viernes, octubre 05, 2007

Viage ilustrado (Pág. 84)

de siglo en siglo ha venido perpetuándose entre ellos sin mucha alteracion, asi como tambien la sobriedad de que tanto se glorian. Como dichas leyes se ocupan de los comestibles, determinando la impureza ó pure­za de unos y otros, no hay ningun mahometano que, conforme á los preceptos de su religion, no sea estremadamente circunspecto en todo lo relativo á los ali­mentos. En cuanto á carnes, las de carnero y cordero son casi las únicas de que ellos se nutren, el buey se ve muy rara vez en sus mesas, pero la gallina es muy comun aun en las casas menos acomodadas. Si los mahometanos comen poca caza, más que por el disgusto que hácia ella sienten, es por el temor de alimentarse con la carne de un animal inmundo que podría haber sido muerto contra el espíritu de su religion; ademas de esto, hay algunos que profesan el principio de no maltratar á los animales, por lo cual nunca se ve entre ellos en ningun tiempo un gusto muy decidido por la caza. El pescado no lo buscan tampoco mucho mas, y en cuanto á la carne de puer­co y de jabalí lodos los pueblos musulmanes las miran con terrible aversion. Durante todo el año hacen mu­cho uso de los vegetales, de las legumbres, de la le­che, de los confites y de las frutas, que son deliciosas en todos los paises el Oriente.

Plan de los jardines del sultan en Constantinopla

Los platos de entrada, los entremeses, los mismos asados se sirven en pedacitos muy pequeños, de modo que nunca tienen necesidad de cuchillo ni de trin­chante. La gallina la ponen cocida, por lo cual pue­den fácilmente con los dedos sacar las tajadas. En la mayor parte de las familias los hombres comen sepa­rados de las mugeres; hacen dos comidas al dia, una entre diez y once de la mañana, y otra á la entrada de la noche, media hora antes de la puesta del sol. El padre de familia come casi siempre solo, los niños aparte y las mugeres en el harem, tambien separada­mente para evitar que entre ellas se susciten celos. De cuando en cuando hay convidados á una casa parien­tes ó amigos, pero no deben nunca ser muchos, porque apenas hay mesa para mas de cinco ó seis personas. En el buen tiempo, el comedor suele ser el punto mas alegre de la casa, y es tanto mas fácil ir variando de local, cuanto que el servicio de la mesa exige poco aparato. A la hora de la comida los criados llevan los platos colocados en tablas sobre las cabezas. Las mesas en que se come son pequeñas, redondas y forradas de cobre; las cuales se colocarn sobre una especie de escabel que les sirve de pie. El dueño de la casa con un amigo ó dos se sientan junto á la mesa con las piernas cruzadas ó con un pie estendido bajo aquella, y los demas se colocan alrededor en almohadones que hacen las veces de sillas. Tan luego como la comida se sirve, llevan todos la mano al plato, siendo siempre el anfi­trion el que da el ejemplo, terminando generalmente el banquete con un plato nacional hecho con arroz co­cido y carnero ó gallina, único plato para el cual aparecen las cucharas.
El khoschab, por donde concluyen definitivamente las comidas, es una bebida dulce, hecha con uvas secas, manzanas, peras, cerezas, albaricoques y otras frutas cocidas con azúcar y mucha agua. Esta bebida es casi la única de que hacen uso. Pocas son las per­sonas que piden de beber durante la comida, espe­cialmente en invierno, y lo único que se les presenta

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