ademas un espaciosísimo salón destinado á casino y otros á cafés. En fin, el gran teatro del Liceo de Barcelona reúne cuanto de rico, elegante y magnífico puede ostentar un edificio-modelo de esta clase. Entre las circunstancias que dan mas importancia á esta hermosa ciudad, es una la consideración de plaza fuerte de primer órden, que justamente goza por sus escelentes fortificaciones. Ademas de las que rodean la población, á la que se entra por cinco puertas, la defienden los fuertes de Atarazanas, San Cárlos, Fuerte Pio, el Castillo de Monjuich (1) y la Ciudadela. Esta, que fué construida por disposición de Felipe V en 1715, derribando al efecto 2,000 casas, tiene la figura de un pentágono regular de 1,155 pies de lado esterior. Es una fortaleza en toda regla, y compuesta de todos los elementos que exige el arte de la guerra en la época actual. Tiene dentro de su recinto una muy alta y fuerte torre que sirve de prisión, una buena iglesia de fábrica moderna y otros muchos edificios. Fué dirigida su construcción por el conde de Roncali. Atarazanas era el arsenal y astillero de los buques en tiempo de Jaime el Conquistador, en el dia es un gran cuartel fortificado y artillado, que suele contener cuatro batallones y un escuadrón, y puede considerarse como una segunda ciudadela. Aqui está situada la maestranza de artillería con todos sus talleres. Los paseos corresponden en esta gran ciudad á la magnificencia y gusto que ostenta en todo; el primero es el de la Rambla, hermosa calle de grande anchura y longitud, que atraviesa la ciudad de uno á otro estremo, y la divide en dos partes casi iguales. Está plantada de árboles y adornada con asientos cómodos y una elegante fuente. El de la muralla del mar ocupa el espesor de la gran cortina que corre desde Atarazanas hasta cerca de la plaza de Palacio; y finalmente, el de la Esplanada, tiene de longitud 700 varas y 60 de anchura, y está formado por siete calles de copudos árboles con cuatro fuentes y muchos asientos. A su estremo está el jardín público denominado del General, que es muy ameno. Omitimos nombrar otros muchos paseos. Entre los hermosos arrabales que rodean á Barcelona, y que forman como otras tantas poblaciones distintas, debemos mencionar el de la Barceloneta, que es el mas bello y estenso de todos. Fué edificado á mediados del siglo pasado por el marqués de la Mina, capitán general de Cataluña. Su figura es la de un triángulo rectángulo, y sus calles, que son tiradas á cordel, están compuestas por 900 casas habitadas por 11,000 personas. Tiene también la Barceloneta dos cuadradas y espaciosas plazas, y una gran iglesia parroquial con la advocación de San Miguel, que data del mismo tiempo que este arrabal.
Para conocer exactamente cuanto encierra esta hermosa capital de notable, necesitaríamos dedicarla gruesos volúmenes; pero para dar una idea, bastará la brevísima reseña que acabamos de hacer. Ahora reasumiremos. Barcelona es capital de una audiencia, cuyo territorio abarca las cuatro provincias de Gerona, Lérida, Barcelona y Tarragona ; de una capitanía general, que se compone de las mismas; de la provincia de su nombre, que consta de cuatro ciudades, cincuenta y seis villas, trescientos cincuenta y siete lugares y ciento veinte y siete aldeas; de un obispado compuesto de una catedral, dos colegiatas y doscientas treinta y ocho parroquias; de un tercio naval dividido en las tres provincias marítimas de Mataró, Tarragona y Palamós; de partido judicial (con cuatro jueces) y de distrito universitario. La ciudad cuenta siete mil ciento cuarenta y una casas divididas en cuarenta y tres barrios y diez y seis parroquias, cinco hospitales, cuatro Casas de beneficencia, una universidad, cuatro colegios, veinte y siete conventos que fueron de frailes, diez y ocho de monjas, tres teatros, una escuela de ciegos, dos bibliotecas públicas, tres museos, tres academias, cuatro sociedades científicas, once capillas, un gran cementerio, una cárcel de hombres, una de mugeres, un presidio, una plaza de toros, sesenta y cinco cafés, catorce fondas, un banco, una caja de ahorros, y gran multitud de fábricas. El número de habitantes de esta gran capital es de 121,815. Su puerto es uno de los mas concurridos y famosos de Europa.
Corrían los años de 1080 y gobernaba el estado de Barcelona el valiente conde Raimundo Berenguer, apellidado cabeza de Estopa, por el color estremadamente rubio de su cabellera, cuando una noble joven, su parienta y pupila, llamada Ermengarda, encendió involuntariamente la mas viva pasión en el pecho de Gofredo de Rocaberti. Era éste un feroz guerrero, muy privado del conde, quien lo prefería á todos sus caballeros por sus asombrosas hazañas; pero estraña mezcla de valor y crueldad, se vanagloriaba de no haber perdonado á ningún enemigo, ni aun después de rendido, y de no haberse conmovido jamás con las lágrimas de una muger. Con tal corazón no podia ser amado de la tierna y angelical Ermengarda, que rechazó con desden sus juramentos de amor. Por largo tiempo luchó Gofredo, pero siempre encontró un pecho duro cual el diamante. Sin embargo, pidió al conde su señor, la mano de la ilustre huérfana, y Raimundo Berenguer, accedió gustoso con tal que Ermengarda consintiese; mas cerciorado de la repugnancia de ésta, no insistió en la celebración del proyectado enlace. Gofredo de Rocaberti, también pareció renunciaba á sus deseos, pues dejo de acosar á Ermengarda con sus enfadosas solicitudes, pero meditaba fríamente la mas terrible venganza. Llamó una noche á su cámara, que era en el mismo palacio condal, á un bello page de Raimundo Berenguer, llamado Udalrico, con pretesto de comunicarle ciertas órdenes, y apenas le tuvo en su presencia, cuando la ferocidad del tigre, le sepultó una daga en el corazón. Al mismo tiempo, una camarera de Ermengarda, seducida por Rocaberti, la suministraba un ligero narcótico que debería adormecerla por corto tiempo. El asesino cogió en sus brazos á su inocente víctima, la depositó en el lecho de Ermengarda ya dormida, y fué á despertar al conde llevando en su mano el ensangrentado hierro. «Señor, le dijo, permitid á vuestro mas leal servidor, que interrumpa vuestro sueño. Vuestra alcurnia real está deshonrada: una indigna joven ha impreso una mancha indeleble en vuestro
(1) Este fortísimo castillo, que corona la cima de un alto monte y que domina completamente la ciudad, se compone de cuatro frentes, y contiene cuarteles, pabellones, almacenes y demás oficinas correspondientes. Sus fortificaciones son completas y están en el mejor estado. La montaña sobre que se eleva esta interesantísima fortaleza, tiene 755 pies sobre el nivel del mar, y debe su nombre (en castellano Monte de los Judíos) á la circunstancia de haber estado destinada á cementerio de los judíos en la edad media. Antes parece haberse llamado Mons-Jovis, por un templo que en ella habia dedicado á Júpiter.
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