ludable y de una campiña deliciosa, y tiene una iglesia parroquial con el título de colegiata. Su origen es remoto, y conserva restos de un astillero para la constricción de buques, que se supone existia aun en 1628. En lo antiguo estuvo murada con dos castillos para su defensa. Su nombre indica su situación á orillas del Eo, cuyo rio nace en el valle de Pedroso, no lejos de Lugo y después de haber corrido cinco leguas hacia el Norte empieza en el lugar de Conforto á servir de línea divisoria entre Asturias y Galicia por espacio de tres leguas y media.
Rivadeo es desde largos tiempos cabeza de un condado que poseyó la familia de Villandrado, y hoy está unido á la casa de los duques de Hijar. Los condes de Rivadeo tenían y conservan el singular privilegio de comer con el rey el dia de Reyes, siempre que lo hace en público, y recibir luego el vestido completo que usa en semejante dia. Esta circunstancia nos hace recordar naturalmente haber visto cien veces en Madrid la ceremonia de la traslación del trage, que se hace en un coche de etiqueta escoltado por alabarderos ahora, y antes por guardias de corps, en el que va dentro un gefe de palacio que lo presenta en una bandeja de plata al duque de Hijar, como conde de Rivadeo.
He aqui el origen de este privilegio.
«Cuentan que uno de los antiguos monarcas de Castilla fué cierto dia convidado á un banquete por uno de sus próceres, hombre turbulento, ambicioso y froz, que tenia dispuesto nada menos que darle muerte en union de otros conjurados para sus fines particulares. Si supiéramos el reinado en que esto aconteció seria fácil adivinar á qué parcialidad pertecia el prócer traidor, y quizás pudiéramos descubrir su nombre; pero nada de esto ha llegado á nuestra noticia, y he aqui por qué desconfio de la exactitud. Sea de ello lo que quiera, es el caso que un joven de la familia de Villandrado page á la sazón del rey, oyó por casualidad algunas palabras que le descubrieron el terrible proyecto tramado contra la vida de su señor, y resolvió salvársela aun á costa de la suya propia. Dirigióse con presteza al salon del festín, cuando se hallaban en medio de la comida, y presentándose al rey le manifestó que tenia que hablarle en el acto de un asunto de la mas alta importancia, suplicándole que pasase para escucharle á una cámara vecina por ser cosa en estremo reservada. Accedió el rey al punto, pues tenia gran confianza en su page, y los conjurados se miraron unos á otros temerosos de haber sido descubiertos; mas luego reflexionaron que este incidente podia ser casual, y como por otra parte la estancia en que habian entrado el monarca y Villandrado, no tenia mas salida que el comedor donde se hallaban, resolvieron que ella les sirviese para consumar, su depravado intento. Al efecto, colocaron varios hombres de armas á lo largo de una galería poco alumbrada, que conducía á la habitación referida, y les dieron orden de no permitir el paso mas que al page, y de ninguna manera al rey á quien debían de dar muerte si intentaba forzarlo. Villandrado, entretanto, rogaba a su amo que cambiase con él de trage, y se pusiese en salvo inmediatamente, en lo que consintió el rey, creyendo tal vez que no corria riesgo su leal servidor. Disfrazado, pues, con los sencillos vestidos de éste, pudo escapar del recinto de aquel peligroso palacio, y al punto dispuso que fuesen sus gentes á apoderarse de los culpables, y á libertar á su page; pero los primeros habían escapado temerosos del peligro, y el segundo estaba muerto á puñaladas, sin duda por los mismos conjurados que quisieron tomar esta venganza. El rey entonces furioso por el atentado contra su persona y por la muerte de su libertador, hizo pregonar que daria grandes recompensas y haria muchas mercedes al que le entregase muerto ó vivo al magnate traidor, y dispuso que para perpetuar la memoria de aquel hecho, todos los días de Reyes, aniversario del suceso, se entregase al poseedor de la casa de Villandrado el vestido que él y sus sucesores usaran en tal dia, convidándolo ademas á comer á la mesa real. He aqui lo que se sabe del origen de la ceremonia que nos ocupa.»
Desde Rivadeo debe dirigirse el viagero á Mondoñedo pasando por el valle de Lorenzana, que goza de un clima benigno, y comprende las feligresías de San Andriano, Santo Tomé, Val–de–Flores, ó Villanueva y Santa María. En este valle está el solar de la antigua y nobilísima familia de Osorio, de quien decía el historiador Sandoval el siglo XVII para encarecer su linage lo siguiente. «Basta saber que hace mas de ochocientos años, según está averiguado por documentos, que los Osorios eran condes y duques, y de tan alta sangre, que los reyes casaban con sus hijas, y ellos con hijas de reyes, cuya grandeza continuó sin interrupción hasta nuestros dias.»
El primer progenitor de este linage, según los mas eruditos genealogistas é historiadores, fué un tal Dionisio Osorio, hijo del rey ostrogodo Teodorico, que fué regente de España durante la minoría de su nieto Amalarico. Consta que vivia en 313, y que poseía grandes feudos en Galicia, y lo que se llamó después Leon y Castilla, y que tenia 10,000 vasallos. Sus descendientes se retiraron á Galicia cuando la irrupción de los moros, y alli hicieron asiento, fundando el solar que aun permanece en esta tierra de Lorenzana. Desde dicha época el apellido de Osorio se lee con frecuencia en todas nuestras crónicas, pues con él se distinguieron muchos aféreces mayores y mayordomos de los reyes, ricos hombres y próceres. Hoy el pariente mayor de esta familia es el conde de Altamira.
La ciudad de Mondoñedo dista legua y media de Lorenzana, y está situada á la falda del monte de la Infiesta, y rodeada de otros bastantes elevados. Tiene 7,600 habitantes, y goza de un clima muy saludable. La forma de la población es en anfiteatro, las casas casi todas de dos pisos, son buenas en general, y las calles limpias y empedradas. Antes de la division territorial hecha en 1833 era capital de una provincia de su nombre; hoy solo es cabeza de partido judicial y sede episcopal sufragánea de la de Santiago. El edificio mas notable es la catedral, que fundada en remotos siglos, y trasladada á varios puntos, se fijó definitivamente en esta ciudad por disposición de la reina doña Urraca en 1114; la fábrica actual no se empezó, sin embargo, hasta 1636, y se concluyó en 1640. Su figura es de cruz latina: tiene 280 palmos de longitud, 148 de latiud y 68 de altura hasta la bóveda de la nave media, y 14 mas hasta el techo. Es de piedra sillería, y de orden corintio, lo mismo interior que esteriormente. Lo que entre todo nos pareció mas digno de consideración fué la sacristía principal, por su nave, modelo de arquitectura, y por la calajería, pinturas, alhajas y ornamentos ricos que encierra.
Rivadeo es desde largos tiempos cabeza de un condado que poseyó la familia de Villandrado, y hoy está unido á la casa de los duques de Hijar. Los condes de Rivadeo tenían y conservan el singular privilegio de comer con el rey el dia de Reyes, siempre que lo hace en público, y recibir luego el vestido completo que usa en semejante dia. Esta circunstancia nos hace recordar naturalmente haber visto cien veces en Madrid la ceremonia de la traslación del trage, que se hace en un coche de etiqueta escoltado por alabarderos ahora, y antes por guardias de corps, en el que va dentro un gefe de palacio que lo presenta en una bandeja de plata al duque de Hijar, como conde de Rivadeo.
He aqui el origen de este privilegio.
«Cuentan que uno de los antiguos monarcas de Castilla fué cierto dia convidado á un banquete por uno de sus próceres, hombre turbulento, ambicioso y froz, que tenia dispuesto nada menos que darle muerte en union de otros conjurados para sus fines particulares. Si supiéramos el reinado en que esto aconteció seria fácil adivinar á qué parcialidad pertecia el prócer traidor, y quizás pudiéramos descubrir su nombre; pero nada de esto ha llegado á nuestra noticia, y he aqui por qué desconfio de la exactitud. Sea de ello lo que quiera, es el caso que un joven de la familia de Villandrado page á la sazón del rey, oyó por casualidad algunas palabras que le descubrieron el terrible proyecto tramado contra la vida de su señor, y resolvió salvársela aun á costa de la suya propia. Dirigióse con presteza al salon del festín, cuando se hallaban en medio de la comida, y presentándose al rey le manifestó que tenia que hablarle en el acto de un asunto de la mas alta importancia, suplicándole que pasase para escucharle á una cámara vecina por ser cosa en estremo reservada. Accedió el rey al punto, pues tenia gran confianza en su page, y los conjurados se miraron unos á otros temerosos de haber sido descubiertos; mas luego reflexionaron que este incidente podia ser casual, y como por otra parte la estancia en que habian entrado el monarca y Villandrado, no tenia mas salida que el comedor donde se hallaban, resolvieron que ella les sirviese para consumar, su depravado intento. Al efecto, colocaron varios hombres de armas á lo largo de una galería poco alumbrada, que conducía á la habitación referida, y les dieron orden de no permitir el paso mas que al page, y de ninguna manera al rey á quien debían de dar muerte si intentaba forzarlo. Villandrado, entretanto, rogaba a su amo que cambiase con él de trage, y se pusiese en salvo inmediatamente, en lo que consintió el rey, creyendo tal vez que no corria riesgo su leal servidor. Disfrazado, pues, con los sencillos vestidos de éste, pudo escapar del recinto de aquel peligroso palacio, y al punto dispuso que fuesen sus gentes á apoderarse de los culpables, y á libertar á su page; pero los primeros habían escapado temerosos del peligro, y el segundo estaba muerto á puñaladas, sin duda por los mismos conjurados que quisieron tomar esta venganza. El rey entonces furioso por el atentado contra su persona y por la muerte de su libertador, hizo pregonar que daria grandes recompensas y haria muchas mercedes al que le entregase muerto ó vivo al magnate traidor, y dispuso que para perpetuar la memoria de aquel hecho, todos los días de Reyes, aniversario del suceso, se entregase al poseedor de la casa de Villandrado el vestido que él y sus sucesores usaran en tal dia, convidándolo ademas á comer á la mesa real. He aqui lo que se sabe del origen de la ceremonia que nos ocupa.»
Desde Rivadeo debe dirigirse el viagero á Mondoñedo pasando por el valle de Lorenzana, que goza de un clima benigno, y comprende las feligresías de San Andriano, Santo Tomé, Val–de–Flores, ó Villanueva y Santa María. En este valle está el solar de la antigua y nobilísima familia de Osorio, de quien decía el historiador Sandoval el siglo XVII para encarecer su linage lo siguiente. «Basta saber que hace mas de ochocientos años, según está averiguado por documentos, que los Osorios eran condes y duques, y de tan alta sangre, que los reyes casaban con sus hijas, y ellos con hijas de reyes, cuya grandeza continuó sin interrupción hasta nuestros dias.»
El primer progenitor de este linage, según los mas eruditos genealogistas é historiadores, fué un tal Dionisio Osorio, hijo del rey ostrogodo Teodorico, que fué regente de España durante la minoría de su nieto Amalarico. Consta que vivia en 313, y que poseía grandes feudos en Galicia, y lo que se llamó después Leon y Castilla, y que tenia 10,000 vasallos. Sus descendientes se retiraron á Galicia cuando la irrupción de los moros, y alli hicieron asiento, fundando el solar que aun permanece en esta tierra de Lorenzana. Desde dicha época el apellido de Osorio se lee con frecuencia en todas nuestras crónicas, pues con él se distinguieron muchos aféreces mayores y mayordomos de los reyes, ricos hombres y próceres. Hoy el pariente mayor de esta familia es el conde de Altamira.
La ciudad de Mondoñedo dista legua y media de Lorenzana, y está situada á la falda del monte de la Infiesta, y rodeada de otros bastantes elevados. Tiene 7,600 habitantes, y goza de un clima muy saludable. La forma de la población es en anfiteatro, las casas casi todas de dos pisos, son buenas en general, y las calles limpias y empedradas. Antes de la division territorial hecha en 1833 era capital de una provincia de su nombre; hoy solo es cabeza de partido judicial y sede episcopal sufragánea de la de Santiago. El edificio mas notable es la catedral, que fundada en remotos siglos, y trasladada á varios puntos, se fijó definitivamente en esta ciudad por disposición de la reina doña Urraca en 1114; la fábrica actual no se empezó, sin embargo, hasta 1636, y se concluyó en 1640. Su figura es de cruz latina: tiene 280 palmos de longitud, 148 de latiud y 68 de altura hasta la bóveda de la nave media, y 14 mas hasta el techo. Es de piedra sillería, y de orden corintio, lo mismo interior que esteriormente. Lo que entre todo nos pareció mas digno de consideración fué la sacristía principal, por su nave, modelo de arquitectura, y por la calajería, pinturas, alhajas y ornamentos ricos que encierra.
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