da de un general, 1,200 hombres y algunos caballos muertos, y varias lanchas y botes que olvidaron por la precipitación y desorden. Los españoles perdieron asimismo 230 hombres y tuvieren tambien que lamentar el incendio de algunos montes y casas de campo. El general francés Soult, á la cabeza de 8,000 hombres se apoderó por capitulación del Ferrol el 27 de enero de l.809, después de algunos dias de sitio. Tambien fue asediada esta villa por los franceses y realistas en 1823, y hubo de abrirles las puertas. Las armas del Ferrol consisten en una torre almenada, de la que está suspendido un gran farol, lo que parece aludir al origen que dijimos se suponía tener el nombre de la villa. Divídese esta en tres partes denominadas: Ferrol viejo, Ferrol nuevo ó la Magdalena, y Esteiro. La primera, como indica su nombre, está formada por la primitiva vida, presentando el desagradable aspecto de los pueblos antiguos, calles estrechas y tortuosas, casas pequeñas y desiguales, etc., etc. El Ferrol nuevo es por sí solo una población lindísima; su planta es un paralelógramo de trescientas mil varas cuadradas, cuya longitud atraviesan siete calles, compuestas de hermosas casas, las que son cruzadas por otras nueve. Todas están tiradas á cordel, y tienen diez varas de ancho. En el Ferrol nuevo se hallan también tres hermosas plazas; las dos primeras, la del Carmen y la de los Dolores, formando cada una un rectángulo de ciento veinte varas de longitud y ciento diez de latitud; en la otra está situada la hermosa casa que sirve de cárcel y ayuntamiento, de que hablaremos después. Las manzanas que forman las casas son enteramente iguales en figura de rectángulo, cuyos lados mayores tienen cien varas de estension y los menores cuarenta. El Ferrol nuevo no data mas allá de mediados del siglo pasado, pues se construyó al mismo tiempo que los arsenales. De aquella época es el Esteiro, cuyas calles, aunque no tienen la igualdad de las del Ferrol nuevo, están alineadas. En este barrio hay también una gran plaza, llamada el Cuadro, la que forma un paralelógramo rectángulo. Toda esta hermosa población está rodeada de fortificaciones compuestas de muros aspillerados, baluartes y baterías donde pueden colocarse doscientas nueve piezas de artillería, y que forman un perímetro de ocho mil cuatrocientas varas. Fueron terminadas estas obras de defensa en 1774.y ascendió su coste á 3.000,000 de reales. Las puertas de la villa son en número de seis, de las que tres dan á la marina, y tres á la parte de tierra. Los edificios públicos del Ferrol son muchos y magníficos; daremos de ellos una breve noticia. La parroquia del pueblo, que tiene por advocación San Julian, y cara curato, que es de término, es presentación del conde de Lemos, antiguo señor feudal de toda esta comarca, está situada en el centro del Ferrol nuevo, y fue acabada en 1772. Forma su entrada un elegante vestíbulo de tres arcos de piedra de sillería, que corresponden á otras tantas puertas. La fachada, que es elegante, sencilla y suntuosa, está terminada por un frontispicio con una cruz de hierro dorado y varios remates piramidales, y tiene á sus flancos dos graciosas torres le sillería. La planta de toda la iglesia es cuadrada, y sobre su área se alza un crucero formado por cuatro capillas y una espaciosa media naranja coronada por una elegante linterna. El interior es de muy buen gusto y espacioso; reina en él, asi como en el esterior, el órden compuesto. La parroquia castrense, que hasta 1847 ocupaba la bonita capilla de San Fernando, edificada en Esteiro en 1735, se trasladó á la iglesia del convento de San Francisco, fundada en el Ferrol viejo en el siglo XIII por uno de los compañeros del citado santo, y reedificada con mejoras en 1377 por Fernán Perez de Andrade, progenitor de los actuales duques de Alba como condes de Lemos. Aunque la planta de este edificio es rectangular, la iglesia es en figura de cruz, con cuatro capillas y una media naranja. El interior está decorado con pilastras de orden toscano y la fachada con otras de orden dórico. También tiene dos torres que están sin acabar. Ademas de las dos iglesias referidas hay nueve capillas, unas antiguas y otras de época muy reciente, mereciendo particular mención la de los Dolores y la del Cementerio. La cárcel es un bonito edificio aislado, inmediato á la alameda, de mucha solidez y simetría, y que presenta su principal fachada á la plaza mayor. Es uno de los edificios de su género mejores de España por la comodidad y buen orden de sus encierros. En un elegante y estenso salon del mismo celebra el ayuntamiento sus sesiones y tiene sus oficinas. La casa llamada consistorial ó de la villa, está situada en el Ferrol nuevo, y en sus espaciosas estancias se encuentran la escuela pública y la cátedra de latinidad. El hospital de caridad es un magnífico edificio, moderno también, y situado en la calle de Canido; fué fundado en tiempos antiguos en el Ferrol viejo con los piadosos objetos de hospedar los peregrinos, y curar enfermos pobres; hoy decaído y falto de recursos, como todos los establecimientos de su clase en nuestra desgraciada patria, á causa de la inversion dada á los bienes eclesiásticos de que se sostenía, puede albergar apenas cuarenta enfermos, número insuficiente para las necesidades de la población. Hay en este establecimiento una escuela de niñas pobres y una iglesia muy capaz, dedicada al Espíritu Santo. El hospital militar es un edificio bastante espacioso, situado en Esteiro, construido en 1751. Su fachada presenta una escelente vista, tiene á un lado su capilla, con advocación de la Virgen de los Dolores, y al otro una torre con un reloj. Hay en este hospital una buena botica y cementerio; los enfermos que acoge suelen ascender de ochenta á ciento. También merecen consideración, ademas de los referidos, los edificios del cuartel de guardias marinas; otro, no concluido, dedicado al mismo objeto; el cuartel de la plaza; las casas de la capitanía general del departamento, é intendencia; la contaduría, la aduana, el matadero, y sobre todo los magníficos arsenales que son la admiración de todos, y que exigen una descripción particular, si bien tan sucinta cual conviene á la índole de nuestra obra.
Después del establecimiento del arsenal en la villa de la Grana, como dijimos en la parte histórica, se hicieron en Esteiro doce gradas de construcción, que se terminaron en 1731, y que hoy subsisten. Luego se edificaron la dársena para resguardo y seguridad de los buques, los diques para carenar en seco toda clase de aquellos, y las obras del interior del arsenal y sus accesorios, en el espacio bien corto de 1732 á 1770, bajo la dirección del general de marina, don Cosme Alvarez. No lejos del Ferrol está el arsenal llamado de Carranza que ocupa un área de ciento cuarenta y siete mil varas cuadradas, cercado por la ria, y por una fuerte muralla por la parte
No hay comentarios:
Publicar un comentario