viernes, octubre 14, 2011

Viage ilustrado (Pág. 594)

puesto por los griegos, tiene un recuerdo histórico muy notable, que deberemos consignar. El año 619 de Roma (antes de Cristo 132), Junio Bruto, con objeto de terminar la conquista de Galicia, salió de Braga al frente de sus legiones. Al llegar á la ribera de este rio, sus soldados, que tenían muy presente el rio Lethes que rodeaba los Campos Elíseos, sobrecogidos de un terror pánico, se detuvieron rehusando pasarlo creyendo perder la vida, ó al menos la memoria, si lo verificaban. En este momento, Junio Bruto, qué comprendió la causa de tan repentino desaliento, cogió el águila de una legion, se arrojó al rio, llegó á la opuesta ribera, y desde alli llamó a sus soldados, haciéndoles ver lo pueril de sus temores, pues él no perdiera ni la vida ni la memoria, pues no se olvidaba de sus legiones. Asi logró que estas le siguiesen sin repugnancia. También no muy lejos de este rio está el monte llamado Cabeza de Medo (1), al que se refugiaron los gallegos perseguidos por los generales romanos Cajo Antistio y Publio Firmicio. No podiendo estos arrancarlos de aquellas fragosidades, cercaron el monte con un ancho foso de quince millas de circuito, y los valerosos galaicos prefirieron, antes que rendirse, darse la muerte unos á otros, ya con el hierro, ya con el veneno sacado del tejo.
Guinzo de Limia, capital del valle de este nombre, dista dos leguas de Allariz, y cinco de Orense Se compone de mas de doscientas casas, tiene una parroquia con la advocación de Santa Marina, y dos ermitas. Es cabeza de ayuntamiento y partido judicial, y tiene 1,065 habitantes. Ocupa esta villa el lugar que una antigua ciudad llamada Antioquía, patria que fué de Santa Marina, que nació el año ciento veinte y tres de Cristo. Su padre era Teudio, gobernador, según dicen, de este pais, en tiempo que imperaba en Roma el español Adriano. Sucedió á Teudio un tirano llamado Olibrio, que hizo martirizar á Marina en la fortaleza de Armea, cuyos vestigios aun se descubren en el valle de Rabeda, no lejos de Guinzo. También estaba cercana á esta población la antigua ciudad de Lemis ó de los Limicos, habiéndose descubierto algunas lápidas con inscripciones y otros vestigios. Tan cierto es lo que ya repetimos otras veces, que en Asturias y Galicia no puede darse un paso sin tropezar con un recuerdo histórico ó un monumento de la antigüedad.
Siguiendo la carretera de Castilla se encuentra el valle de Monterey, muy celebrado por su fertilidad y escelentes vinos, y que ocupa la parte meridional de la provincia en el confin con Portugal Está regado por el rio Tamaga, y se divide en dos partes denominadas valle alto y valle bajo. La primera tiene once parroquias, y la segunda doce. Aunque el pueblo de Verin, situado á diez leguas de Orense, capital del partido judicial de su nombre, ofrece mas comodidades á los viajeros que Monterey. El origen de la villa es desconocido y olvidado por su mucha antigüedad. Alfonso VII, llamado el emperador, la repobló en 1150, imponiéndola la denominación que conserva, aludiendo á su situación montuosa. Pedro el Cruel llegó á Monterey en 1365, cuando desairado por el rey de Portugal, á quien fuera á pedir auxilios contra su hermano Enrique, se entró en Galicia. Aqui se le reunieron don Fernando de Castro y otros caballeros poderosos del pais, aconsejándole probase fortuna con las armas, para lo que le ofrecieron quinientos ginetes y dos mil peones: mas don Pedro prefirió trasladarse á Inglaterra, embarcándose en la Coruña. A su paso por Santiago fué cuando hizo justicia á los caballeros Turrichaos, permitiéndoles diesen muerte á su enemigo el arzobispo don Suero, como referimos en otro lugar. En 1391, don Alonso, conde de Gijon, hizo conducir á Monterrey al arzobispo de Toledo, á quien tenia preso, encomendando su custodia al maestre de Santiago. El rey don Enrique IV concedió esta villa y su territorio con título de condado á don Sancho Sanchez de Ulloa, y á su muger doña Teresa de Zúñiga y Viedma, que ya poseian el señorio de la villa. El actual conde de Monterey es el duque de Alba. Compónese la población de cincuenta y seis casas, entre las que se cuenta el antiguo palacio de sus condes, con un alto terreon con almenas y ladroneras, la municipal, la cárcel y un hospital de peregrinos fundado por los condes. La iglesia parroquial esta dedicada á Santa María de Gracia. Hubo también un convento de franciscanos, y hasta hace muy pocos años Monterey estuvo considerada como plaza fuerte, y tenia gobernador de la clase de capitán. Haciia frente á la plaza portuguesa de Chaves. Celebra una feria el 16 de cada mes, y contiene 244 habitantes. Desde Monterey el pais va á cada paso perdiendo en fertilidad y belleza; en el Campo de Becerros, aldea que dista tres leguas de Monterey, ya no se ve sino un terreno escabroso, estéril, despojado de árboles, de rios y de poesía. Gudiña se compone de sesenta y cuatro casas que forman una sola calle, de la que una acera pertenece al obispado de Orense, y la otra al de Astorga, y hay por consiguiente, dos iglesias parroquiales ademas de una ermita, es capital de un ayuntamiento, y tiene, por consiguiente, casa municipal y cárcel. En cuanto á etimología, historia, recuerdos, etc., este pueblo es poco antiguo; su origen habia sido una venta ó taberna, edificada por una muger llamada de sobrenombre la Agudiña (como si dijéramos en castellano perspicaz, ingeniosa y discreta), la que lo comunicó primero á la venta que fundara, y luego á la reunion de casucas que se fueron edificando. Armonizan en la Gudiña su estéril y pedregosa campiña, la fealdad de sus pobres chozas, y lo humilde y plebeyo de sus anales. Ha sido patria de un grande hombre, de un héroe cristiano, de San Sebastián Aparicio, en fin. Nos dirigiremos ahora á los renombrados codos de Lorouco, restos de una via militar trazada en tiempo de Trajano, y que tienen por objeto hacer menos sensible la aspereza del monte del mismo nombre (2) y que aun están en uso; el famoso Monte–Furado, especie de Tunnel ó canal subterráneo (3), obra atrevida del mismo emperador, para dar, como dio, un nuevo cauce al Sil, y descubrir por este medio el criadero del oro que en tanta abundancia arrastran aun sus aguas, como el Pactolo de la fábula; el fértil y riquísimo valle de Valdorras, celebre, no solo por sus esquisitos vinos, sino por sus minas de oro esplotadas por los romanos, que le dieron el nombre de Villa–Aurea; los pinto–

(1) Llamábanle los romanos Medulius–Mons. Su cima está siempre cubierta de nieve.
(2) Llamáse en tiempo de los romanos Ladicus Mons.
(3) Tiene este canal 450 varas de longitud, 18 en su menor latitud, y 12 de altura. El Sil lo recorre silenciosamente. Aun arrastra este célebre rio granos de finísimo oro en abundancia, y es inmenso el valor de los que se encuentran mezclados en la arena. Sobre este monte perforado pasan tres caminos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Saludos desde Chile, interesante blog