domingo, marzo 21, 2010

Viage ilustrado (Pág. 463)

den de San Juan de Jerusalen, y el 13 de noviembre tomaron posesión de la isla los caballeros, que se designaron desde entonces con el nombre de caballeros de Malta, siendo su primer gran maestre en esta ciudad, Villiers de l'Isle—Adam. La orden, en los cinco primeros años, hizo una guerra terrible á los turcos, causándoles tan viva inquietud, que Solimán, irritado, acudió á la cabeza de un ejército formidable á sitiar á Malta. Este fué el sitio que cubrió de gloria á los caballeros de Malta, y particularmente al gran maestre Juan de la Valette. Los turcos se vieron obligados á levantar el sitio, después de haber perdido lo mas escogido de su ejército. La órden de Malta reparó, en breve sus pérdidas y los estragos de la guerra, y los sucesores de la Valette, hasta el gran maestre Hom-pesck, el último, desposeído por los franceses, se han ocupado siempre en aumentar las fortificaciones de la isla, de adornarla de edificios y de engrandecer su comercio.
Hasta hace poco tiempo Malta se había considerado como inespugnable, pero el 11 de junio de 1798 fué tomada por los franceses, á las órdenes del general Bonaparte, aunque algunos meses después, los mismos franceses fueron atacados por las escuadras combinadas de ingleses y portugueses al mando del almirante Nelson. Las hostilidades comenzaron por la insurrección de los malteses, viéndose bien pronto reducidos los franceses á la sola ciudad de Malta. Hicieron salir de ella á la mayor parte de sus habitantes, y sostuvieron un sitio que duró cerca de dos años, y que debe mencionarse entre las operaciones mas memorables de la guerra. El hambre mas horrible pudo reducirlos únicamente á abandonar tan importante conquista. Desde el 23 de setiembre de 1799, según un estracto de un diario de la ciudad, certificado por el general Vaubois, un pollo se vendió á 60 francos, un par de palomos á 24, un conejo a 12, un huevo 80 céntimos, la carne de caballo á dos francos la libra, un ratón al mismo precio, y el pescado á seis francos la libra. El 1.° de julio estaban agotadas todas las provisiones de boca, las cisternas se hallaban secas y se habian declarado infinitas disenterias.
En este estado se hallaban las cosas, cuando la valiente guarnición recibió la octava intimación de rendirse, á la cual todavía respondió con la firmeza que á las anteriores. Solamente en el momento en que no quedaba pan sino para tres dias, fué cuando el general Vaubois se decidió a capitular el 6 de julio de 1800.
La isla de Malta por el tratado de Amiens, debió haberse devuelto á los caballeros, pero en menosprecio de este tratado, los ingleses quisieron conservarla, por lo cual comenzaron nuevamente las hostilidades entre Inglaterra y Francia, de manera que la suerte de esta isla fué incierta hasta 1814, en que se reconoció que pertenecería a la Inglaterra.
La costa meridional de Malta no presenta mas que escollos y rocas inabordables, pero las demás se hallan guarnecidas de radas seguras y cómodas, aparte de los dos grandes puertos Porto—Grande y Porto di Marza Muscetto, entre los cuales está situada la ciudad Valette.
Malta, la capital, está dividida en tres partes que son, la ciudad Valette, nombre del gran maestre que la hizo edificar en 1566, el arrabal Victoriosa, y la isla de San Miguel ó de la Sangle, porque un gran maestre de este nombre la fortificó. La isla de Gozzo está protegida por una ciudadela construida en lo alto de las rocas, y por los fuertes Migiero y Cambray que se hallan situados en la ribera. La pequeña isla del Comino tiene también un fuerte. Al O. de la isla de Malta se encuentra un gran número de casas de campo, y en la parte del E. veinte y dos aldeas ó caseríos. Gozzo tiene seis pueblecitos.
El suelo de Malta se compone de una especie de piedra calcárea, con una doble capa de tierra vegetal, y el agricultor no puede hacerlo fértil, sino esparciendo en él guijarros convertidos en polvo, con lo cual produce abundantemente. Malta produce los mas hermosos melones de Europa, sus naranjas son igualmente las mas ricas, y no hay otro pais que tenga rosas de tan dulce y agradable perfume. La isla está cubierta de naranjos, limoneros, almendros, viñas, olivos é higueras. Las cercas de que estos isleños rodean sus campos para resguardar del viento las plantaciones, impiden á la vista gozar del efecto de aquella estension de verdura, que contrasta singularmente con las altas rocas talladas á pico, y con enormes y vetustas grietas. Los asnos y los perros de esta isla son escelentes, y los romanos apreciaban y buscaban mucho estos últimos.
Los campos de Malta y de Gozzo merecen recorrerse y examinarse por los aficionados á la antigüedad y á los fenómenos de la naturaleza. Las ruinas de la Torre de los Gigantes, que se ve en Gozzo, han atravesado indudablemente muchos siglos, y son, como todos los monumentos que nos quedan de los pueblos primitivos, un conjunto de piedras enormes ensambladas unas con otras, sin ligazon ni cimiento. Al Oeste de Mdina se encuentran los restos de un templo de Proserpina.
Como los malteses han vivido casi siempre con estrangeros, parecen también un conjunto de muchas naciones. Su carácter es una mezcla singular del vigor africano, de la altivez española, de la finura italiana y de la alegría francesa. Su idioma tiene principalmente por base el árabe, pero se encuentran en él voces de otras muchas lenguas. Se alimentan con peces, frutas y legumbres.
El pueblo de Malta y de Gozzo es de los que han conservado mas largo tiempo sus antiguas costumbres. En los funerales los malteses hacen que figuren todavía dos mugeres con manto negro, que llevan en sus cabezas braserillos donde queman aromas y yerbas odoríferas, Cuando nace un niño en el seno de una familia bien acomodada, los padres y los amigos se juntan para lo que llaman cucciha, que consiste en presentar al recien nacido, si es niño, dos cestas, una llena de dulces y de trigo, y la otra de dinero, con un escritorio y una espada; y si es niña, una cesta con cintas, seda y agujas. Los malteses creen de buena fé que la elección casual que aquí se obliga á hacer al niño, determina su carácter, gusto y vocación.
Los malteses son muy amantes de las diversiones, esperan con ansiedad los dias feriados, y tienen muchos en su calendario. Una prueba de lo que gusta el divertirse á las mugeres, es que en la mayor parte de los caseríos hacen á los maridos estipular en los contratos de boda, que las han de llevar á la Mnaria, á Ja fiesta de San Juan y á algunas otras. También se ve por el cuidado que tienen en ingerir esta cláusula, la poca libertad de que disfrutan las mugeres en Malta. Pero la fiesta popular y por escelencia deseada, es

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