jueves, abril 26, 2012

Viage ilustrado (Pág. 634)

Nuestra Señora, el campanario de la misma, la casa consistorial y otras que formaban la plaza, y también un viejo castillo, y después Balmaseda entregó á las llamas mas de cien casas. La población de Monreal asciende á 1,316 habitantes.
Santa Eulalia es población de 1,127 almas, que se llamó en lo antiguo lugar de las Tres Torres, y en la que hay de notable la iglesia parroquial por su capacidad y buena construcción, la casa de la familia Fuertes y otras. Nació y murió en este pueblo, de familia distinguida, el erudito astrónomo y geógrafo don Isidoro Antillon que, como los mas de los españoles de mérito, murió en la desgracia ven la persecución. Dejando á la izquierda el pueblo de Concad, notable porque en sus cercanías y debajo de una dilatada capa de piedra de quince pies de espesor, se encuentra una gran cantidad de huesos humanos y animales domésticos petrificados, cuyo singular depósito ha sido con razón objeto del estudio de muchos sabios, y que se creen ser restos de los celtíberos que aqui combatieron contra los romanos acaudillados por Besacides y Budar (1), y que perdieron aqui 1,200 muertos, se llega á la muy noble, fidelísima y vencedora ciudad de Teruel, después de una jornada de ocho leguas. Su situación es en una altura y en la ribera izquierda del Guadalaviar, y el clima es frio y sano. Es una de las poblaciones de mas antigüedad; tuvo por nombre Turba, y pertenecía á los celtíberos lusones. Los saguntinos invadieron algunos territorios de los turbitanos ó habitantes de Turba, y se encendió con este motivo entre unos y otros una reñida guerra que duró largos años. El célebre Annibal se posesionó de Turba, ciudad que era su aliada, el año 219 antes de Jesucristo, y sus habitantes le ayudaron en la toma de Sagunto, su enemiga. Después de la horrible catástrofe que esta sufrió, los turbitanos entraron en posesión de los terrenos disputados; mas después los Escipiones, sin duda para desagraviar la memoria de los heroicos saguntinos, arrasaron á Turba y vendieron como esclavos á sus habitantes. Pero los turbitanos de las aldeas volvieron á poblar y restaurar su ciudad, en cuyas cercanías se dio una famosa batalla entre los romanos acaudillados por Q. Minucio Termo (que alcanzaron el triunfo), y los celtíberos, que lo estaban por Budar y Besacides, de que antes hablamos. Los romanos construyeron en Turba muros con torreones, algibes y otras obras. Cuando permanecía esta población en poder de los sarracenos, tuvo en su recinto al celebre Cid Campeador protegido por el wali de Albarracin, y aqui se preparó para la famosa conquista de Valencia en 1092. Alfonso II de Aragón conquistó á los moros el pueblo de que nos ocupamos, que ya se llamaba Teruel; en 1171 lo fortificó, le dio el fuero de Sepúlveda y dio su señorío á Berenguer de Entenza, caballero catalán. Jaime I el Conquistador reunió, en la entonces villa de Teruel, las fuerzas para la guerra de Valencia, y los habitantes no solo le ayudaron con dinero y víveres largamente, sino también con sus brazos, distinguiéndose particularmente en esta jornada. A este tiempo se atribuye el romancesco y estraño suceso de los célebres amantes de Teruel de que hablaremos luego. Pedro IV el Ceremonioso llegó á esta ciudad en 1343, y la villa le concedió un donativo para la guerra que aquel hacia contra Mallorca. También siguió su partido y en contra de los defensores del privilegio de la Union, por lo que Pedro IV la elevó a la categoría de ciudad en 1347. Pedro el Cruel, rey de Castilla, se hizo dueño de Teruel el año 1363, y rescató ciertas banderas castellanas, que estaban depositadas en una iglesia, y habian sido cogidas por don Diego Lopez de Haro y los aragoneses muchos años antes. Alfonso V de Aragón juntó Cortes en esta ciudad en 1427, y durante su celebración aconteció un hecho notable. Fué el caso que Francisco de Villanueva, que á la sazón era el juez, defendió con demasiada energía los derechos y fueros de los turolenses, y el rey, de suyo déspota hasta dejárselo de sobra, lo hizo ahogar en el mismo salon de las sesiones, y luego arrojar su cuerpo á la plaza. Cuando el establecimiento de la Inquisición, Teruel se opuso á los ministros de este tribunal, que se vieron por el pronto obligados á retirarse á Celia, y fué necesaria la intervención de Fernando el Católico para que lograsen fijarse en la ciudad. Por disposición de Felipe II se erigió la iglesia catedral en la antigua iglesia parroquial de Santa María. Cuando el valiente justicia mayor de Aragón don Juan de Lanuza se levantó para defender contra las demasías del mismo monarca las libertades del pais, los turolenses le secundaron; pero después sufrieron la venida de un oidor de Valencia que hizo ahorcar á muchos y destinó á otros á galeras. En 1809 se fijó en esta ciudad por algún tiempo la junta de gobierno del reino de Aragón, que dirigió la heroica guerra que el mismo hizo á los invasores franceses. El escudo de armas de Teruel consiste en un toro con una estrella encima y al timbre un murciélago, insignia particular del rey don Jaime, y que fué concedida á esta ciudad por la parte que tomó en la conquista de Valencia. Entre sus hijos ilustres se cuentan el padre Gerónimo Ripalda, don Sebastian Navarro de Arroita, y á los celebrados amantes don Juan Diego Martinez Garcés de Marcilla y doña Isabel de Segura. El aspecto de Teruel es en lo general desagradable por lo angosto y tortuoso de sus calles y la poca elegancia de sus casas. Tiene catorce plazas, de las que algunas son bastante espaciosas, pero de figura irregular. Debajo de la llamada Mayor subsiste un gran algibe antiguo, que está en uso aun.
La catedral, en otro tiempo parroquia, erigida en colegiata en 1423 y elevada á sede episcopal en 1577, es un edificio regular. Se compone de tres naves renovadas en tiempos modernos, y nada contiene de notable mas que el altar mayor, que es del gusto del renacimiento; la reja del coro, que es gótica, la sillería que es sencilla y moderna, y dos custodias de plata, una de las que pesa 14 arrobas. Hay también algunas pinturas de mérito y reliquias de santos. Se titula Santa Maria de Media Villa (2). La parroquia de San Pedro, que solo tiene una nave, es tal vez el templo mas antiguo de la ciudad, pero fué renovado en mucha parte á mediados del siglo pasado. El altar mayor es plateresco, y en él se ven representados los principales sucesos de la vida del apóstol titular. Delante

(1) Véase á Feijóo, Boules y el abate Andrés. Cortés dice que es el monumento mas admirable de Europa.

(2) Fué canónigo de esta iglesia don Gil Sanchez Muñoz, elegido pontífice el 10 de junio de 1423 por los cardenales que estaban á devoción de Pedro de Luna, que se llamaba Benedicto XIII, el cual Muñoz renunció la tiara por la paz de la iglesia y murió obispo de Mallorca. La dotación de esta catedral debe ser de un obispo, seis dignidades, diez canónigos, cinco racioneros y dos medios.





No hay comentarios: