Vista del puerto de Génova
un ventisquero ó depósito eterno de hielos, y al llegar á ella la voz sonora y grave del abad nos dijo: «aqui murieron hace algunos años cuatro de mis hermanos» parecía que estas palabras habían surtido en nosotros un efecto prodigioso, caímos de rodillas al pie de la cruz y oramos en silencio; yo hablo de mí, yo tenia miedo; la campana del convento nos sacó de nuestro arrobamiento; precedidos del abad nos dirigimos á la iglesia á oír las vísperas. Tuve la desgracia de perder la senda que el canónigo nos mostraba, y me enterré en una nevera; después de algunos esfuerzos conseguí salir de aquella sima.
»La iglesia es en extremo sencilla, de una sola nave dividida en su mitad por un enverjado; que separa el altar mayor y coro del resto donde se coloca el pueblo, á la izquierda de la puerta se halla el sepulcro de Deux: sobre un alto relieve de mármol blanco, que representa la muerte de este general, se lee esta sencilla inscripción A Deux, mort á la batalla de Marengo.
»La iglesia es en extremo sencilla, de una sola nave dividida en su mitad por un enverjado; que separa el altar mayor y coro del resto donde se coloca el pueblo, á la izquierda de la puerta se halla el sepulcro de Deux: sobre un alto relieve de mármol blanco, que representa la muerte de este general, se lee esta sencilla inscripción A Deux, mort á la batalla de Marengo.
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