de otras nuevas desde 1689 hasta 1697, y desde 1700 hasta la paz de Utrech, que puso fin á la célebre guerra de sucesión. En esta, Cataluña abrazó decididamente la causa del archiduque Cárlos, y sufrió por lo mismo el peso de la indignación del vencedor. Nada diremos de los acontecimientos posteriores; pues aunque muy interesante, son de todos conocidos, y no á propósito de este lugar.
La villa de Ager ocupa una eminencia que se eleva al estremo de un llano. Pertenece á la provincia de Lérida y al juzgado de Balaguer. La mas antigua noticia histórica que se encuentra de Ager es del año 906, en que se celebró aqui un concilio provincial presidido por el metropolitano de Narbona. En 1066, estando ocupada esta villa por los moros, fué rescatada por Arnaldo Mirón de Tos, conde de Pallars y feudatario del de Urgel, el cual fundó la iglesia colegial. En 1652 fué tomada esta población y su fuerte castillo por don Juan Salamanqués, á los franceses que la poseían. En la última guerra de don Cárlos se pronunciaron sus habitantes por el partido de este príncipe, y habiéndose fortificado, sufrió repetidos sitios é invasiones de liberales y carlistas, según la suerte de las armas. Conserva Ager sus viejas murallas restauradas, y la antigua colegiata dedicada á San Pedro. Es edificio de mucha solidez, y consta de tres naves, en las que hay siete capillas. El clero que la sirve consiste en un arcipreste mitrado con jurisdicción vere–nullius, que se estiende á treinta y cuatro parroquias y treinta y seis poblaciones, seis canónigos, ocho racioneros y cuatro beneficiados.
Este templo se halla muy destruido por las guerras, y el clero celebra el oficio divino en la antigua parroquia dedicada á San Vicente, iglesia que tiene tres naves y diez altares. Después de estos dos edificios, los únicos notables que contiene Ager son: el palacio arciprestal, y la casa de ayuntamiento. La población es de 2,200 habitantes. Hay dos ermitas es-tramuros. La ciudad de Balaguer, distante cinco leguas, está asentada en un corto espacio de terreno llano comprendido entre el Segre y los montes. Su origen es remotísimo, y ocupa el lugar de la antigua Bargusia, cuyos habitantes fueron los primeros españoles con quienes trataron y concertaron alianza y amistad los romanos el año 219 antes de Jesucristo. Fué esta ciudad y el país que la rodea conquistada por el grande Annibal cuando con su ejército se dirigió á Italia, y pasó varias veces del dominio de los moros al de los cristianos. El walí de Balaguer fué uno de los muchos que en el siglo XII tomaron el título de reyes. En 1091 conquistó esta población Armengol de Gerp, conde de Urgel, pero volvió aun al poder de los moros, á quien la quitó por última vez don Pedro Anzures, señor de Valladolid, en 1106. Desposeída la condesa de Urgel doña Auremviase de sus estados por don Gerardo de Cabrera, se hizo éste dueño de Balaguer en 1228, y acudiendo aquella á la protección de Jaime el Conquistador, rey de Aragón, vino en persona á sitiar la ciudad en el mismo año, y la devolvió á la condesa. Tres años después falleció esta señora en Balaguer. Reinando en Aragón Pedro III se hicieron fuertes contra él en esta ciudad los condes de Urgel y de Pallars; pero fueron reducidos á la obediencia y presos en 1279. También se rebelaron y refugiaron en Balaguer el año 1413 los condes de Urgel y de Luna; mas la ciudad fué tomada por Fernando I el Honesto en el mismo año. En el de 1640 se levantó esta ciudad contra el gobierno de Madrid; pero fué tomada al año siguiente por el marqués de los Velez. Hiciéronse dueños los franceses y los alemanes de Balaguer. Durante las guerras de 1632 y 1700, permaneció en poder de los últimos dos años. También sufrió bastante esta plaza durante la guerra de la independencia, y en las últimas discordias civiles. Tiene Balaguer sus títulos de Muy noble y muy leal ciudad, y gozaba de voto en Córtes. Sus armas son la cruz de San Jorge, cuartelada con los palos de Cataluña. Hállase esta población rodeada de murallas fuertes de piedra y de bastante altura. La colegiata, parroquia titulada de la Asunción, es un edificio de bastante solidez, consta de una sola nave, y tiene 293 palmos de altura, 434 de longitud y 251 de latitud. El número de capillas que comprende es el de doce. Su clero debe componerse de un presidente llamado pleban, siete canónigos y diez y siete residentes. Débese la erección de este templo á doña Cecilia de Eumenge, esposa de Alonso IV, rey de Aragón y conde de Urgel, en 1351. El estado de deterioro en que se halla, y el haberse destinado para fuerte, obligó á trasladar la celebración del culto á la iglesia que fué de los carmelitas descalzos Hay un convento de monjas clarisas, fundado en 1351 por disposición testamentaria de Alfonso IV, rey de Aragón. Destruido el edificio durante la última guerra civil, fueron trasladadas las religiosas á una casa, .donde residen aun; hay ademas cuatro ermitas, un colegio de padres esculapios, un hospital, y hubo cuatro conventos de religiosos.
Sobre una colina que domina la ciudad por la parte del N. se ve el antiguo é histórico castillo bastante bien conservado, y que en otro tiempo encerraba dentro de sus fuertes muros el rico y suntuoso palacio de los condes de Urgel, fabricado en su mayor, parte de bellos mármoles. Fué arruinado en 1413, y muchos de sus materiales se llevaron al monasterio de Poblet, y se emplearon en su ornato. La población de Balaguer es de 4,642 habitantes. Celébranse en ella mercados los miércoles y sábados, y tres ferias anuales. Es capital de un juzgado compuesto de una ciudad, catorce villas y ciento y dos lugares, distribuidos en ciento seis ayuntamientos. Aqui debemos referir dos leyendas piadosas que están recibidas en Balaguer como hechos históricos. La primera es la de Nuestra Señora del Milagro. Era el año 950, y poseían la ciudad los moros, cuando una muger de esta nación que cavaba en su jardín, encontró una piedra que sacó de alli, y vio era una estatua de muger con un niño en brazos, y con objeto de limpiarla bien, tuvo la ocurrencia de echarla en el cuenco en que tenia á colar la ropa. En este instante entró una vecina que era cristiana, á pedir fuego á la mahometana, y notó con asombro que en vez de legia rebosaba la vasija sangre pura. Manifestando su estrañeza al ama de casa, díjole ésta que acababa de depositar alli una estatua de piedra; habiéndola sacado, vieron con la admiración que se puede pensar, que de ella salia la sangre. Divulgado el prodigio, el clero trasladó la imagen á la iglesia de San Salvador, y erigió en el jardín donde se encontrara una capilla, la que fué edificada y aumentada considerablemente en 1600, y allí colocada la Virgen del Milagro, que justificó este título con los continuos que obra en favor de sus devotos. La otra relación piadosa se refiere al famoso Santo Cristo de Balaguer. Fué escultado por Nicode-
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