londres, y de llevarse todos los tribunales: «A lo menos no se llevará V. M. el Támesis,» le dijo el lord corregidor, á quien el rey habia hecho esta amenaza. Este rio tiene desde su nacimiento hasta su embocadura un curso de cerca de 240 quilómetros. Londres está á 80 kilómetros tierra adentro, y esta situación, por medio del Támesis, le hace disfrutar de todas las ventajas de un puerto, sin estar espuesta á la sorpresa de una armada enemiga ni á la insalubridad de los vapores húmedos del mar.
Entrando por el lado del mar, se presenta la ciudad con una regularidad imponente sobre las orillas del rio, estendiéndose por ambas, recorre una longitud prodigiosa de Este á Oeste, se eleva en anfiteatro hacia el Norte y se prolonga cerca de 28 kilómetros circularmente por una infinidad de casas de campo y aldeas y de quintas pertenecientes á los nobles y á los comerciantes, que van á buscar un aire saludable y á descansar de sus afanes y negocios. Su población es mayor que la de las mas grandes metrópolis del mundo; en 1832 era de 1.474,069 almas, y según el último censo de 1841 asciende á 1.870,727.
En 1666, el 2 de setiembre hacia la media noche, se manifestó un incendio en la parte del Este de Londres, y adquirió tanta actividad por la violencia del viento, que se estendió con una rapidez increible. Todos los socorros fueron inútiles; el incendio devoró una superficie de 145 héctares, quemándose cuatrocientas calles, trece mil casas y ochenta y nueve iglesias, durando el incendio tres dias. Este espantoso fuego, fué, sin embargo, ventajoso á la población; Londres era poco elegante, incómodo é insalubre, y la mayor parte de las casas era de madera; una ciudad nueva surgió de las ruinas de la antigua, mas regular, mejor construida y mas saludable que la primera.
El cuartel de Westminster es el mas hermoso de la ciudad, y los paralelos al de San Pablo y al parque de San James son los mas modernos y en nada se parecen á los antiguos. Las casas tienen dos pisos y rara vez tres, sin comprender una especie de subterráneo que da al cuarto bajo toda la salubridad de un primer piso. Este subterráneo que recibe la luz por una lumbrera está destinado por lo regular á la cocina y sus dependencias. Las fachadas de las casas son casi todas uniformes, y á cada lado de las calles hay buenas aceras fiara los que van á pie, hallándose

sábado, septiembre 13, 2008

Viage ilustrado (Päg. 289)

Entrada esterior del Tunnel

Estremo inferior de la escalera


Vista de las dos bóvedas del Tunnel

sis, pasa por debajo. Este tunnel, ó puente subterráneo, obra de un francés, del ingeniero Brunel, tiene la ventaja de permitir el paso de una orilla á la otra sin impedir la navegación.
Para nadie es ya desconocida la importancia del famoso Tunnel, fabricado debajo del rio Támesis en Londres, obra colosal que ha inmortalizado el nombre de su autor; ni hay quien no comprenda las inmensas ventajas que ha reportado á la gran capital de Inglaterra esta estraordinaria construcción, facilitando al comercio nuevos recursos de trasporte, mayor actividad en el desarrolla de sus contratos mercantiles, y sobre todo, ha presentado á la admiración del mundo entero un monumento digno de su grandeza, que será indudablemente el asombro de todas las generaciones: no estarán demás por tanto los pormenores que vamos á dar, relativamente á las ceremonias de la apertura de este mónstruo, digámoslo asi, del orden arquitectónico.
El sábado 25 de marzo de 1843, el Tunnel del Támesis fué entregado á la pública contemplación. Aunque la apertura no se verificó sino á las cuatro de la tarde, una inmensa multitud de curiosos se habia situado por la mañana en las dos orillas del rio, en las inmediaciones del Tunnel. A las tres, todas las personas que habían obtenido billetes de convite para asistir á la ceremonia, se encontraban ya reunidas en Rotherhithe (orilla derecha del rio). Se observaba principalmente al lord maire, al lord Dudley Estuardo, á sir Eward Codrington, á sir Roberto Inglis, á M. Hume, á M. Warburton, á M. Rœbuck, etc. etc, y á sir Isambard Brunel, que tuvo la gloria de comenzar, de hacer ejecutar y de terminar este admirable trabajo. El sol brillaba en medio de un cielo sin nubes, cosa rara en Londres; banderas flotaban en las altas torres de la iglesia inmediata, cuyas campanas agitadas, sonaban en prolongados y frecuentes repiques: los balcones y los tejados de las casas inmediatas estaban cubiertos de espectadores.

martes, septiembre 09, 2008

domingo, septiembre 07, 2008

Viage ilustrado (Pág. 286)

espinosa, viene al fin á caer en gotas en la canal de madera que hay abajo.
«El objeto de esta filtración es hacer evaporarla mayor cantidad de agua posible, á fin de que la que quede esté mas impregnada de sal, y la desecación se haga mas fácil.
»Cuando el agua se encuentra á la graduación necesaria, comienza el trabajo de la ebullición y desecación. Otro edificio, ordinario en su estructura, pero igualmente inmenso en sus dimensiones, encierra los almacenes y talleres; su latitud es de 27 metros, y á lo ancho están puestas las calderas, cavidades monstruosas que no son redondas como las comunes, sino cuadrilongas de 7 metros de latitud, 13 de longitud y 50 centímetros solamente de profundidad. Cuando se está haciendo la operación, parecen estas calderas estanques igneos, donde hierve sin cesar el agua, se evapora con rapidez, se espesa á la vista y queda totalmente seca y blanca la sal, que se saca en masas muy sólidas para reducirlas después á grano.
«Estas vastas calderas, compuestas de hojas de palastro, están empotradas en las paredes lodo alrededor, escepto por un lado, que es por donde se mete debajo el fuego.»
Estas salinas nos obligan á decir dos palabras de Salins, en el mismo departamento, célebre igualmente por las salinas, de que ha tomado el nombre. Esta pequeña ciudad, antigua y mal construida, está situada á lo largo de una pendiente, en el fondo de una garganta, que no tiene, por decirlo asi, mas anchura que la necesaria para el paso del riachuelo Furiense, que la baña. Las montañas, que parecen tener por lo menos 400 metros de altura perpendicular, envuelven la ciudad y la tienen como oculta en el fondo de un inmenso cubo.
En el fondo de esta garganta donde Salins está edificada, corre un gran número de manantiales salados al lado mismo de otros de agua dulce. Bóvedas considerables cubren los manantiales y todo el trabajo es subterráneo. Se baja por dos escaleras tan cómodas como las de cualquiera casa; el rio costea todo el establecimiento, y corre á tres metros sobre el suele del subterráneo; un pequeño canal de agua se estrae del rio y se introduce bajo las mismas bóvedas para dar movimiento á las máquinas. Este taller subterráneo tendrá 300 metros de longitud y 100 de latitud. Alli no se puede emplear el aire con tanta ventaja como en Lons―le―Saulnier, y se tiene que recurrir al fuego para la desecación.
Después de Lons y Salins, importantes por sus salinas, no se debe dejar de visitar á San Claudio. Está edificado entre tres montañas que se elevan por encima de él á 300 metros, y parece que lo oprimen entre sus desfiladeros y amenazan continuamente sepultarlo. Esta posición le ha impedido siempre engrandecerse tanto como se lo permiten sus recursos y la industria de sus habitantes. San Claudio envia á toda la Francia y aun al estrangero sus tinteros de cuerno y boj, sus tabaqueras de raices y una porción de obras en que se emplea la madera. También había aqui grandes fábricas de papel que destruyó el incendio de 1798. Este incendio devoró una gran parte de la ciudad, lo que acontece de tiempo en tiempo á los pueblos y aldeas de este cantón, cuyas casas están cubiertas con tablas de abeto muy delgadas y secas. No es necesario advertir que una chispa puede producir aqui el mas violento incendio.
El carácter y las costumbres de los habitantes del Jura no se parecen á los de sus vecinos. «En el Jura, dice un viagero, los hombres tienen por lo general bastante talento y mucha prudencia, y son fríos sin ser perezosos. Una especie de egoísmo, hijo quizá del clima, los ha sustraído al imperio de las pasiones impetuosas, tan contrarias al bien de uno mismo y al de los demás. En general, ellos tienen en mucho la superioridad de su sexo, y no tienen para las mugeres esos cuidados minuciosos que componen lo que se llama galantería. Son muy amigos de las leyes que lisongean esta superioridad de los varones, y el hijo primogénito, aun en los campos absorbe la mayor parte del cariño paternal, hablan con placer del derecho de sustitución de las tierras á los varones, y de la costumbre de dotar á las hijas en dinero. He aqui lo que se puede mirar como general en todo el departamento.
»En las ciudades, son aficionados á la vida tranquila, y casi podia decirse, ociosa. La mesa es un placer para ellos, y sobre todo el juego, como negocio de interés.
«Los hombres en general son robustos y de elevada estatura. Las mugeres no son proporcionalmente tan altas, y frecuentemente padecen paperas, no habiendo edad, ni educación, ni cuidados que puedan preservar de esta deformidad en las localidades que se padece. En todas partes las paperas son una enfermedad de las montañas; pero en el Jura no es asi, pues no se ve mas que en la línea que forman los bosques, y especialmente en Lons y Salins.»
En muchas partes de la montaña, la nieve en invierno se eleva casi tan alta como los techos; la puerta de las casas permanece cerrada durante muchos meses y se sale por la chimenea. Por la nieve se camina con anchos patines planos en forma de zapatos y armados de clavos por los lados para evitar el resbalarse. Si se conoce que la nieve está bastante dura, se abre una bóveda que sirve de camino subterráneo á la cabaña. Para poder pasar asi encerrados todo el invierno, cuecen de antemano el pan necesario, como en los barcos que van á emprender un largo viage. Este pan está hecho de harina de avena sin salvado, y tiene la forma y el tamaño de una manzana, y la dureza de la galleta; cuando se moja, esponja mucho, y uno solo basta para la comida de un hombre. Estas familias se alimentan durante su retiro forzoso, de vaca salada, ahumada y conservada en la chimenea, de un poco de tocino salado y ahumado también; un mal queso hecho con los residuos del suero hervido, cuando se ha sacado el bueno para vender, la poca leche que dan las vacas en invierno, algún poco de mala manteca ó aceite de nabos, una bebida agria hecha de ciruelas silvestres, manzanas, nebrina y agua.
Sus ocupaciones durante este tiempo son hacer cucharas, cubas y otros artefactos de madera.
En el Jura se encuentran muchas habitaciones aisladas, y en algunos de los cantones mas elevados se han establecido chozas ó queseras que habitan los pastores y ganados durante el estío. Solo los hombres van á habitar estas chozas por espacio de cuatro meses; esta es la estación de los pastos y de hacer el queso, el tiempo en que la tierra no está cubierta de nieve, desde el 1º de junio hasta San Dionisio, que es el 9 de octubre. El número de hombres es proporcionado al de las vacas, y ordinariamente hay uno para

viernes, septiembre 05, 2008

Viage ilustrado (Pág. 285)

Vista de Trevoux
llanura, y los viñedos reinando en toda la longitud de la rápida ladera que sube hasta el primer grado. En la primera plataforma la agricultura va ya decayendo, los bosques son menos frondosos, y no tienen sino árboles comunes, y las cimas están cubiertas de bojes; mas lejos, los negros bosques de abetos estienden su espeso y sombrío tapiz, y las altas cumbres están cubiertas de nieve durante seis meses del año. El clima varía según las alturas; en la llanura es húmedo en todos tiempos, y en la primavera cálido y malsano; en las laderas es seco y dulce, y hace mas frio á medida que se sube; y por último, en las altas cimas apenas puede resistirse.
Lous―le―Saunier, que es una ciudad poco estensa y no contiene mas de 8,000 habitantes, está en el fondo de una hoya de media legua de latitud, y cuyos bordes, si asi se les puede llamar, están lapizados de viñas que producen escelente vino. Esta ciudad es el depósito del comercio del Jura para Lion y el interior de Francia. La madera, el hierro, los cueros y el queso son aqui objetos importantes de comercio; pero su principal riqueza consiste en la sal que se estrae de las salinas. Estas salinas y los trabajos que se emplean para la elaboración de la sal, merecen que nos detengamos un instante á examinarlas.
«En el ángulo septentrional se encuentra la mas notable de las salinas; es de 20 metros de honda y ancha de 5, de forma cuadrada y siempre está llena, por mas que continuamente estén sacando el agua salada que contiene. Un torno, movido por una corriente de agua dulce, hace mover cuatro bombas que estraen sin descanso el agua del pozo; ésta cae en una canal de madera, por la cual va al establecimiento de las salinas, que se halla á 2 kilómetros de allí, y el agua dulce que pone en movimiento la máquina, hace el mismo camino para ir á mover otras maquinas á la misma salina, á fin de subir sobre el lecho de un edificio muy alto el agua salada que ha sacado del pozo. Ademas de este pozo salado hay otros muchos en la baja llanura, cuyas aguas son llevadas igualmente á las salinas.
»En la confección de la sal hay dos operaciones principales que conocer: la graduación y la desecación. Para cada una de estas operaciones hay un edificio distinto.
»El de la graduación es una especie de tinglado sin muros, de 600 metros de longitud, 12 de latitud y mas de 13 de altura, sin contar el lecho que eleva 3 metros mas; parece que se ha querido sostener en el aire este inmenso techo en toda su longitud; pilares de madera en forma de potencia se elevan para sostenerle por cada lado; abajo los pilares están unidos como en lo alto por vigas trasversales que sostienen una canal inmensa de madera. Esta canal no tiene mas que 30 centímetros de profundidad; pero es como el edificio de 12 metros de anchura en toda su longitud.
«Todo el intervalo que separa la canal del techo; se llena de alto á bajo de haces de espino negro simétricamente alineados y medianamente apretados. Estos espinos forman un cuerpo macizo de 13 metros de altura, y viene á ser un verdadero filtro por donde se ve pasar el agua salada.
Puestas en movimicnto las bombas, elevan el agua salada hasta lo alto del edificio por encima del techo: alli la reciben pequeñas canales, la llevan por igual lodo á lo largo del edificio y la van derramando por todas partes con perfecta igualdad. Repartida entonces sobre la masa de espinos, va descendiendo al través de ellos, y detenida sin cesar por las hojarascas, se subdivide á medida que va bajando, se estiende hasta lo infinito su superficie, se presenta mil veces á la corriente libre del aire, y serpenteando por la masa

lunes, septiembre 01, 2008

Viage ilustrado (Pág. 284)

Torre arzobispal del palacio de Narbona


nage, especie de subterráneo estrecho, abierto por un torrente en el interior de una montaña calcárea, y mas lejos, á la izquierda del camino de Lion, la famosa Cartuja, construida por San Bruno en 1084, donde se ve todavía la ermita de su piadoso fundador. Cerca de San Bartolomé hay una fuente, de donde sale un gas que se inflama al acercar una luz.
El condado Venesino, que forma hoy el departamento de Vaucluse, pertenecía al papa antes de la revolución. Juana I, reina de Napóles y condesa de Provenza, la vendió en 1348 á la Santa Sede en la suma de 80,000 florines, que se pretende, con bastante razón, no haber sido jamás pagados. Juana era, por otra parte, menor de edad, y no tenia derecho de vender sin el consentimiento de los Estados. La venta era, pues, nula, y ningún papa ha probado nunca lo contrario. La Francia, reconquistada su libertad, volvió á adquirir sus derechos sobre esta comarca que le pertenecía. El suelo de este departamento es pedregoso, seco y á propósito para viñedos; asi es, que los vinos que produce son muy estimados. Por todas partes hay moreras y laureles, y produce también buena seda, lanas, azafrán y rubia. Aviñon era entonces la capital del condado, y hoy lo es del departamento. Su situación es muy buena; el Ródano baña sus muros, y la impetuosidad de este rio se halla contenida por hermosos malecones que forman entre la ciudad y el Ródano un paseo muy agradable. Nada hay mas bello y risueño que sus cercanías; pero el lugar mas notable, el que jamás dejan de visitar los viageros, es la fuente de Vaucluse. Esta fuente recuerda los amores de Petrarca y Laura, y escita el deseo de volver á leer los dulces y armoniosos versos que el poeta italiano consagró á su memoria.
La fuente se halla á 16 kilómetros de Aviñon, y el camino que á ella conduce atraviesa una de las mas hermosas llanuras del condado. Se llega á un valle, por encima del cual se eleva en forma de herradura una montaña de piedra viva. Para llegar hasta el pie de la roca, muy elevada y casi cortada á pico, de donde nace la fuente, es menester subir por un camino estrecho y pedregoso. Bien pronto se percibe una cueva muy profunda, cuya oscuridad horroriza. Sí el agua está baja, se puede entrar; entonces se ven grandes cavernas, de las cuales la primera tiene mas de 20 metros de altura sobre el arco que forma la entrada; la otra, que parece tener 30 metros de latitud y casi otro tanto de profundidad, no tiene mas que 6 de elevación. En medio de esta bóveda se eleva, sin saltar ni salir á borbotones, en una pila oval de 6 metros de diámetro, el abundante manantial del rio Sorgues. En su estado ordinario, el agua de este manantial se escapa por conductos subterráneos y llega tranquilamente hasta el lecho del rio; pero después de grandes lluvias, sube por encima de una especie de mole colocada delante de la cueva, y forma un estanque, cuya superficie está tersa como un espejo; en seguida se precipita con gran ruido á través de los peñascos y los emblanquece de espuma, y por último, burlando los numerosos obstáculos que detienen su impetuosidad, va á correr apaciblemente no lejos de allí en un lecho cómodo. Este agua es muy clara; pero cruda, pesada é indigesta.
Orange, una de las ciudades del departamento de Vaucluse, notable por un hermoso arco triunfal romano, fué la capital de un principado de este nombre, que pertenecía á la casa de Nassau. De esta casa salieron los libertadores de Holanda, y mas tarde los reyes de Inglaterra.
Entre el Delfinado y el Franco―Condado se encuentra intercalada una porción de la antigua Borgoña, de la que se ha hecho el departamento del Ain. Bourg, su capital, ofrece al interés del viagero la iglesia de Nuestra Señora de Brou, construida por Margarita de Valois, y notable por sus vidrios y sus mausoleos: Bourg es la patria de Gerónimo de Latande. Trevoux, también en este departamento, fué célebre por el Diario que publicaban aquí los jesuítas, luchando ardientemente contra los enciclopedistas; y por una casualidad singular, del otro lado de la frontera está Ferney, que fué el retiro donde preparaba Voltaire sus elucubraciones filosóficas. En Bellegarde, junto á Nantua, se ve la cascada y la pérdida del Ródano, que después de estar sumergido debajo de una roca, vuelve á salir á un kilómetro de distancia, recobrando su curso rápido y magestuoso.
El Doubs, cuya capital es Besanzon, el Alto Saona, capital Vesoul, y el Jura, de quien es cabeza de partido Lons―le―Saunier, forman el antiguo Franco―Condado. El departamento del Jura está dividido en toda su longitud por tres bandas ó listas muy marcadas, pero oblicuas y de anchura desigual entre ellas. La primera la forma la llanura baja, de 12 kilómetros de latitud; la segunda el primer grado de los montes, que se elevan súbitamente como un muro y forma una plataforma de 16 kilómetros de anchura, y en fin, la montaña, que no es mas que una serie sin fin de cimas y de valles, y que forma al Levante una lista casi tan ancha como las otras dos juntas. Cuando se va de París á este departamento, se ve la riqueza agrícola y los hermosos bosques de encinas en la baja