viernes, agosto 07, 2009

Viage ilustrado (Pág. 414)

de pintura de este nombre, y donde se conserva el cráneo del inmortal Rafael, descubierto en 1833.
»Sobre esta Via Sagrada, cuyo suelo está empedrado con pedazos de mármol, de lava basáltica, donde aun se ve marcado el surco del carro de los triunfadores, se ve el hermoso templo de Antonino y Faustina, hoy iglesia de San Lorenzo. En este templo desplegó el pueblo romano toda su galantería, inmortalizando y divinizando á su joven soberana.
»De todos los templos levantados sobre la Via Sagrada, el mas santo fué sin duda el de Rómulo y Remo. Hoy este templo es el vestíbulo de la iglesia de San Cosme y San Damián, edificada al nivel del suelo actual sobre una parte de sus construcciones. En este templo se encontraron en el siglo XV las tablas de mármol sobre que estaba grabado el plano de Roma, y que hoy se encuentran embutidas en la pared de la escalera del Museo Capitolino.
»Marchando siempre por la Via Sacra se encuentran tres inmensas bóvedas de ladrillo, restos del templo de la Paz, en otro tiempo palacio de Magencio, y que á la muerte de éste, cuando entró Constantino en Roma, fué convertido en iglesia con el nombre de basílica de Constantino.
»Mas adelante se ve el arco de Tito, levantado en honor del hijo de Vespasiano después de la conquista de Jerusalem Este arco tan elegante no tiene mas que un solo ojo. Está enriquecido con hermosos bajos relieves que no dejan duda alguna acerca de su destino; porque enfrente de Tito, representado sobre su carro, rodeado de lictores y seguido de su ejército, están las puertas del despojado templo de Jerusalen, el candelabro de oro con los siete mecheros, la mesa, y el arca que encerraba los libros santos, «Entre el templo de la Paz y el arco de Tito había construcciones considerables que constituían la unidad del antiguo Foro. Allí se ven los restos del templo de Venus y de Roma.
»Monte Palatino. Sobre esta colina Evandro fundó una ciudad llamada Palatium, y mas tarde los mas ilustres romanos establecieron en ella sus casas. Augusto nació en el Palatino el 27 de setiembre del año de la fundación de Roma 691, edificando alli el palacio que fué la morada de los Césares. Después de un incendio, Nerón lo reparó tan magníficamente que recibió el nombre de la Casa dorada, en donde se veían mas de tres mil columnas y la estatua colosal de Cenodoro.
»Nada en la Europa antigua ni moderna puede dar una idea de lo que eran los palacios, las termas y los jardines de los Césares; lo gigantesco de semejantes construcciones se demuestra por las ruinas del Palatino y por la casa de Nerón, de quien se cuenta que cuando durmió en ella por la primera vez dijo, «al fin estoy alojado como un hombre.»
«Jenserico, rey de los vándalos, saqueó la Casa dorada, en donde se apoderó de todos los vasos sagrados que Tito había traído de Jerusalen.
«Hoy no se ven sobre el Palatino sino ruinas gigantescas, entre los que crecen encinas, laureles y cipre-preses. Es un lugar de los mas tristes y pintorescos de Roma.
«Allí se encuentran los jardines Farnesios, sobre las ruinas de la casa de Augusto, y la villa Palatina, en otro tiempo villa Mattey, que hoy pertenece á un rico lord inglés.
»La Meta sudante, son restos de una inmensa fuente que se elevaba cerca de la casa de Séneca, á la entrada del Circo adonde se lavaban los atletas, y gladiadores.
«El Coloseo ó Coliseo, es el monumento gigantesco y la ruina mas notable de todas las de Roma, el cual en pie después de tantos siglos sobre sus propias ruinas, presenta intactos sus cuatro pisos de arquitectura coronando la triple bóveda de sus galerías; atleta gigante, victorioso, aunque mutilado en su lucha contra el tiempo; con los hombres y con los elementos; testigo inmortal y sublime de Roma y de Cristo, Vespasiano edificó ese Coloso con 12,000 judíos cautivos. Tiene de alto 157 pies, 1,650 de circunferencia esterior, y su arena 285 pies de largo, sobre 182 de ancho. Durante muchos siglos, fué el teatro de los sangrientos placeres de Roma. Desde el siglo XI hasta 1312 sirvió de castillo fuerte á muchas familias nobles. Mas tarde fué trasformado en hospital; y por mucho tiempo ha suministrado materiales á los mas grandes palacios de Roma, pero desde principios del siglo XIX, los papas han manifestado el mayor cuidado en conservar estas ruinas prodigiosas. Para salvarlas de la destrucción, y á este fin, han establecido un via crucis en el Circo. Nosotros hemos visto este vasto anfiteatro, cubierto de verde, iluminado por la luna. Hemos visto desiertas las jaulas donde bramaban los tigres y los leones en otro tiempo; nos hemos paseado por el sitio desde donde los mártires oían sus bramidos, como el marino oye sobre una mar tranquila el lejano mugido de los vientos que han de hacer zozobrar su barquilla; hemos paseado largo tiempo sobre el campo de batalla donde luchó el cristianismo, y donde no hay grano de arena, que no esté teñido con la sangre de los cristianos, esa gran familia siempre dispuesta para la muerte
«No hay una piedra de sus graderías donde un generoso confesor no haya dejado una parte de su cuerpo. La estátua colosal del primer perseguidor de los cristianos dio su nombre al Coliseo: tenia 120 píes de altura, empero Vespasiano la hizo sustituir con una estatua del sol cuyos rayos tenian 22 pies. Un toldo inmenso se estendia sobre el circo del combate; parecía que se quería ocultar á la vista del cielo los nobles testigos de Cristo, como si el cielo no hubiese estado siempre presente en el corazón y delante de los ojos de sus atletas, que combatieron bajo el ojo y el cielo de Dios, según la elegante espresion de Tertuliano, sub cœlo Dei y que veían encima de sus cabezas á sus hermanos coronados de gloria que les gritaban, constancia!
«El Circo fué el principal palenque donde luchó el cristianismo con los dioses del decrépito Olimpo. Tres siglos duró esta lucha.
«Entre el Palatino y el Coliseo se levanta magestuoso el arco de Constantino. Para alzar este monumento al restaurador del cristianismo, se mutiló otro arco triunfal, el arco de Trajano. Asi, á pesar de su inscripción que anuncia su dedicación á Constantino, vencedor de Magencio, sus grandes bajos relieves representan acciones de guerra de Trajano, y es heterogéneo el conjunto de su arquitectura, Este arco de triunfo, el mas bello de todos, presenta la lucha de dos siglos y de dos Césares; de Trajano, el perseguidor del cristianismo, de Constantino, que da la paz á la iglesia.
«Aqui termina la perspectiva de la Roma antigua, vastísimo campo de ruinas, llamado con razón el Valle de los monumentos.

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