martes, noviembre 30, 2010

Viage ilustrado (Pág. 521)

Santuario de Loyola


costados, confluyen lodos en una meseta desde la que arranca otro ramal que termina en el pórtico de la iglesia; este mismo pórtico de ricos mármoles con cuatro estatuas que le embellecen; el retablo mayor con sus embutidos y mosaicos, aunque no de muy buen gusto; la gran cúpula, que por ser toda de piedra creyeron algunos que no se podia cerrar, hasta que el arquitecto don Ignacio de Ibero les demostró lo errado de su opinion; en fin, cuanto se ofrece á la vista asi esterior como interiormente, todo es grandioso y digno, sin que el recargo de los adornos que algunos inteligentes le han criticado con justicia, pueda oscurecer su mérito, ni disminuir la grata impresión que produce al que lo examina.
Para facilitar la comunicación del templo con la Santa Casa, con dos sacristías, que están al lado del altar mayor, y con el colegio, se hallan ocho puertas, sobre las cuales hay otras tantas tribunas con desproporcionados antepechos. Ni unas ni otras se ven desde el centro; porque están situadas al frente de los machones que sostienen la cúpula. Después de haber fijado la atención en los esquisitos mármoles que forman el pavimento y cubren ó empelechan, valiéndonos de esta palabra técnica, los muros y pilares hasta el anillo, pasemos á reconocer el palacio y la Santa Casa.
Saliendo por una de las ocho referidas puertas nos hallaremos en un patio estrecho, en el que, y á la derecha, se descubre un edificio cuya altura tendrá unos 56 pies. La parte inferior está labrada de piedra, y el resto hasta la cornisa de ladrillo.
Ese edificio de severo aspecto es la antigua é ilustre casa—solar de Loyola, es la Santa Casa, asi llamada por haber nacido en ella el gallardo caballero que defendió heroicamente el castillo de Pamplona, el célebre fundador de la compañía de Jesús, el bienabenlurado Iñigo de Loyola.
Una puerta con arco apuntado, sobre la cual están los blasones de la nobilísima familia de Loyola, da paso al interior, dividido en tres pisos, que todos son al presente oratorios. El del primero que fué establo, y no falla quien opina que en él nació San Ignacio por querer su madre que tuviese esta semejanza con N. S. Jesucristo, esta dedicado al Sacramento y á la Purísima Concepción. El del segundo, que era el primitivo oratorio de este palacio desde muy antiguo, tiene la circunstancia de haber celebrado en él su primera misa San Francisco de Borja. Perpetúa la memoria de este suceso un cuadro, que representa al santo duque con casulla en el acto de dar la comunion á su hijo don Juan.
Réstanos aun reconocer la parte mas notable de esta casa, que es la Santa Capilla, situada en el último suelo.
Lo rico de su ornato y el haber sido la pieza donde nació el Santo Iñigo y en la que se convirtió con la lectura de libros devotos, cuando convalecía en ella de las heridas recibidas en Pamplona, la hacen digna de la atención de los viageros. Su pavimento y las jambas de las ventanas son de esquisitos mármoles, su lecho que casi toca á la cabeza de quien le examina, está decorado con prolijos adornos y tres bajos relieves que un escultor portugués, llamado Jacinto de Vieyra, ejecutó gratuitamente á su paso para Roma, adonde iba en peregrinación. Represéntase en ellos á San Ignacio predicando á sus paisanos, dando la bandera de la fé á San Francisco Javier, y recibiendo á San Francisco de Borja, que vestido de grande de España se arroja á sus pies. Venérase en esta capilla un dedo del santo que en ella nació y se convirtió.
Antes de pasar al colegio permítasenos decir alguna cosa sobre la historia de la Santa Casa que acabamos de reconocer. Este edificio, cuyo origen, como el de los demás solares de Guipúzcoa y Vizcaya es imposible averiguar, porque se pierde en la antigüedad mas remota, era habitado por una familia que fué creciendo en lustre y poder, hasta el punto de mantener gente en campaña, como lo acredita la caldera pendiente de llares que ostenta su escudo, insignia y blasón de ricos—hombres. Debióse la reedificación de esta casa—palacio á un abuelo de San Ignacio, quien según la costumbre de su tiempo hizo un castillo con sus correspondientes almenas.
Sabido es que el en siglo XV afligían á este pais las sangrientas discordias suscitadas por los célebres bandos Oñecino y Gamboino, y que deseando cortar na—

domingo, noviembre 28, 2010

Viage ilustrado (Pág. 520)


Atropello de un alguacil

Enriquez de Cabrera y doña Teresa Enriquez de Velasco, marqueses de Alcañices, y de Oropesa de Indias, en virtud de escritura otorgada en la ciudad de Toro á 24 de mayo de 1681, con la espresa condición de que no se demoliese pared alguna del espresado palacio, por respeto á su venerable antigüedad, Aprobó esta escritura el señor don Carlos II en 14 de julio del mismo año, y el 19 de febrero del siguiente, á nombre de la reina, tomó posesión del mencionado palacio don Manuel de Arce, corregidor de Guipúzcoa; acto que se celebró con grande aparato en presencia de personas distinguidas, y le solemnizó la brillante compañía de paisanos armados de Azpeitia. Hallándose en el real sitio del Buen—Retiro la reina doña María Ana, firmó en 24 de mayo de 1682 la escritura de fundación de este colegio, y pidió á su hijo que le incorporase en el patronato "real con las mismas preeminencias, prorogativas, gracias y esenciones que gozaban el monasterio del Escorial y los conventos de las Descalzas v Encarnación de Madrid. Accedió el señor don Carlos II á las instancias de la reina madre, despachando una cédula el 23 de marzo de 1683, por la que en todas partes confirmaba la referida fundación.
Dueña la compañía de Jesús de la Casa—Palacio de Loyola desde el día 14 de agosto de 1682 por merced de la reina, tomó las oportunas disposiciones a fin de levantar el colegio, y en su consecuencia se puso la primera piedra el dia 28 de marzo de 1689. Hizo en Roma los correspondientes diseños el arquitecto Carlos Fontana, á quien habían dado fama en aquella ciudad, y aun en toda Europa, las muchas obras que proyectó y dirigió durante los pontificados de Inocencio XI1 y Clemente XI. Ignoramos el nombre del artista que se encargó de ejecutar los vastos y difíciles planes de Fontana, constando tan solo que en el primer tercio del siglo XVIII se puso al frente de la obra (que por su mucho coste segura con lentitud) el guipuzcoano don Ignacio de Ibero. Sucedióle don Javier Ignacio de Echevarría, que aun continuaba dirigiéndola en 1767, cuando ó causa de la espulsion de los jesuítas quedó este monumento en el estado en que hoy le vemos, pues desde dicho año no se ha colocado una sola piedra. Los diseños de Fontana, á pesar de la severa crítica que de las obras de este arquitecto hace Milizia, eran dignos de elogio, como lo serian todas las partes del edificio si el que tuvo á su cargo la dirección no le hubiese afeado con estravagantes adornos.
Ocuparon este colegio los jesuitas basta la espulsion verificada por orden de Carlos III; posteriormente se trasladaron á él los canónigos premostratenses de Urdax por haber incendiado los franceses en la guerra de la república el insigne monasterio de San Salvador. Volvieron los individuos de la compañía de Jesús á esta casa en el reinado de Fernando VII, y permanecieron en ella hasta principios de 1841, es decir, seis años después de haber sido estinguida la referida compañía en el resto de España.
La planta del edificio de Loyola es un paralelogramo rectángulo, en el que con el auxilio de resaltos, se figura ingeniosamente un águila en actitud de levantar el vuelo, aludiendo al título de imperial que dio á este colegio su fundadora por ser hija del emperador de Alemania Fernando III. Representa el cuerpo del águila el templo, el pico la portada, los dos lados del colegio las alas, y la cola un resalto en que se halla el vasto comedor y varias piezas accesorias. La fachada principal mira al nordeste y tiene de ostensión, asi como la opuesta que da al Sudoeste 524 pies, ocupando el centro la portada de la iglesia: cada uno de los lados menores no pasa de 210 pies, comprendiendo toda la fábrica 122,000 pies de área próximamente.
Larga seria y agena de nuestro propósito la descripción artística de este santuario; la estensa y magnífica escalinata compuesta de tres ramales, que partiendo el mayor por el centro y los menores por los

jueves, noviembre 25, 2010

Viage ilustrado (Pág. 519)

llado y muerto el judío Gaon, para que su trágico fin sirviese de escarmiento á los demas usureros que en tales tratos le sucediesen, y no osaran infringir los privilegios de la provincia. Sintió el rey la muerte del judío, y resuelto á vengarla salió de Fuenterrabía con mucho número de caballos; mas habiendo tenido noticia los habitantes de Tolosa de la indignación del monarca, se refugiaron en una montaña vecina y dejaron abierta la villa y despoblada a Enrique, quien mandó derribar la casa en que sucedió la desgracia de Gaon y dictó varias providencias contra los culpables. Enterado luego el rey del injusto proceder de su arrendador, perdonó á los tolosanos, y á ejemplo de sus predecesores mandó que nunca se pidiese el citado tributo.
Otro de los hechos que mas sobresalen en la historia de Tolosa, es la batalla de Beotibar. indignados los navarros contra los guipuzcoanos desde que estos se unieron á los castallanos en el año 1200, hacia sin cesar robos y correrías en la frontera de Guipúzcoa. No quedaban impunes tamañas demasías, puesto que los guipuzcoanos perseguían incesantemente á sus vecinos, de los que tan mal trato recibían. Llegaron á ser las hostilidades entre las gentes de uno y otro pais tan continuadas y tan desoladoras y sangrientas, que según dice Henao, no podia ser mayor la destrucción si hubiesen hecho la guerra con anuencia de sus príncipes.
Acrecentáronse estos males en el año de 1321, porque dueños los navarros de los castillos de Gorriti y Lecumberri, recorrían la comarca de Tolosa, llevando por do quiera la muerte y la ruina, y después de hacer cuanto daño podian, retirábanse al abrigo de sus fuertes. Para que de una vez terminasen tantos desastres, se apoderó un cuerpo de guipuzcoanos del castillo de Gorriti, siendo casi al mismo tiempo demolido el de Lecumberri por la valiente compañía de Tolosa. Sucedió esto muy al principio del reinado de Carlos IV en Francia y I de Navarra, llamado el Hermoso, y siendo gobernador de Navarra Ponce de Morentain, vizconde de Anay, de nación francés, el cual ansioso de recobrar las perdidas fortalezas y conquistar la provincia de Guipúzcoa, al frente de un ejército compuesto de navarros, gascones y franceses, entró en Berástegui, villa que saqueó y quemó, y «en cuya iglesia, dice Garibay, se hizo harto desacato.» Esperábale al osado general el castigo de estos delitos en el pequeño llano de Beotibar.
Forman la entrada de este, viniendo de Navarra, estrechos pasos, difíciles de franquear si hay en ellos una corta fuerza que oponga resistencia, y fatales para una retirada sí la fortuna abandona al invasor.
Llegó á Guipúzcoa la noticia de la venida de Morentain, y reunióse de pronto alguna gente de guerra con la compañía de Tolosa, que como mas próxima fué la primera que acudió al punto amenazado, y viendo la superioridad numérica del enemigo, ocuparon los guipuzcoanos ventajosa posición como prácticos que eran en el terreno, situando parte de su fuerza en el punto oportuno, á la entrada del parage llamado de Beotibar, y la restante en una alta montaña que ofrecía comodidad para colocarse en ella mucha gente. Refiérese que ademas usaron de un ardid, que fué subir á la montaña tablas de cubas, y armándolas atestáronlas de piedras, lo que asimismo hicieron con varias clases de vasijas, y llenas y cerradas unas y otras las arrojaron sobre el enemigo, como también muchas y muy grandes piedras sueltas. Metidos los franceses y navarros en aquellos estrechísimos lugares, destrozados por las piedras que de la dicha montaña con gran ímpetu caian, atacados valerosamente por los guipuzcoanos que en el llano estaban, y abrumados por el mucho número de sus tropas, no fueron poderosos para defenderse ni menos para ofender. Derrotados que fueron por los guipuzcoanos, pusiéronse en fuga, en la que acometidos por todas partes perdieron gran número de soldados, dejándolos ó muertos ó prisioneros entre aquellas angostas y fragosas veredas.
Dióse esta sangrienta batalla un sábado á 10 de setiembre del citado año 1321, siendo los primeros gefes de la gente guipúzcoana Juan Perez de Loyola y Gil Lopez de Oñaz. Garibay, Mariana, Henao, y otros historiadores refieren este suceso, y dudan con razón que el número de soldados de una y otra hueste fuese el que consta por antiguos documentos, y es de 800 los guipuzcoanos y 70,000 en el campo enemigo, lo que se atribuye á equivocación en los números; Garibay opina que serian 8,000 los guipuzcoanos; empero habiéndose reunido estos de pronto y habiendo formado la mayor parte de su fuerza la compañía de Tolosa, puede creerse que el error esté en dar á los enemigos 70,000 hombres, siendo acaso 7,000.
Entre los muchos franceses y navarros que en este combate murieron, cúpoles tal suerte al almirante Bernaul, á un hermano del general Morentain, y otros principales personages. Contábase entre los prisioneros Martin de Aibar, hombre cruel que había prometido hacer tanto daño á los guipuzcoanos que ni aun la luz del sol gozarían si por ella no diesen dinero. Tan inhumanos deseos no pudieron realizarse, pues quedó prisionero de los mismos á quienes pensaba perseguir y atormentar, y á los tres dias murió; si de heridas, si de pesar no lo dicen las historias.
Hiciéronse dueños los guipuzcoanos de un rico botin, y de las armas y de los pertrechos de guerra del enemigo, volviendo á Tolosa cubiertos de gloria y cargados de despojos de sus poderosos contrarios.
En memoria de este hecho de armas se celebran aun en el dia grandes fiestas por San Juan que son muy concurridas.
El camino que de Tolosa conduce á Bilbao es una obra atrevida del genio vascongado, abierto al través de enormes montañas, cuya cumbre se eleva á veces por encima de las nubes y presenta á cada paso sorprendentes vistas que cautivan la atención del viagero. A cuatro leguas de distancia y al descenso del puerto llamado Mauria, se encuentra la villa de Azpeitia y el nunca bastante ponderado valle de Loyola, cuyo territorio, que se considera con razón aun el mas pingüe de la provincia, ofrece el aspecto de un vasto, ameno y bien cultivado jardín. Al estremo de este valle está la peña Itzarritz, obra portentosa de la mano del Altísimo, y al frente de ella como para añadir primor á primor, grandeza á grandeza y maravilla á maravilla, el santuario de Loyola, verdadero prodigio del arte levantado por la mano del hombre. Mandó construir esta gran fábrica la reina doña María Ana de Austria, viuda del señor don Felipe IV, la cual deseosa de que en la casa nativa de San Ignacio se erigiese un colegio de la compañía de Jesús, consiguió que en su favor hiciesen cesión del palacio de Loyola, hoy Santa Casa, sus poseedores don Luis

lunes, noviembre 22, 2010

Viage ilustrado (Pág. 518)

la admiración de los inteligentes. Sin otro apoyo que el estribo de poco espesor que está en el vértice, carga sobre el referido arco toda la torre con mas de sesenta hiladas de piedras sillares, y sostiene ademas el empujo de la pared meridional de la iglesia.
Tiene Rentería un convento de religiosas dedicado á la Santísima Trinidad, fundado en 1593 por tres hermanas naturales, de Apellido Anteazu, y hubo un convento de frailes capuchinos, cuyas ruinas se ven contiguas al camino.
Es admirable espectáculo, aunque no singular ni nuevo, el que ofrecen varias huertas y heredades ocupando el sitio en que hace tres siglos surcaban embarcaciones de mucho porte. Hállase aun vestigios de los antiguos muelles y astilleros, y en 1762 se descubrió una escalera de piedra arenisca, de catorce gradas, y cerca de ella una argolla de fierro, que sirvió sin duda para amarrar los buques, por ser acaso el sitio del embarcadero.
Desde Rentería se pasa á una pequeña población situada á la parte opuesta del canal ó rio de Pasages; su iglesia parroquial, dedicada á San Juan Bautista, es antigua y bastante buena; pero lo que mas llama la atención es la basílica del Santo Cristo, que ocupa el centro del pueblo, y se supone que la fundó San Leon, obispo y mártir de Bayona. Es objeto de mucha diversion en el pais, y el 14 de setiembre hay gran fiesta, á la que acuden en romería de todos los pueblos de la provincia.
Por estas cercanías están las poéticas bateleras de Pasages, que nada tienen de poéticas en verdad.
Pasages es una pequeña villa que consta de dos barrios, el de San Juan y San Pedro, divididos por un profundo brazo de mar, de modo que la comunicación entre ambos citados barrios se mantiene por medio de barcas, pues no hay puente que los una. Hace algunos años se pensó en la construcción de un gran puente colgante á manera del de Cubzac, en Francia, pero se abandonó el proyecto por su escesivo costo, y es probable que no se lleve á cabo nunca: la población no tiene nada que ver, y solo el puerto ha adquirido gran celebridad por ser el mas seguro de toda esta costa y por los astilleros que tuvo, donde se fabricaron todas las capitanías de las armadas de España durante la dominación de la casa de Austria. Felipe IV lo visitó en mayo de 1660, y prendado de la agilidad y destreza con que los mugeres manejan el remo, se trajo á Madrid varias de ellas para el servicio de las góndolas del estanque del Retiro, y sin duda do este hecho tiene origen la fama de las bateleras.
Dos caminos iguales en distancia conducen actualmente de San Sedastian á Tolosa, el antiguo por Hernani y el nuevo por Lasarte; pero el año de 1816 este último no estaba todavía transitable, ni existia en Lasarte la magnífica fábrica de hilados y tejidos de algodón de los señores Brunet, que hoy existe, ni tampoco la de fundición del señor Lasala con el molino harinero que tiene contiguo; todos estos establecimientos son modernos y posteriores á la construcción del camino que se abrió al público en 1847. Se pasa por Hernani y se ve la iglesia parroquial, donde está sepultado el capitán Juanes de Urbieta; que fué el que prendió al rey de Francia Francisco I en la célebre batalla de Pavía el año de 1525, libertándole al propio tiempo la vida, de que querían privarle algunos soldados por ignorancia ó por malacia Agradecido el augusto cautivo á los generosos esfuerzos que hizo Urbieta para salvarlo, le dijo que designase el galardón que mejor le pareciese para otorgársele, y éste solo pidió, y obtuvo al punto, el rescate de su general Moncada que se hallaba prisionero en el campo enemigo. Juanes de Urbieta fué natural de Hernani, caballero de la orden de Santiago é individuo del cuerpo de los cien continos ó continuos que formaban la guardia del emperador Carlos V como rey de España; murió en 1553, y su sepulcro está al lado del Evangelio con una inscripción, ya casi borrada, que él mismo dejó escrita, y en la que se menciona el hecho que acabamos de referir.
Cerca de Hernani se ve el monte de Santa Bárbara, llamado asi por una ermita que hay en la cumbre, convertida en fuerte desde la última guerra civil, que en esta parte de las Provincias Vascongadas es donde mas señales ha dejado, y se conservan todavía, de devastación y ruina. La altura de Oriamendi, perdida y vuelta á reconquistar por los carlistas en marzo de 1837, el pueblo de Urnieta, casi reducido á escombros, el puente de Andoain, testigo de la muerte del general Gurrea, y las negruzcas paredes, restos de edificios incendiados que se encuentran á cada paso, en las inmediaciones de San Sebastian, en el barrio de Loyola y en toda la distancia de cuatro leguas hasta cerca de Tolosa, recuerdan sin cesar los horrores de una lucha tanto mas sensible cuanto que fué de hermanos con hermanos. El cielo preserve en lo futuro á este hermoso pais de tamaños desastres, y no permita que se vuelva á ver jamás regado con la sangre de sus hijos.
Tolosa es desde el año 1841 la capital de la provincia de Guipúzcoa: antes lo fué San Sebastian, y esta circunstancia contribuye á mantener cierta rivalidad entre ambos pueblos; pero en honor de la verdad mas útil que perjudicial, porque se revela en las mejoras materiales que en estos últimos años han llegado á ser de consideración. Tiene muy buenas calles y escelentes edificios, paseos, fondas y templos: la iglesia parroquial, dedicada á Nuestra Señora bajo el titulo de la Asuncion, es de lo mejor de la provincia, y sobre todo el retablo mayor, que habiendo perecido en un incendio en 1781, se construyó de nuevo después de la guerra de la Independencia. En el dia nadie que va á Tolosa deja de visitar las dos magníficas fábricas de paños y de papel continuo, en donde ambos productos se elaboran por el sistema moderno, con igual perfección que en los mejores establecimientos análogos del estrangero.
Es célebre en la historia la junta que tuvieron en esta villa el dia 10 de agosto de 1391, los procuradores de ella y los de Segura, Mondragon, Motrico, Guetaria, Villafranca, Vergara, Salinas y Zarauz, para defender la hidalguía de los provincianos y oponer enérgica y justa resistencia á las arbitrariedades de los arrendadores de las rentas reales, asi como el motín que huvo contra un judío de Vitoria llamado Gaon. Tenia éste en arriendo las rentas de la corona, seguir costumbre de aquellos tiempos, y creyendo que por hallarse el rey Enrique IV en Fuenterrabia, era fácil exigir contribuciones, aunque no hubiese derecho para hacerlo, se obstinó en cobrar el tributo llamado Pedido; pero irritados los tolosanos con tan desusada é injusta demanda, se sublevaron, y aunque la autoridad intervino y envió un alguacil para intimarles la obediencia, el representante de la justicia fué atrope—

sábado, noviembre 20, 2010

Viage ilustrado (Pág. 517)

Bateleras de Pasages
ron de nosotros media docena de carabineros de hacienda y nos estrecharon entre sus brazos, si no cordial, por lo menos apretadamente, pero no se crea que fué de regocijo por vernos regresar sanos y salvos de tan arriesgada espedicion, sino para ver si traíamos contrabando liado al cuerpo.»
Antes de volver á Irun pasemos á Fuenterrabía. En la ribera izquierda se ven las poblaciones de Irun y Fuenterrabía, al estremo el monte Jaizquibel, cuya elevación es de 1950 pies sobre el nivel de las aguas, y el célebre cabo de Higuer, en el que levantó Felipe II el castillo de San Telmo, á la derecha la famosa isla de los Faisanes que los franceses llaman de las conferencias, por las que se verificaron el año 1639 con motivo del tratado matrimonial de Luis XIV, rey de Francia, con la infanta de España doña María Teresa, cuya boda se celebró por poderes en la iglesia parroquial de Fuenterrabía, habiendo representado al augusto novio el ministro don Luis de Haro; y sin duda la dan también el mismo nombre por haberse ajustado en ella la Paz de los Pirineos. De frente, el mar Océano, en toda su estension tranquilo y quieto, reflejando sus cristalinas aguas con los rayos del sol que asoma por intervalos como si fuesen las de un estanque levemente agitadas por la suave brisa. Jamás espectáculo mas encantador, variado y ameno se presenta á nuestros ojos. Las alteraciones de la luz producidas por el continuo movimiento de las nubes, mas ó menos espesas, contribuyen á darle tal diversidad de tintas y tanta melancolía, que arrebata involuntariamente la imaginación, elevándola hasta las regiones celestes. ¿Dónde se puede admirar mejor, en efecto, la omnipotencia del Creador que á la vista del conjunto de su sublime obra?
La ciudad nada tiene que ver su celebridad es histórica, y la debe á los sitios que ha sufrido en varias épocas, siempre con gloria, y principalmente al de 1638, del que existen dos relaciones escritas por Moret y Palafox. Sesenta y nueve dias sufrió Fuenterrabía los horrores de un asedio, durante los cuales el ejército enemigo disparó once mil cañonazos, voló seis minas y dio tres asaltos sin fruto: llegó por fin el momento de hacer retirar á los sitiadores, que derrotados por tropas españolas venidas en socorro de la plaza, dejaron en el campo ochenta banderas, dos mil prisioneros, casi todo el material y muchos bastimentos y dinero. Concedióse á los defensores de la población el honor de que la caballería de la hueste libertadora penetrase por las brechas para demostrar el estado en que las habían defendido, y entre otras mercedes y honoríficos títulos, recibió una carta autógrafa del rey Felipe IV, en que prodigaba á sus habitantes las mas lisonjeras alabanzas. En la última guerra civil fué fortificada esta plaza por los carlistas; pero la tomaron en 1837 las tropas de la reina, desde cuya época continuaron poseyéndola.
Pasemos á Oyarzun, pueblo insignificante, cabeza del hermoso valle de su nombre, que lo único notable que tiene es el juego de pelota, reputado por el mejor de España; desde alli, por una vereda que apenas permite el tránsito de las carretas del pais, se pasa á Rentería, bonita villa situada en la parte oriental de Guipúzcoa, á la que el historiador Garibay llama «pueblo gracioso y apreciable.» Fué importante en lo antiguo por su comercio, y hubo en ella tres astilleros, en los que se construían bageles hasta de 800 toneladas, siendo tal el desarrollo de su marina, que llegó á tener 29 galeones propios, y un general, 30 oficiales y 200 marineros empleados á la vez en la escuadra española, lo que parecería imposible atendida su corta población, si no lo confirmasen escritores de crédito y documentos que no dejan lugar á la duda. Su iglesia parroquial es escelente, y el retablo mayor, trazado por el imponderable don Ventura Rodriguez y ejecutado por don Francisco Azurmendi, magnífico. En un ángulo del templo á la parte esterior, mirando á Oeste, hay un arco triangular que es

miércoles, noviembre 17, 2010

Viage ilustrado (Pág. 516)


Vista de Irun




Puente de Behobia sobre el Bidasoa

privilegio á la villa de Irun de tener un cañón junto al santuario con que hacer salva el 30 de junio y 31 de agosto de cada año, en recuerdo de las dos referidas acciones; pero habiendo desaparecido el cañón, sin duda desde la última guerra civil, actualmente va una sección de artillería de la plaza de San Sebastian para hacer las salvas en los dias citados, y la reina doña Isabel II ha concedido permiso á la villa para que lleve en su bandera la corbata de San Marcial.
«Después de ver la basílica, que aparte estos recuerdos gloriosos no merece la pena de tomarse el trabajo de subir la montaña, dice un viagero, llegamos hasta Behobia, pequeña población francesa, contigua al puente á que da nombre; y en efecto, fuimos acompañados de dos personas muy respetables y conocidas en el pais, circunstancia precisa para que no nos detuviese la policía del vecino reino, no estando, como no estábamos provistos del oportuno pasaporte para atravesar la raya. Cerca de Behobia se ve la población de Endaya, reedificada después de la guerra de la república, en cuya época fué incendiada por los españoles.
«Hicimos el viage á pie, pues la distancia desde Irun es menos que un paseo corto, y llegamos sin dificultad á Behobia, pueblo insignificante, de moderna construcción también, y en cuyas casas se conoce el estilo francés, lo mismo interior que esteriormente.
Pasamos una hora en Francia presenciando una diversion de mucho efecto para los del pais y de muy poco ó ninguno para nosotros. Consistía esta en una carrera determinada, al cabo de la cual habia un pellejo inflado, sobre el que debia saltar, poniendo los pies encima, aquel á quien tocaba el turno. Todo el mérito de este salto está en pasar al otro lado del pellejo pisándole y sin caer, lo que conseguían muy pocos dando los demás sendas costaladas en medio de la hilaridad de la numerosa concurrencia que presenciaba la fiesta. Cuando volvimos á nuestra patria, al cabo de sesenta minutos de emigración voluntaria, en la cabeza del puente por la parte española, se apodera—

domingo, noviembre 14, 2010

Viage ilustrado (Pág. 515)

de cencerro al lado.» Sorprendido Rodrigo con tan inesperado hallazgo esclamó: Aranzan-zuc (vos en el espino) y cubriendo con ramas el venerable simulacro se apartó de aquel sitio é hizo sabedores del raro suceso á los vecinos de Oñate, muchos de los cuales precedidos del concejo fueron á cerciorarse del relato de Rodrigo, y descendiendo por una de las mas fragosas vertientes de la citada peña, hallaron la efigie en el mismo punto que habia dicho el sencillo pastor. Hicieron al pronto una capilla de tablas, labrándose después una ermita, á la que se retiró luego una señora guipuzcoana, llamada doña Juana de Arrian, la cual consiguió que se fundase un convento pequeño por no permitir otra cosa la desigualdad y aspereza del terreno. Ocupáronle primeramente los frailes mercenarios, y no pudiendo sufrir lo frio, incómodo y escondido del local, le abandonaron, apoderándose entonces de él los tercerones de San Francisco, que continuaron la obra por los anteriores comenzada. Llegó la época de la reforma de estos frailes, y no queriendo hacerse observantes los que en Aránzazu residían, abrazaron la orden de Santo Domingo, causa y principio de serias y largas discordias. Disputáronse los franciscos y dominicos la posesión de este santuario, y al fin quedó por los primeros. En el año de 1552 un horroroso incendio destruyó el referido convento; reduciendo á cenizas su archivo y todas sus curiosidades, que no eran pocas. Hízose otro edificio mas vasto y suntuoso que el anterior, con el producto de las limosnas de las muchas personas que venían á implorar en esta iglesia los favores de la Reina de los Angeles, distinguiéndose por la riqueza de las ofrendas, los marinos y navegantes vascongados. Celebrábanse por su magnificencia en el convento, el refectorio y la enfermería, y habia elegantes retablos en la iglesia, hechos por Diego Basoco, y adornados con bellas efigies de Gregorio Hernandez. Todo pereció en 1834 por haber entregado á las llamas este santuario las tropas que perseguían á los carlistas. La sagrada imagen fué conducida á la villa de Oñate y colocada en el convento de Vidaurreta, por los religiosos que la sacaron de entre el fuego.
En 1846 ha sido de nuevo llevada la imagen de Nuestra Señora al santuario que nos ocupa, reedificado con las limosnas de los guipuzcoanos, que han hecho los mayores sacrificios hasta conseguir este objeto. Penetrando de nuevo en la carretera de Francia se llega á San Sebastian.
Esta ciudad, por cuatro veces incendiada, quedó completamente destruida en 1813. Ocupábanla las tropas de Napoleon, y habiéndola sitiado los aliados dieron varios asaltos, en uno de los cuales se voló casualmente un almacén de combustibles, y aturdidos los sitiados con el estruendo que produjo, corrieron á guarecerse al castillo dejando la plaza abierta á los anglos—portuguescs, que aprovechándose del no esperado suceso, en un instante y sin obstáculo, la ocuparon toda. Grande fué la alegría de los vecinos de San Sebastian viendo que era llegada la hora de conseguir su deseada libertad; pero la recibían de estrangera mano, y de uno ú otro modo habia de serles muy costosa. Desbandáronse los sitiadores por la población, y roto el freno de la disciplina, no quedó linage de esceso que no cometieran. En medio de tanta calamidad, empezó, y se estendió con la mayor rapidez, un horroroso incendio que hizo desaparecer los mejores edificios, pues mas de setecientos que habia, solo quedaron treinta y seis, y se redujeron á cenizas sus archivos, acaso los mas ricos de todas las ciudades de España.
Desde esta época no ha dejado de trabajarse en la reedificación, y tanto se ha echo, que en el día puede decirse que se halla terminada. San Sebastian es por consiguiente una ciudad moderna, con sus calles rectas y limpias con sus casas de lindo aspecto, simétricas é iguales todas en altura, con una hermosa plaza, un bonito teatro, construido hace pocos años, un escelente hospital estramuros de la población, buena casa de baños, paseos, fondas, cafés y todo cuanto es necesario para gozar de las comodidades de la vida.
En la estación del calor es muy concurrida á causa de su benigna temperatura, que no escede de 18 á 24 grados de Reaumur, y de su bellísima playa ó concha, la mejor y mas segura de toda esta costa para bañarse en el mar. Los vascongados son aficionadísimos al juego de la pelota, y raro es el pueblo, por pequeño que sea, donde no lo hay.
Llegamos á Irun, se ignora el origen de esta villa, último pueblo de España por esta parle, pues ha sido varias veces incendiada, yen su consecuencia perecieron los papeles de su archivo; pero ha quedado, sin embargo, memoria de muchos sucesos históricos con que se han señalado sus moradores defendiendo la frontera. Compónese el casco de la población de varias calles con buenos edificios, entre los que sobresalen la aduana, de moderna construcción, y la casa de ayuntamiento de buena arquitectura, cuya magestuosa fachada de piedras sillares areniscas, ocupa el frente meridional de la plaza principal que es muy capaz, y ofrece una perspectiva agradable: en ella se ve una columna con la efigie de San Juan Bautista erigida en memoria de un hecho de armas que honra á los naturales del país, quienes vencieron en este punto, y dia 15 de marzo de 1470, á una columna de 1,000 franceses labortanos; debiendo notarse que en su huida se quisieron defender muchos de ellos en la torre Aranzate, y su dueño, el señor Urdanibia, fué el primero que mandó prenderla fuego para que muriesen abrasados los franceses, como sucedió con 120, entre los que se contaba su gefe. En el corto espacio que media desde esta villa al puente de Behobia sobre el rio Vidasoa, que divide los dos reinos de España y Francia, se halla á la derecha del camino real la montaña de San Marcial, célebre por las dos batallas que en ella se han dado, igualmente gloriosas para las armas de nuestro país. La primera sucedió en el primer tercio del siglo XVI, y fueron acuchillados los alemanes y franceses que en gran número habían pasado la frontera; la segunda, el 31 de agosto de 1813, precisamente el mismo dia que ocurrió el incendio y toma de la plaza de San Sebastian. Los franceses al mando del mariscal Soult, venían al socorro de esta plaza y de la de Pamplona, igualmente sitiada por los aliados, y sufrieron una derrota que les costó 4,000 hombres muertos y heridos, viéndose obligados á repasar el río precipitadamente. En la cima del monte hay una ermita donde se ve una lápida de mármol negro, con letras de oro, que refiere este suceso, erigida por la villa de Irun en 30 de junio de 1815, y en la iglesia al lado del Evangelio hay otra losa tumularia de la misma especie, también con letras de oro, que cubre el sepulcro de los españoles que murieron en la batalla. Fernando VII concedió

lunes, noviembre 08, 2010

Viage ilustrado (Pág. 514)

cias de Álava y Guipúzcoa; el último pueblo de la primera de estas es el de Salinas, situado á la derecha de la penosa cuesta de su nombre. En su jurisdicción nace el rio Deva, sobre cuya margen derecha está el santuario de nuestra señora del Castillo y la fabrica de sal que se provee de una fuente salobre y da nombre al pueblo. Desde la cuesta de Salinas se descubre el famoso valle real de Leniz, en que al terminar aquella se penetra. Fertilízalo con sus cristalinas aguas el rio Deva, y lo hermosean y enriquecen los montes que orillan sus costados. En él es en donde por la vez primera se ofrece á la vista del viagero la constante laboriosidad del labrador guipuzcoano, á cuyo infatigable afán se deben esas frondosas arboledas, esos prados artificiales y esa admirable vegetacion que cubre las montañas desde sus faldas y laderas hasta sus mas encumbradas cimas.
La primera villa del valle, siguiendo siempre la carretera, es Escoriaza, situada á la falda de la montañuela de Aldaya, entre la corriente del Deva y uno de sus afluentes llamado Bolívar. Su única curiosidad es la iglesia nueva construida á mediados, del pasado siglo á espensas de un joven, que siendo sacristan de la antigua fué á buscar fortuna al Nuevo Mundo, ofreciendo si lo conseguía, dotar á su patria con un templo mas capaz y decente. Hízose rico en breve tiempo y cumplió al punto su promesa.
Antes de entrar en Escoriaza se ve á la derecha del camino el suntuoso, vasto y triste edificio que á fines del siglo XV fundó con destino á hospital y hospedería, y con su correspondiente iglesia, don Juan de Mondragon y Ascarretazabal.
Media legua mas adelante se encuentra la villa de Arachavaleta, situada al pie del montecillo denominado Arizmendi, y célebre por sus famosos baños y por su suntuosa hospedería, la mejor acaso que existe en lodos los establecimientos de esta especie en nuestro pais. En la sierra de Zaraya, no distante de la población que nos ocupa, hay una hermosa gruta ó caverna caliza, y en la montaña de Achorroz, subsisten vestigios del antiguo castillo del mismo nombre. Nada se sabe de la época de su fundación; pero consta que el año 1200 tomó posesión de él el rey don Alfonso el Noble, y que en el siglo XV sirvió para contener á los revoltosos habiéndole defendido los habitantes del valle; en el siglo XVI fué completamente destruido sustituyéndole una hermita del título de la Santa Cruz, que todavía subsiste, y en cuyas inmediaciones hace pocos años se descubrieron y sacaron armas y otros objetos que denotaban estar alli de tiempos muy remotos sepultados. Esto es lo que dice la historia; la tradición por su parte ha embellecido también aquellos sitios con uno de esos cuentos patéticos que cautivan é interesan.
Una de las poblaciones importantes del valle de Leniz es Mondragon, patria del historiador Garibay, que floreció en el siglo XVI y fué el primero que escribió una historia de España, dándole el modesto título de compendio. A media legua de distancia de esta villa esta el Santuario y baños de Santa Águeda, los mas concurridos quizá de toda la Península y de los que mayor número de curas milagrosas se cuentan. Es verdad que son muy antiguos, pues consta que hace mas de cuatrocientos años llegaban gentes en romería á rezar á la santa, y de paso á tomar las aguas; en el dia sucede al revés: van muchos á tomar las aguas y solo algunos rezan de paso á la santa.
Labróse hace tiempo un hospicio para los pobres, del que solo quedan restos, y los demás concurrentes se acomodaban en las inmediatas caserías, hasta que 1826 se construyó una casa de baños y una buena fonda, que aun cuando es menos lujosa que la de Arechavaleta, se disfruta en ella de mucha comodidad y escelente servicio.
Pocos son los bañistas de Santa Águeda que dejan de visitar la gran peña de Udala, donde está la famosa cueva de San Valerio, que es un magnífico palacio de cristal, de sorprendente y mágico efecto, con inmensas bóvedas adornadas de estalactitas y con mil caprichosas figuras cuya descripción seria interminable; alli se ven estensas galerías, suntuosas tumbas y elegantes pabellones, todo labrado por la naturaleza, y en vano es querer tocar los límites que el Criador dio á este recinto, porque los precipicios lo impiden.
Antes de llegar á Vergara se encuentra la ermita de San Prudencio, de donde parte un hermoso camino para Oñate. Oñate es celebre por su famosa universidad, por sus edificios y por el importante papel que representó en la última lucha civil, pues ademas de haber sido residencia de don Cárlos, se firmó en ella el memorable convenio de Vergara. La iglesia colegial de San Miguel es bellísima, y merecen verse con detención las capillas llamadas del Conde y de San Emeterio y San Celedonio, asi como la elevada torre que al estremo occidental del edificio construyó el arquitecto guipuzcoano don Manuel Carrera en 1779 y siguientes hasta el de 1784.
El colegio universidad, fundación hecha por don Rodrigo de Mercado y Zuazola, obispo de Mallorca, de Sigüenza y de Avila, y virey de Navarra, se trazó y comenzó el año 1542. El edificio forma un cuadro, con un patio en el centro al que circundan dos galerías de piedra. Adornan su fachada cuatro especies de torres; las dos de los ángulos tienen tres cuerpos, y las del centro solo dos, y unas y otras sientan sobre pedestales y rematan en cupulillas
Matriculábanse anualmente en esta universidad sobre doscientos discípulos, y de ella han salido en todos tiempos esclarecidos varones, honra y prez de la nación española. En el dia se halla suprimida desde el último arreglo.
En la plaza, que es grande y de forma irregular, se ve la casa de ayuntamiento, edificio costoso, pero de mal gusto, en su planta baja tiene soportal con tres arcos por el frente y dos por los costados. Cerca de este edificio y en el mismo lienzo orizontal esta la casa que habitó don Cárlos.
En jurisdicción de Oñate y á dos leguas de distancia de la misma villa se halla el devoto santuario de Nustra Señora de Aránzazu, patrona de los guipuzcoanos, y uno de los principales objetos de su devoción, circunstancia que nos mueve á dar noticia de su historia. Estaba un joven llamado Rodrigo de Balzategui, hijo, y posteriormente señor de la casa de su apellido, apacentando los rebaños de su padre en la falda de la montaña Alona, en virtud de las costumbres patriarcales de este pais, costumbres que la mano del tiempo está insensiblemente borrando, é internándose un dia mas de lo que acostumbraba por aquellos tan ásperos lugares, vio sobre un espino «una devota imagen, dice, Garibay, de la Virgen María, de pequeña proporción, con la figura de su Hijo precioso en los brazos y una campana á manera de gran—

domingo, noviembre 07, 2010

Viage ilustrado (Pág. 513)

Reales vellon

pañuelos, id. de seda en cintas,
mantillas, pañuelos y tisú de oro.............................. 4.941,508


Islas Canarias.


Valor de las importaciones de Europa
y Africa en aceites, aguardientes, acero
y hierro labrado, vinos de todas clases,
tejidos de algodon, seda, lana, lino,
cáñamo y mezclas, licores, quincallería,
objetos de moda, maderas, maquinaria,
plomo, cobre, papel y partidas varias........................17.371,630
Valor de las importaciones de América,
en aceite de ballena, aguardiente de caña,
albayalde, almidón, alquitrán, añil,
arenques, arroz, azúcar, bacalao, badana,
bálsamos varios, becerrillos, caballos,
y yeguas, cacao de todas clases,
café, cera, cueros de todas clases,
duelas, dulces, escopetas, esponjas,
galleta, harina, hierro, hilazas, latón,
lino, lonas, maderas, manteca de vacas,
miel de caña, perniles, piedra de cal,
pintura aderezada, pila, pólvora, queso,
relojes, sebo, sillas de montar, té verde
y de perla, velas de esperma y
tejidos de todas clases............................................2.680,237
Valor de las esportaciones de Canarias
á Europa y Africa, en Almendras,
altramuces, astas y pezuñas de animales,
aves, barrilla, café, carbon mineral,
cochinilla, dulce, frutas secas, losas,
moneda estrangera, musgo, naranjas,
novillos, pan, pavos, pasas, pescado salado,
plátanos, vino y zumaque........................................3.689,873
Valor de la esportacion á América en
los mismos géneros con poca diferencia.................1.337,869


Los datos que acabamos de presentar á nuestros lectores, bastan, en nuestro sentir, para formar una idea completa del estado actual de nuestras relaciones comerciales con los principales mercados del mundo. Las cuatro ramificaciones del trabajo útil y productivo que hemos estado examinando, tienen entre sí la mas estrecha conexión, de tal modo, que uno de ellos no puede disminuir ni prosperar sin que los otros disminuyan ó prosperen. Todos y cada uno de ellos producen riqueza, es decir, objetos cambiables, y la riqueza tiene tal virtud espansiva, que sus incrementos ó desfalcos son comunes á todos los ramos de labor que la crean. No se infiere de aqui que todos ellos pueden brotar de pronto del seno de una nación, ni que todos ellos adelanten con perfecto paralelismo, y la razón es porque las facultades productoras no son iguales en todos los puntos geográficos del globo, y cada cual debe empezar por aquellos trabajos que están mas á su alcance, y que obtienen mayor recompensa. Este es el verdadero modo de crear capitales, sin los cuales no puede haber trabajo, cambios, ni crédito. Las naciones envejecidas en los desaciertos de una legislación fiscal, errónea, turbando el plan de la natureleza, impiden que los capitales se formen espontáneamente, que se aumenten por el desarrollo de los mismos principios que le dieron origen, y que se establezca ese saludable equilibrio de necesidades y suministros, que es el signo caracterísco de un buen sistema económico. Cuando se reconoce el error y se trata seriamente de repararlo, el gran problema que hay que resolver, es ¿cuál es el ramo de industria que se halla en aptitud do crear mas capitales? En España, la agricultura atrasada, falta de medios de conducción, ahogada á veces bajo el peso de la abundancia de sus frutos; la minería reducida á un pequeño número de distritos, y acobardada por ruinosos escarmientos; la industria impulsada por medios artificiales y violentos y esparcida en gran número de ramificaciones heterogéneas, están escluidas de aquella posibilidad. Queda, pues, el comercio, cuya estrema movilidad, cuyos inagotables recursos, cuya celeridad en recorrer todos los trámites de la especulación, le aseguran la inapreciable ventaja de fijar y propagar la riqueza, sacándola en breve tiempo de la nada, y adivinando por decirlo asi, los manantiales ocultos, donde aguarda el soplo vivificador del cambio. Esto es lo que la España necesita, y lo que debemos aguardar del progreso irresistible que están haciendo las sanas doctrinas económicas.
Hemos dado una idea general relativa á la historia de España, y también la hemos considerado bajo el punto de vista literario, agrícola é industrial, con lo cual creemos haber dado un digno preliminar, porque asi lo exigía la importancia de nuestra patria. Llega el momento de considerarla geográficamente, v emprendemos la tarea, dando comienzo á nuestras escursiones, por las provincias vascongadas, y recorremos sucesivamente todos los puntos de la Península hasta llegar á las dos Castillas, con lo cual completaremos nuestro viage por los dominios ibéricos, á fin de entrar seguidamente en los lusitanos.
Se toma la carretera real de Francia en dirección á la provincia de Guipúzcoa, se pasa la llanura de Vitoria, se entra en la cordillera de Arlaban y se pasa el puerto del mismo nombre, célebre por haber sido teatro de varias acciones de guerra. En 1811 el general español Mina, derrotó una columna francesa que conducía algunos prisioneros y un rico convoy; en 1813 el mismo general consiguió un triunfo parecido contra otra columna de tropas francesas; en la última guerra civil se sostuvo un choque violento entre las fuerzas del ejército de la reina y las de don Carlos, el 16 de enero de 1836, y por último en 23 de mayo del mismo año volvió á repetirse el ataque posesionándose de la cordillera las tropas de la reina que habian tomado antes los puertos de San Adrian y Aránzazu. Todo esto lo refieren con interesantes detalles los conductores y postillones que sirven los carruages, como testigos y actores que fueron los mas de ellos de dichas refriegas, pero sin acrimonia, sin exageración y sin mostrar odio ni resentimiento, porque los vascongados, que con tanto denuedo sostuvieron la causa de don Carlos hasta el célebre convenio de Vergara, son hoy los subditos mas fieles de la reina, y solo recuerdan aquellos sucesos para lamentar las desgracias y perjuicios que esperimentaron.
La cordillera de Arlaban divide las dos provin—

lunes, noviembre 01, 2010

Viage ilustrado (Pág. 512)

Reales vellón.
naranjas y limones, pasas, pieles de cabrito,
plata en pasta, plomo, regaliz, sal,
seda en capullo, en rama y en desperdicios,
vino y tejidos de lana, seda y en pañuelos..................... 133.040,079
A Holanda, en pasas, regaliz y vino
de todas clases.............................................................. 1.051,343
A Inglaterra, en aceite, aguardiente,
alcohol, almendra, almendrón,
añil, avellanas, azafrán, azogue,
cochinilla, corcho, cuadros al óleo,
estaño, castañas, higos, frutas verdes,
ganado vacuno, trigo, maíz.
hierro, lana, mineral cobrizo,
id. de plata, moneda, naranjas y limones,
pasas, plata en pasta, plomo en barras,
regaliz en extracto, rubia, sal, seda torcida,
id. en rama vino de todas clases y
varias partidas.............................................................141.412,040
A Gibraltar, en aceite, aguardiente,
azafrán, azúcar, alpiste, anis, cacahuete,
trigo, hilo de oro y plata, lana lavada,
moneda, pasas, seda torcida, seda en rama,
vino de todas clases, sarga y pañuelos de seda..............5.763,315
A Malta, en vino de Jerez................................................ 481,020
A Marruecos, en cochinilla, frutas secas
granos y partidas varias.................................................... 683,208
A Portugal en aceite, añil, azúcar,
ganados de todas clases, granos y
semillas de todas clases.................................................. 3.963,763
A Prusia, en sal y vino...................................................... 436,246
A Rusia, en frutas verdes, plomo en
barras, sal, vino común y de Jerez.................................. 3.867,312
A Suecia, en aceite, sal, plomo en barras,
vino común y de Jerez.................................................... 3,071,441
A Toscana, en anchoas, merluza, sardinas,
plomo en barras y vino común........................................1.608,234


Esportaciones á América, inclusas las colonias españolas.


A Cuba, en aceite, aceitunas, aguardiente,
almendra, armas de fuego, arroz, azafrán,
azulejos, bacalao, badana, barajas, calzado,
cáñamo, carne salada, chocolate, conservas,
corcho, cuerdas para guitarra, dulces embuchados,
encurtidos, frutas secas, galones, galleta,
granos, legumbres y semillas, harina, herramientas,
hierro, hilo de todas clases, hortaliza, jabón,
jamón, jarcia, ladrillos, libros, licores, loza,
moneda, papel, pastas de harina, pescado salado,
pieles, pimiento molido, plomo en perdigones,
prendas militares, ropa hecha, sal, sebo,
seda para coser, tocino salado, velas esteáricas
y de sebo, vinagre, vino común, y de Jerez y Málaga,
tejidos españoles y cintas y partidas varias......................101.600,143
A Puerto Rico, en los mismos géneros que á Cuba.............8.193,408
Al Brasil, en aceite, harina, pasas, plomo, sal,
vino común y de Jerez y Málaga, y tejidos de seda.............2.373.089
A Chile, en aceite, aguardiente, moneda,
papel de todas clases, pasas, pimiento molido,
vino común y de Málaga, tejidos de seda y en
cintas, libros y partidas varias...............................................6.493,301
Al Ecuador, en papel de todas clases,
pimiento molido, vino y tejidos de seda..................................798,743
A Estados Unidos, en aceite, aguardiente,
almendra, corcho en tapones, esparto obrado,
frutas secas, moneda, naranjas y limones, pasas,
plomo en barras y en perdigones, regaliz, sal,
uvas, vino común, de Jerez y Málaga,
y partidas sueltas..................................................................24.086,202
A Méjico, en aceite de comer, aguardiente,
azafrán, harina, hierro, seda para coser,
vino común y de Jerez, y tejidos de hilo y seda.....................9.793,621
A Nueva Granada, en partidas varias..........................................20,630
Al Perú, en hierro en clavazón, seda para coser,
vino de Jerez y partidas varias..................................................813,200
Al Rio de la Plata, en aceite, aguardiente,
harina, hierro en clavazón, jabón, moneda,
papel de todas clases, pimiento molido, sal,
seda para coser, vino común de Jerez
y de Málaga, y tejidos de seda...............................................7.708,338
Al Uruguay, en vino de todas clases
y partidas varias.........................................................................320,418
A Venezuela, en aceite de comer, aguardiente,
garbanzos, jabón y vino de todas clases.................................2,878,031
A las posesiones danesas, en moneda,
pasas, vino y partidas varias......................................................866,995
A las posesiones inglesas, en plomo en barras,
sal vino de todas clases...........................................................1.701,183
A las islas Filipinas, en abanicos, aceite,
aceitunas, aguardiente, almendras, arroz,
bacalao, barajas, botones, calzado, cochinilla,
dátiles, dulces, embuchados, frutas secas, gorros,
granos, legumbres y semillas, harina, hortaliza,
instrumentos de música, jabón, jamones, latón,
libros, licores, loza de porcelana, maná,
manteca de vaca, papel, paraguas, pasas,
pastas de todas clases, pimiento molido,
plomo, queso de todas clases, sal, salchichón,
sillas de montar, simientes, tabaco en cigarros,
velas de sebo, vinagre, vino de Jerez,
tejidos de hilo, y de lana en