memorial, y destinados por su situación á formar una de las mas ricas y poderosa naciones de la tierra.
Daremos fin á la historia de Escocia, con el catálogo de los reyes de este pais, con las fechas de sus advenimientos y fin de sus respectivos reinados.
Malcolm III, (el primero de los que constan en la historia) 1057, y 16 de noviembre de 1093.
Donaldo VI, usurpador, noviembre 1043, y depuesto en 1098.
Duncano II, usurpador; interrumpió el reinado de su predecesor, desde 1094 hasta fines de 1095,
Edgar 1098 y 8 de enero de 1107.
Alejandro I, 8 de enero de 1107 y 27 de abril de 1124.
David I, 27 de abril de 1124 y 24 de mayo de 1153.
Malcolm IV, 24 de mayo de 1153 v 9 de diciembre de 1165.
Guillermo I, (el Leon), 9 de diciembre de 1165 y 4 de diciembre de 1214.
Alejandro II, 4 de diciembre de 1214 y 8 de julio de 1249.
Alejandro III, 8 de julio de 1249 y 16 de marzo de 1286.
Margarita, 16 de marzo de 1280 y fines de julio de 1296.
Interregno desde 10 de julio de 1296 hasta 25 de marzo de 1306.
Roberto I, (Bruce), 25 de marzo de 1306 y 7 de junio de 1329.
David II, 7 de junio de 1329. Eduardo Baliol lo desposeyó y fué coronado en 24 de setiembre de 1332. Hugo de Escocia, en diciembre del mismo año. David II murió en 22 de febrero de 1371.
Roberto II, (primero de los Estuardos), 22 de febrero de 1371 y 19 de abril de 1390.
Roberto III, 19 de abril de 1390 y 4 de abril de 1406.
Jacobo I, 4 de abril de 1406 y 2$ de febrero de 1437.
Jacobo II, 20 de febrero de 1437 y 3 de agosto de 1460.
Jacobo III, 3 de agosto de 1460 y 11 de junio de 1488.
Jacobo IV, 11 de junio de 1488 y 9 de setiembre de 1513.
Jacobo V, 9 de setiembre de 1513 y 14 de di-- ciembre de 1542.
María, 14 de diciembre de 1542 y 24 de julio de 1567.
Jacobo VI, (primero de Inglaterra), 24 de julio de 1567 y 27 de marzo de 1625.
Completaremos nuestro trabajo, haciendo algunas observaciones acerca de la historia de la filosofía escocesa.
A fines del siglo pasado, el estudio de la filosofía se hallaba sumamente descuidado. Había mas que descuido en este abandono de una ciencia que, desde los tiempos mas remotos de la antigüedad índica y griega, habia sido cultivada por los genios mas distinguidos que ha producido la humanidad: habia repugnancia y miedo. La repugnancia se fundaba en la incertidumbre á que habia quedado reducida la filosofía, después de tantas disputas, de tantas escuelas, de tantos trabajos ilustres y de tantos escritos voluminosos. Toda esta laboriosa efervescencia no habia producido un descubrimiento satisfactorio; una sola doctrina que el sentido común pudiera abrazar con entera confianza y sin tener en contra formidables argumentos que la pulverizasen El miedo provenia de la tendencia peligrosa de las doctrinas propagadas por los filósofos que mas reputación habían adquirido en los últimos tiempos, y que habian logrado destronar el escolasticismo, dueño por espacio de tantos siglos de las escuelas y de la opinion. Estos dos hombres eran Hobbes y Locke. El primero habia deslumbrado á los aficionados al saber con la audacia de sus opiniones y con la inimitable precision y claridad de su estilo. Su teoría de la inteligencia, que es lo que nos cumple examinar en este articulo, prescindiendo de sus estravíos morales y políticos, es el sensualismo llevado á su mayor desarrollo y erigido en principio único y absoluto de la inteligencia. El hecho general de esta facultad es la concepción ó la noción de un objeto esterior, calidad ó accidente corporal. Toda concepción es en su origen sensación ó impresión sensible, nulla enim est animi conceptio quœ non fuerat ante genita in aliquo sensuum. Toda sensación proviene de un movimiento y queda en estado de sensación, en tanto que el movimiento dura: pero cuando este cesa, la sensación llega á ser imaginación, que es una sensación debilitada y á medio borrar, sensio deficiens sire phantasma dilutum et evanidum. La memoria no es mas que una especie de imaginación, con la diferencia que encierra en sí la noción do un espacio de tiempo trascurrido. En la imaginacion no hay mas que sensación debilitada; en la memoria hay ademas conciencia de esta debilidad, de modo que, según el autor, puede ser considerada como un sesto sentido, aunque no esterno como los otros. La memoria desarrollada llega á ser experiencia, y la experiencia meditada es un principio de ciencia, que después elevada por medio de la generalización filosófica, constituye la ciencia ó la sabiduría. Todo este sistema viene á parar en una especie de egoísmo metafísico, como lo indica con harta claridad este pasage de una de sus obras: «Las imágenes ó fantasmas que se despiertan en el entendimiento, no prueban la existencia de los objetos esteriores. Si nos fiamos únicamente al testimonio de los sentidos sin acudir al raciocinio, tendremos motivos de dudar si hay algo que escitar fuera de nosotros.» Y en otro lugar, a los objetos á los cuales referimos el color ó la imagen, no son los que vemos: no hay realmente fuera de nosotros nada de lo que llamamos imagen ó color; toda imagen ó color no es mas que una apariencia del movimiento del agente ó del cambio que el objeto produce en el cerebro. Todos los accidentes ó cualidades que nuestros sentidos nos descubren como existentes en el mundo, no están en él realmente, y no deben ser considerados sino como apariencias. La única realidad que hay en el mundo es el movimiento por el cual estas apariencias se producen.» No hablamos de la moral de la física ni de la política de Hobbes, porque no tienen relación con el asunto de este artículo, y solamente observaremos que el ruido que hicieron en el mundo sus paradojas sobre aquellos tres ramos, y la destreza con que las ilustró, contribuyeron en gran manera al crédito que adquirieron sus doctrinas metafísicas y psicológicas.
Locke es mucho mas modesto y racional en las innovaciones con que quiso perfeccionar el estudio de la filosofía. Una casualidad lo indujo á dedicarse á esta clase de investigaciones. Hallándose en una reu–
Daremos fin á la historia de Escocia, con el catálogo de los reyes de este pais, con las fechas de sus advenimientos y fin de sus respectivos reinados.
Malcolm III, (el primero de los que constan en la historia) 1057, y 16 de noviembre de 1093.
Donaldo VI, usurpador, noviembre 1043, y depuesto en 1098.
Duncano II, usurpador; interrumpió el reinado de su predecesor, desde 1094 hasta fines de 1095,
Edgar 1098 y 8 de enero de 1107.
Alejandro I, 8 de enero de 1107 y 27 de abril de 1124.
David I, 27 de abril de 1124 y 24 de mayo de 1153.
Malcolm IV, 24 de mayo de 1153 v 9 de diciembre de 1165.
Guillermo I, (el Leon), 9 de diciembre de 1165 y 4 de diciembre de 1214.
Alejandro II, 4 de diciembre de 1214 y 8 de julio de 1249.
Alejandro III, 8 de julio de 1249 y 16 de marzo de 1286.
Margarita, 16 de marzo de 1280 y fines de julio de 1296.
Interregno desde 10 de julio de 1296 hasta 25 de marzo de 1306.
Roberto I, (Bruce), 25 de marzo de 1306 y 7 de junio de 1329.
David II, 7 de junio de 1329. Eduardo Baliol lo desposeyó y fué coronado en 24 de setiembre de 1332. Hugo de Escocia, en diciembre del mismo año. David II murió en 22 de febrero de 1371.
Roberto II, (primero de los Estuardos), 22 de febrero de 1371 y 19 de abril de 1390.
Roberto III, 19 de abril de 1390 y 4 de abril de 1406.
Jacobo I, 4 de abril de 1406 y 2$ de febrero de 1437.
Jacobo II, 20 de febrero de 1437 y 3 de agosto de 1460.
Jacobo III, 3 de agosto de 1460 y 11 de junio de 1488.
Jacobo IV, 11 de junio de 1488 y 9 de setiembre de 1513.
Jacobo V, 9 de setiembre de 1513 y 14 de di-- ciembre de 1542.
María, 14 de diciembre de 1542 y 24 de julio de 1567.
Jacobo VI, (primero de Inglaterra), 24 de julio de 1567 y 27 de marzo de 1625.
Completaremos nuestro trabajo, haciendo algunas observaciones acerca de la historia de la filosofía escocesa.
A fines del siglo pasado, el estudio de la filosofía se hallaba sumamente descuidado. Había mas que descuido en este abandono de una ciencia que, desde los tiempos mas remotos de la antigüedad índica y griega, habia sido cultivada por los genios mas distinguidos que ha producido la humanidad: habia repugnancia y miedo. La repugnancia se fundaba en la incertidumbre á que habia quedado reducida la filosofía, después de tantas disputas, de tantas escuelas, de tantos trabajos ilustres y de tantos escritos voluminosos. Toda esta laboriosa efervescencia no habia producido un descubrimiento satisfactorio; una sola doctrina que el sentido común pudiera abrazar con entera confianza y sin tener en contra formidables argumentos que la pulverizasen El miedo provenia de la tendencia peligrosa de las doctrinas propagadas por los filósofos que mas reputación habían adquirido en los últimos tiempos, y que habian logrado destronar el escolasticismo, dueño por espacio de tantos siglos de las escuelas y de la opinion. Estos dos hombres eran Hobbes y Locke. El primero habia deslumbrado á los aficionados al saber con la audacia de sus opiniones y con la inimitable precision y claridad de su estilo. Su teoría de la inteligencia, que es lo que nos cumple examinar en este articulo, prescindiendo de sus estravíos morales y políticos, es el sensualismo llevado á su mayor desarrollo y erigido en principio único y absoluto de la inteligencia. El hecho general de esta facultad es la concepción ó la noción de un objeto esterior, calidad ó accidente corporal. Toda concepción es en su origen sensación ó impresión sensible, nulla enim est animi conceptio quœ non fuerat ante genita in aliquo sensuum. Toda sensación proviene de un movimiento y queda en estado de sensación, en tanto que el movimiento dura: pero cuando este cesa, la sensación llega á ser imaginación, que es una sensación debilitada y á medio borrar, sensio deficiens sire phantasma dilutum et evanidum. La memoria no es mas que una especie de imaginación, con la diferencia que encierra en sí la noción do un espacio de tiempo trascurrido. En la imaginacion no hay mas que sensación debilitada; en la memoria hay ademas conciencia de esta debilidad, de modo que, según el autor, puede ser considerada como un sesto sentido, aunque no esterno como los otros. La memoria desarrollada llega á ser experiencia, y la experiencia meditada es un principio de ciencia, que después elevada por medio de la generalización filosófica, constituye la ciencia ó la sabiduría. Todo este sistema viene á parar en una especie de egoísmo metafísico, como lo indica con harta claridad este pasage de una de sus obras: «Las imágenes ó fantasmas que se despiertan en el entendimiento, no prueban la existencia de los objetos esteriores. Si nos fiamos únicamente al testimonio de los sentidos sin acudir al raciocinio, tendremos motivos de dudar si hay algo que escitar fuera de nosotros.» Y en otro lugar, a los objetos á los cuales referimos el color ó la imagen, no son los que vemos: no hay realmente fuera de nosotros nada de lo que llamamos imagen ó color; toda imagen ó color no es mas que una apariencia del movimiento del agente ó del cambio que el objeto produce en el cerebro. Todos los accidentes ó cualidades que nuestros sentidos nos descubren como existentes en el mundo, no están en él realmente, y no deben ser considerados sino como apariencias. La única realidad que hay en el mundo es el movimiento por el cual estas apariencias se producen.» No hablamos de la moral de la física ni de la política de Hobbes, porque no tienen relación con el asunto de este artículo, y solamente observaremos que el ruido que hicieron en el mundo sus paradojas sobre aquellos tres ramos, y la destreza con que las ilustró, contribuyeron en gran manera al crédito que adquirieron sus doctrinas metafísicas y psicológicas.
Locke es mucho mas modesto y racional en las innovaciones con que quiso perfeccionar el estudio de la filosofía. Una casualidad lo indujo á dedicarse á esta clase de investigaciones. Hallándose en una reu–