situación y belleza. Nantes encierra muchos establecimientos con agrados á las ciencias y á las artes, tales como la biblioteca pública, la escuela de anatomía y cirugía, la sociedad de agricultura, de comercio y de artes, el jardin de las plantas, la escuela de hidrografía, etc. Su población es de 75,000 almas.
Colocada entre el Loira á 32 kilómetros de su embocadura, esta ciudad se encontraría en la mejor situación, si el rio tuviese bastante profundidad para recibir buques de todos portes; pero los que pueden llegar hasta allí no pasan de 80 toneladas; los demás se ven obligados á detenerse en Paimbeuf, pequeña ciudad á 12 kilómetros de la embocadura del rio en el Océano.
Brest, en el Finisterre, es uno de los mejores puertos de Francia; pero poco comercial. La ciudad es triste y muy mal construida; su puerto es verdaderamente magnífico y está formado por una gran bahía protegida por un fuerte castillo sobre una roca escarpada por el lado del mar, y la rada puede contener hasta ciento cincuenta buques de guerra. La entrada es estrecha y difícil, á causa de las rocas que hay bajo el agua. En este puerto se admiran dos muelles rodeados de habitaciones para los presidiarios y de inmensos almacenes provistos de todo lo necesario para los armamentos.
Si los habitantes de Flandes son nombrados por su aseo y limpieza, los de la Bretaña deben ser citados por lo contrario. Cuando se entra en la casa de un bretón, se ve toda la familia habitando una sola pieza y mezclada con los animales domésticos; separando un simple enrejado de madera á los puercos y las vacas del sitio donde se come, y las gallinas y otros animales vienen á aumentar el desorden de aquellos verdaderos establos. En derredor del hogar hay dos especies de cofres grandes de dos pisos, dentro de los cuales se acuesta la familia. El padre y la madre ocupan el piso bajo de estos cajones, y los niños tienen su cama en el alto. Fácilmente se puede concebir cuánto deben influir en la salud estas habitaciones tan mal sanas; asi es que un gran número de aldeanos se ven atormentados por enfermedades cutáneas, que son hereditarias.
Los aldeanos bretones son generalmente pequeños y su modo de vestir no contribuye á darles mejor apariencia; ordinariamente dejan crecer el cabello en toda su longitud, y lo llevan colgando sin orden sobre la espalda. En el invierno llevan vestidos de piel de cabra con el pelo hacia fuera, y tienen el aspecto de unos verdaderos salvages. En verano usan una especie de calzones anchos de lienzo atados á la rodilla, un gran sombrero de alas caidas y una chupa de tela grosera.
l Maine y el Anjou han venido á ser los departamentos de la Sharte, el Mayenne y el Maine―et―Loire. La capital de Mayenne es Laval, y la de Sarthe es Maus, curioso por su catedral y conocido por sus capones. En Angers, capital del antiguo Anjou y hoy del departamento de Maine―et―Loire, lo único que llama la atención son las torrecillas de su antiguo castillo y los hermosos pizarrales de sus cercanías. Seis concilios han tenido lugar en esta ciudad, lo que ha hecho popular su nombre.
El departamento del Charente tiene por capital á Angulema, célebre por sus fábricas de papel; esta ciudad está situada sobre una altura, á la que se sube por cuatro rampas muy pendientes. Un hermoso recuerdo histórico se une á su nombre; esta ciudad fué la patria de Margarita de Valois, hermana de Francisco I, y que mas que este quizá contribuyó á hacer florecer las letras. Rochefort y la Rochela pertenecen las dos al Charente Inferior. Esta última no es muy grande, pero está muy bien construida; una parte de sus casas está sostenida por arcadas y pórticos, y la plaza del castillo es una de las mas hermosas que pueden verse. La bolsa también es un hermoso edificio. El puerto es uno de los mas cómodos y seguros y las fortificaciones fueron construidas por Vauban. El comercio que se hace en esta ciudad es considerable. Todo el mundo conoce el famoso sitio que la Rochela sostuvo contra el cardenal de Richclieu, que la volvió á tomar á los protestantes, conquista que costó 40.000,000.
Rochefort, á orillas del Charente y á 20 kilómetros de su embocadura, es una ciudad hermosa y regular, construida en 1664. Luis XIV, sintiendo la necesidad de tener en el Océano un puerto donde los buques de guerra estuviesen con seguridad, hizo sondear en muchos lugares. La embocadura del Charente dio la profundidad necesaria para los grandes buques, y allí se construyó Rochefort. El puerto es muy comodo y está defendido á la entrada del rio por muchos fuertes. Esta ciudad tiene un astillero de construcción, vastos almacenes para el armamento y equipo de los buques de guerra, un arsenal y un magnífico hospital. El puerto comercial está por encima de la ciudad y en él pueden entrar los navios de 800 toneladas con todo su cargamento. Los armadores de la Rochela envían á Rochefort los barcos grandes que no pueden entrar en aquel puerto. El clima de Rochefort es insalubre, especialmente á fines de verano. La mala calidad de las aguas, la privación de los vientos del Norte y los pantanos que rodean la ciudad contribuyen mucho á esta insalubridad. Hay allí un taller de escultura y de pequeños modelos, donde puede estudiarse todo lo perteneciente al arte naval. Los dos departamentos de la Charente y Charente Inferior se componen del Angoumois, la Saintonge y una parte del Aunís.
El resto del Aunís y el Poitou entran en la conscripción de Deux―Veures, de la Vendée, y de la Vienna. Poitiers, capital de la Vienna y antigua capital del Poitou, es una ciudad muy grande, pero su población no corresponde á su magnitud. El rio Clain y algún otro pequeño que se une á éste, la rodean casi enteramente. En general está mal situada y mal construida; las calles son estrechas y tortuosas; y tiene muchas plazas pequeñas y muy pocos edificios notables, á lo menos por su construcción. Hay, sin embargo, muchos restos de preciosas antigüedades, aunque mal conservadas; los romanos la habían embellecido con un anfiteatro, un magnífico acueducto y algunos otros edificios.
La Turena no era mas que una pequeña provincia, y no ha dado mas que el departamento de Indre―et―Loire; pero su nombre es célebre á causa de las riquezas que la naturaleza presenta allí. La cantidad de escelentes frutas que produce, hace que la llamen el jardin de la Francia. Una parte de su fecundidad la debe á los rios que la cortan en todos sentidos, siendo los principales el Loira, el Cher, el Indro, el Creusse y el Vienna. Tours, capital del departamento, está situada en una hermosa llanura, á la orilla izquierda del Loira, entre este rio y el Cher, que se reúnen un
Colocada entre el Loira á 32 kilómetros de su embocadura, esta ciudad se encontraría en la mejor situación, si el rio tuviese bastante profundidad para recibir buques de todos portes; pero los que pueden llegar hasta allí no pasan de 80 toneladas; los demás se ven obligados á detenerse en Paimbeuf, pequeña ciudad á 12 kilómetros de la embocadura del rio en el Océano.
Brest, en el Finisterre, es uno de los mejores puertos de Francia; pero poco comercial. La ciudad es triste y muy mal construida; su puerto es verdaderamente magnífico y está formado por una gran bahía protegida por un fuerte castillo sobre una roca escarpada por el lado del mar, y la rada puede contener hasta ciento cincuenta buques de guerra. La entrada es estrecha y difícil, á causa de las rocas que hay bajo el agua. En este puerto se admiran dos muelles rodeados de habitaciones para los presidiarios y de inmensos almacenes provistos de todo lo necesario para los armamentos.
Si los habitantes de Flandes son nombrados por su aseo y limpieza, los de la Bretaña deben ser citados por lo contrario. Cuando se entra en la casa de un bretón, se ve toda la familia habitando una sola pieza y mezclada con los animales domésticos; separando un simple enrejado de madera á los puercos y las vacas del sitio donde se come, y las gallinas y otros animales vienen á aumentar el desorden de aquellos verdaderos establos. En derredor del hogar hay dos especies de cofres grandes de dos pisos, dentro de los cuales se acuesta la familia. El padre y la madre ocupan el piso bajo de estos cajones, y los niños tienen su cama en el alto. Fácilmente se puede concebir cuánto deben influir en la salud estas habitaciones tan mal sanas; asi es que un gran número de aldeanos se ven atormentados por enfermedades cutáneas, que son hereditarias.
Los aldeanos bretones son generalmente pequeños y su modo de vestir no contribuye á darles mejor apariencia; ordinariamente dejan crecer el cabello en toda su longitud, y lo llevan colgando sin orden sobre la espalda. En el invierno llevan vestidos de piel de cabra con el pelo hacia fuera, y tienen el aspecto de unos verdaderos salvages. En verano usan una especie de calzones anchos de lienzo atados á la rodilla, un gran sombrero de alas caidas y una chupa de tela grosera.
l Maine y el Anjou han venido á ser los departamentos de la Sharte, el Mayenne y el Maine―et―Loire. La capital de Mayenne es Laval, y la de Sarthe es Maus, curioso por su catedral y conocido por sus capones. En Angers, capital del antiguo Anjou y hoy del departamento de Maine―et―Loire, lo único que llama la atención son las torrecillas de su antiguo castillo y los hermosos pizarrales de sus cercanías. Seis concilios han tenido lugar en esta ciudad, lo que ha hecho popular su nombre.
El departamento del Charente tiene por capital á Angulema, célebre por sus fábricas de papel; esta ciudad está situada sobre una altura, á la que se sube por cuatro rampas muy pendientes. Un hermoso recuerdo histórico se une á su nombre; esta ciudad fué la patria de Margarita de Valois, hermana de Francisco I, y que mas que este quizá contribuyó á hacer florecer las letras. Rochefort y la Rochela pertenecen las dos al Charente Inferior. Esta última no es muy grande, pero está muy bien construida; una parte de sus casas está sostenida por arcadas y pórticos, y la plaza del castillo es una de las mas hermosas que pueden verse. La bolsa también es un hermoso edificio. El puerto es uno de los mas cómodos y seguros y las fortificaciones fueron construidas por Vauban. El comercio que se hace en esta ciudad es considerable. Todo el mundo conoce el famoso sitio que la Rochela sostuvo contra el cardenal de Richclieu, que la volvió á tomar á los protestantes, conquista que costó 40.000,000.
Rochefort, á orillas del Charente y á 20 kilómetros de su embocadura, es una ciudad hermosa y regular, construida en 1664. Luis XIV, sintiendo la necesidad de tener en el Océano un puerto donde los buques de guerra estuviesen con seguridad, hizo sondear en muchos lugares. La embocadura del Charente dio la profundidad necesaria para los grandes buques, y allí se construyó Rochefort. El puerto es muy comodo y está defendido á la entrada del rio por muchos fuertes. Esta ciudad tiene un astillero de construcción, vastos almacenes para el armamento y equipo de los buques de guerra, un arsenal y un magnífico hospital. El puerto comercial está por encima de la ciudad y en él pueden entrar los navios de 800 toneladas con todo su cargamento. Los armadores de la Rochela envían á Rochefort los barcos grandes que no pueden entrar en aquel puerto. El clima de Rochefort es insalubre, especialmente á fines de verano. La mala calidad de las aguas, la privación de los vientos del Norte y los pantanos que rodean la ciudad contribuyen mucho á esta insalubridad. Hay allí un taller de escultura y de pequeños modelos, donde puede estudiarse todo lo perteneciente al arte naval. Los dos departamentos de la Charente y Charente Inferior se componen del Angoumois, la Saintonge y una parte del Aunís.
El resto del Aunís y el Poitou entran en la conscripción de Deux―Veures, de la Vendée, y de la Vienna. Poitiers, capital de la Vienna y antigua capital del Poitou, es una ciudad muy grande, pero su población no corresponde á su magnitud. El rio Clain y algún otro pequeño que se une á éste, la rodean casi enteramente. En general está mal situada y mal construida; las calles son estrechas y tortuosas; y tiene muchas plazas pequeñas y muy pocos edificios notables, á lo menos por su construcción. Hay, sin embargo, muchos restos de preciosas antigüedades, aunque mal conservadas; los romanos la habían embellecido con un anfiteatro, un magnífico acueducto y algunos otros edificios.
La Turena no era mas que una pequeña provincia, y no ha dado mas que el departamento de Indre―et―Loire; pero su nombre es célebre á causa de las riquezas que la naturaleza presenta allí. La cantidad de escelentes frutas que produce, hace que la llamen el jardin de la Francia. Una parte de su fecundidad la debe á los rios que la cortan en todos sentidos, siendo los principales el Loira, el Cher, el Indro, el Creusse y el Vienna. Tours, capital del departamento, está situada en una hermosa llanura, á la orilla izquierda del Loira, entre este rio y el Cher, que se reúnen un
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