Castellón de la Plana
habiéndose éste dirigido á Valencia, fué rechazado y volvió á refugiarse á Murviedro, donde permaneció detenido por una larga enfermedad. Después de haberse ausentado sufrió este pueblo un nuevo sitio por el rey de Aragón, que lo tomó por capitulación. En las turbulencias que promovieron en este reino los agermanados, Murviedro se pronunció en favor de estos. Derrotados por el duque de Segorbe cerca de Almenara, y atribuyéndose aquel desastre á un maestre de campo llamado Cárlos Siso, fué éste muerto á lanzadas por los habitantes de Murviedro. En la guerra de la independencia, el mariscal Suchet sitió la plaza de Sagunto (1) con 22,000 hombres, y quiso apoderarse de ella por sorpresa. El digno gobernador don Luis Andriani se aprestó esforzadamente a la defensa, aunque no tenia á sus órdenes mas que 2,000 hombres bisoños, les habló con energía las antiguas glorias de los saguntinos invitándoles á imitarles. No fueron infructuosas estas palabras, pues los franceses, que entre las tinieblas de la noche (28 de setiembre de 1811) venian al asalto, fueron recibidos á bayonetazos, y después de un terrible y sangriento combate, tuvieron que cejar á la bravura de los defensores dejando el monte cubierto de muertos. En el mes siguiente volvió Suchet con nuevas fuerzas sobre esta plaza; al principio fué de nuevo rechazado, perdiendo mas de 500 hombres, pero al fin se apoderó de ella por medio de una honrosa capitulación.
Murviedro es en el dia una villa compuesta de mil cuatrocientas cincuenta y dos casas repartidas en noventa y tres calles y siete plazas, y habitada por 5,349 almas. La parroquia de Santa María es un edificio de ciento noventa y ocho palmos de largo, ciento setenta y dos de ancho y ciento de altura, con tres naves y siete capillas. Se empezó á construir en 1334 y es su arquitectura corintia. Su clero se compone de dos vicarios y veinte un beneficiados. La otra parroquia, titulada del Salvador, es hijuela ó anejo de la anterior y el edificio, que contiene cinco capillas, es muy antiguo. Hubo dos conventos de religiosos; el de San Francisco, cuya iglesia está abierta al culto, y que está destinada á casa de ayuntamiento, escuelas públicas y cuartel, y el de Trinitarios edificado sobre el solar del templo de Diana. Aun existe uno de monjas y siete ermitas. Hay un pequeño teatro, un hospital de caridad y una caja de ahorros. El castillo, ó sea plaza de Sagunto, es una fortaleza irregular, pero de grande estension, pues tiene un cuarto de hora de largo. Ocupa la cima de un monte que tiene de altura ciento cuarenta y ocho varas y conduce á él una cómoda carretera. Se compone de cinco plazas, separadas unas de otras por sus respectivas murallas, denominadas Almenara, Isabel II, Hércules, Ciudadela y Dos de Mayo, que contienen los almacenes, cuerpos de guardia, capilla, cuarteles, algibes, prisiones, cantinas, horno, repuestos de pólvora y pabellones. El gobernador de esta fortaleza es siempre un brigadier, que tiene á sus órdenes el estado mayor correspondiente, y una guarnición que en tiempo de paz suele ser de dos compañías de infantería y una sección de artillería. Hay también algunos presidiarios. Las murallas que forman este gran castillo pertenecen á todas épocas, existiendo restos de los saguntinos, romanos, moros, etc., etc. Muchísimas son las antigüedades que aun revelan la importancia que en otros tiempos gozó esta población. Sin detenernos á describirlas lápidas con inscripciones, las estatuas, monedas de varios metales, mosaicos, etc, que aquí se encontraron, dedicaremos algunas palabras al famoso teatro de Sagunto, que se conservó casi entero hasta 1808, en que se destruyó mucha parte. Su situacion es al pie del castillo, y dando vista á un delicioso paisage, y está construido de piedra azulada. El espacio de los espectadores ocupa treinta y tres gradas, las primeras estaban destinadas para los senadores, las siguientes á los patricios ancianos, luego para los jóvenes, y las restantes para los plebeyos. El frontispicio tiene de estension cuatrocientos setenta y cuatro palmos y la parte destinada á la orquesta sesenta y cuatro. Se calcula que cabrían en este magnífico teatro doce mil personas. Ignórase la época de su construcción, atribuyéndose generalmente á los griegos, aunque otros designan á los Escipiones. También existen á la orilla del rio Palancia, y detrás del convento de la Trinidad, algunos vestigios del circo, que era en forma de elipse, cuyo eje mayor tenia mil veinte
(1) Este glorioso nombre histórico conserva el castillo de Murviedro, que corona el monte en cuya falda está la villa.
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