viernes, agosto 15, 2008

Viage ilustrado (Pág. 274)

rido la preponderancia de que goza. No es bastante que sus fabricantes entiendan mejor que los otros el arte de descomponer, de acomodar y graduar los colores, que sepan emplear los mejores productos nacionales en la fabricación, y que hagan con inconcebible delicadeza la combinación del colorido y del dibujo, observando los grados de calidad y finura sino, lo que es mas difícil aun, poseen el arte inimitable de unir en sus dibujos el brillo y la ligereza con la riqueza y buen gusto, añadiendo á esto, la fecundidad en la invención de dibujos, y una gran perfección en la mano de la obra. Los principales objetos que salen de sus manufacturas, son telas de seda bordadas de oro y plata, grós, cirsakas, tafetanes bordados, satines, tafetanes chinés, droguetes, moarés, damascos, etc. Estos artículos circulan en todas las cortes de Europa y hasta en Levante. Después de estas ricas manufacturas, están las fábricas de cintas, de galones, pasamanería, gasas, crespones, sombreros, medias de seda y otros artículos. En el número de los objetos de la industria de Lion, se ha de notar la imprenta, que aunque no tan considerable como la de París, no es menos estensa, y forma, con la librería, un interesante ramo de comercio.
El suelo del leonesado es poco fértil en granos, pero tiene muy buenos pastos. En la costa del Ródano se coge buen vino y los de Condrieux tienen mucha estima. El Forez, comprendido en el departamento del Loira, asi como una parte del Leonesado y del Beaujolais, es mas montuoso que el departamento del Ródano, y si se esceptuan algunas llanuras y las orillas del Loira, el resto está erizado de asperezas. Los diferentes grupos de montañas, que con los nombres de Gevenas, Vivarés, montañas de Auvernia y de Forez, separan el Loira del Garona, son los mas altos de los que propiamente pertenecen á la Francia. En la cadena de montañas de Forez, se distingue el monte Pila, célebre por su altura y por sus curiosidades naturales. Después de tres ó cuatro horas de marcha por un terreno muy desigual, se llega á la cima de una vasta plaforma, que aunque muy elevada, está, sin embargo, coronada por un enorme pico, llamado las tres cabezas. Este pico está erizado de enormes rocas de basalto que hacen en estremo difícil la subida á la cúspide; pero estas dificultades, las fatigas indispensables en este viage, y el frió que se siente en aquellas alturas, quedan bien pronto recompensados. El magnífico espectáculo que se presenta lo indemniza todo. Al Este, la vista no encuentra límites hasta los Alpes y las montañas de Suiza; al Sur, hasta las del Vivarés, y al Oeste se descubre el monte Cantal, y los de Dore y el Puy―de―Dome. Ademas de la ostensión de este gran cuadro, que encierra dentro de sí grandes ciudades y ríos considerables, se puede juzgar de la variedad de los detalles, de la inmensidad de las lontananzas, y del enagenamiento que se apodera del alma del observador á la vista de este vasto y brillante panorama.
La ciudad mas importante del departamento del Loira no es su capital Montbrison, sino Saint―Etienne, ciudad famosa por sus manufacturas y fundiciones. Tres caminos de hierro, el uno de Saint―Etienne al Loira, el otro del Loira á Roanne, y el tercero de Saint―Etienne á Lion, la ponen en comunicación con el Océano y el Mediterráneo. A cuatro quilómetros de Saint―Etienne existe un fenómeno digno de observarse; es una cantera de carbón de piedra inflamado, y que arde desde hace muchos siglos. El fuego ha corrido ya un espacio de cerca de 600 metros, en dirección de Este á Oeste, y se manifiesta hoy á la estremidad de este espacio por un vapor bituminoso y por el humo que se ve salir por muchos agujeros, formando otros tantos respiraderos de esta especie de volcan. Introduciendo la mano en estos agujeros, se esperimenta un fuerte calor parecido al que produce el vapor del agua hirviendo. Después de algunos días de lluvia, aumenta este calor considerablemente, y es demasiado fuerte para poderlo soportar mucho tiempo, siendo en estas ocasiones mucho mas espeso el humo. Se cuenta que esta mina no ha estado siempre en el estado de tranquilidad en que hoy se encuentra. Hace ya muchos años que se entreabrió el suelo que la cubre, y tan pronto como el aire atmosférico se comunicó al interior y dio nuevas fuerzas al incendio, hizo una fuerte esplosion, y elevándose las llamas á una considerable altura, ofrecían el espantoso aspecto de un volcan.
El departamento del Loira confina con los de Allier, Puy―de―Dome, y el alto Loira. El Allier, cuya capital es Moulins, pertenece al antiguo Borbonés, y no es notable mas que por sus aguas minerales y sus buenos pastos; y el Puy―de―Dome, con el Cantal y una parte del Alto Loira, forman la antigua Auvernia, una de las comarcas mas variadas de Francia. La parte montuosa de Auvernia es un país frio y cruzado por valles, de los que algunos son muy fértiles y agradables. Las mas altas montañas son inaccesibles en invierno á causa de las nieves que enteramente las cubren, y que se conservan en algunas partes hasta el estío.
En la Baja Auvernia hay una parte llamada la Limaña, que es célebre por los dones de que la ha colmado la naturaleza. Este país se estiende desde San Germán Lambron hasta las cercanías de Gannat, en una longitud de 60 quilómetros. Su anchura varia mucho; á veces no tiene mas que 4 quilómetros, pero nunca mas de 10 á l5. El rio Allier lo riega en toda su longitud, reuniéndosele allí una infinidad de arroyos que animan y fecundan esta hermosa comarca. La Limaña está limitada al Este y al Oeste por las altas montañas de Auvernia, y al Norte por las de Forez. Al Sur se abre esta especie de valle y deja ver una inmensa lontananza, y el interior está compuesto de llanuras y de laderas dependientes de las altas montañas.
Pocos paises hay en Francia que presenten un suelo mas fértil y vistas mas magníficas que la Limaña. No es esa fecundidad desnuda, esos vastos campos de mieses que se ven en otras provincias, tan despojados de verdor, y cuyo aspecto es tan triste y monótono: allí se ve por todas partes mezclado el verde del follage al dorado de las mieses; los vergeles, las vastas praderas embellecidas con elevados sauces y copudas hayas. Los grandes caminos tirados á cordel, tienen por ambos lados soberbios nogales y parecen las calles de un jardín.
Los principales ríos de Auvernia son, el Allier, el Dore, el Sionh, el Alagnon, la Truyera y el Dordoña.
Las montañas son considerables. Las de la Margueride forman una cordillera, que es continuación de las del Vivarés y de Gevaudan, y se estiende en la dirección de Este á Oeste hasta los montes de Cantal. Estos últimos forman un grupo muy estenso, dominado por una montaña principal, llamada particularmente Cantal. Esta montaña, cuya enorme base se dirige de

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