inscripción en relieve en letra árabe cuya interpretaron, según Gayangos, es la siguiente: «Yo soy un saltador (de agua) nacido por los vientos: mi cuerpo, trasparente como el cristal, está formado de blanca plata. Las ondas puras y frígidas (de un manantial) al encontrarse en el fondo, temerosas de su propia sutileza y delgadez, pasan luego á formar un cuerpo sólido y congelado.» Esta inscripción ha dado margen á varias conjeturas y no pocas fábulas y cuentos; pero todas son meras suposiciones, y nada de cierto se ha podido averiguar sobre su origen.
Después de la catedral se visita la fábrica de cigarros, que ocupa actualmente el edificio que fué convento de monjas de Santa Cruz, muy poco á propósito para el objeto, en el cual se emplean mil sesenta personas, dando un producto anual de cinco mil libras de cigarros habanos, cuarenta mil de mistos y doscientas cincuenta mil de comunes: la cárcel, notable por la forma casi panóptica del edificio, y por su ventilación y aseo: los establecimientos de beneficencia, todos ellos en un estado brillante, y el teatros construido en 1837, que es un edificio elegante, de buen aspecto y cómodo para los espectadores, cuyo número puede llegar á mil.
Santander ocupa una posición agradable á la falda S. de una colina; goza de una temperatura sana sin que ni el frió ni el calor se deje sentir con demasiado esceso. Es capital de la provincia marítima de su nombre, y como tal, residencia de las autoridades y oficinas correspondientes. Cuenta 16,622 almas, y el trato de sus habitantes es en estremo agradable y cortés. Es población muy concurrida en el verano para tomar baños de mar, calculándose en dos mil el número de personas que van anualmente á buscar el alivio de sus dolencias. En el sitio llamado el Sardinero, donde se pueden tomar baños de ola con toda seguridad, se han hecho últimamente muchas mejoras, y se han construido carruages á propósito para conducir á él á los bañistas
La población mas importante de la Rioja es sin ninguna Nájera, por la circunstancia de haber sido córte de los reyes de Navarra. No debe, pues, estrañarse que en ella nos detengamos algún tanto.
Esta ciudad es de grande antigüedad, y se cree que fué en sus principios un arrabal de la antiquísima Tritium la grande, que pertenecía á los pueblos Betones. Dícese que los árabes la impusieron el actual nombre de Nájera, que muchos interpretan lugar situado entre peñas. Los asturianos, guiados por uno de sus primeros reyes, recobraron esta población a mediados del siglo VIII, perteneciendo en 882 al dominio del Conde de Rioja, llamado Diego ó Didaco.
El rey de Navarra Sancho Abarca se hizo dueño de Nájera en 909, bien se la quitase al rey de Oviedo, ó á los moros si por acaso la recobraran. Aparece después como rebelada contra el dominio navarro, pues el referido Sancho (según Sampiro) pidió á Ordoño, que reinaba en Leon, auxilios para sujetar á Nájera y á Vicaria, ciudades de los alevosos. García Temblador, hijo de Abarca, tomó el título de rey dePamplona y de Nájera, y lo mismo su hijo García, apellidado el Mayor, que vivió algún tiempo en Nájera: puso en ella obispos y la dio fueros. Su hijo García Sanchez fijó en esta ciudad la córte de Navarra, y por eso se le dio el sobrenombre de el de Nájera. Hizo en ella grandes mejoras, la enriqueció con edificios y monumentos, fundó en 1052 el famoso monasterio de Santa María, y creó en él una orden de caballería denominada de la Jarra y de la Terraza. Muerto este García en la batalla de Atapuerca (1054), fué conducido su cadáver por su hermano y vencedor don Fernando I de Castilla, á Nájera, ciudad que desde entonces quedo incorporada á sus estados. Apoderóse de Nájera el rey de Aragón don Alfonso I el Batallador, pero poco después la recuperó el de Castilla don Alfonso VII el emperador, el que reunió en ella córtes. Hallándose en esta ciudad la reina doña Berenguela, la Grande, con su hijo San Fernando, en 1217 , tuvo lugar la ceremonia de la solemne proclamación de éste por rey de Castilla, debajo de un grande olmo. Para conservar la memoria de este hecho señalado de nuestra historia, el ayuntamiento de Nájera aun va el primero de mayo, con tambor batiente, al campo de San Fernando; toman los concejales una rama de laurel, y atravesando toda la población van á oir misa á la ermita de San Cosme. El conde de Trastamara, don Enrique, se apoderó de Nájera en 1360, pero fué vencido al pie de sus muros por su hermano don Pedro el Cruel en este año y en el de 1366, después de una reñida batalla que lleva el nombre de Nájera. El rey don Enrique IV concedió á esta ciudad la prerogativa de voto en córtes en 1484. Tiene por armas un puente con dos castillos. Es patria de muchos hombres célebres. Hoy es cabeza de un partido judicial y tiene tres hospitales, tres parroquias y unos dos mil setecientos habitantes. Lo mas notable de Nájera es la antigua y magnífica iglesia de Santa María la Real, abandonada y próxima á sucumbir al pico destructor, la cual puede llamarse panteón de príncipes y de hombres célebres, por la multitud de sepulcros que contiene, entre los que deberemos mencionar los de los reyes de Navarra don García IV el de Nájera; don Sancho el Noble; la reina doña Blanca, esposa del anterior; otra del mismo nombre reina de Castilla; don Sancho Abarca, tercero de este apellido; la reina doña Estefanía de Fox, esposa del fundador; doña Clara Urraca, que lo fué de Sancho Abarca ; el rey don Sancho el Valiente, y su esposa doña Beatriz; don Diego Lopez de Haro el Bueno, décimo señor de Vizcaya, y una multitud de infantes, infantas y caballeros, que renunciamos á enumerar. Dos leyendas interesantes, ó mas bien dos hechos históricos, se encuentran en nuestras crónicas como acontecidos en esta ciudad, de las que no debemos defraudar á nuestros lectores.
Reinaba en Navarra el célebre Sancho el Mayor, y tenia su corte en Nájera, á mediados del siglo XI, cuando en ocasión de partir á la guerra de los moros dejó á la reina doña Nuña en esta ciudad, encomendándola entre otras cosas que tuviese gran celo y cuidado de un caballo que le trajeron de Africa, el mejor y mas castizo que tenia; que en aquel tiempo ninguna cosa mas estimaban los españoles que su caballos y armas (1). Con la reina quedaron los infantes sus hijos don García y don Fernando, y también don Ramiro, hijo bastardo de don Sancho el Mayor y de una noble dama navarra, llamada doña Caya, señora de Ayvar. Por esta época, el conde de Foy publicó un solemne torneo que debía celebrarse en su córte, y al que habian de concurrir las mejores lanzas de la cristiandad. La reina de los amores debia ser la her–
(1) Mariana, lib. VIII, cap. XIII.
Después de la catedral se visita la fábrica de cigarros, que ocupa actualmente el edificio que fué convento de monjas de Santa Cruz, muy poco á propósito para el objeto, en el cual se emplean mil sesenta personas, dando un producto anual de cinco mil libras de cigarros habanos, cuarenta mil de mistos y doscientas cincuenta mil de comunes: la cárcel, notable por la forma casi panóptica del edificio, y por su ventilación y aseo: los establecimientos de beneficencia, todos ellos en un estado brillante, y el teatros construido en 1837, que es un edificio elegante, de buen aspecto y cómodo para los espectadores, cuyo número puede llegar á mil.
Santander ocupa una posición agradable á la falda S. de una colina; goza de una temperatura sana sin que ni el frió ni el calor se deje sentir con demasiado esceso. Es capital de la provincia marítima de su nombre, y como tal, residencia de las autoridades y oficinas correspondientes. Cuenta 16,622 almas, y el trato de sus habitantes es en estremo agradable y cortés. Es población muy concurrida en el verano para tomar baños de mar, calculándose en dos mil el número de personas que van anualmente á buscar el alivio de sus dolencias. En el sitio llamado el Sardinero, donde se pueden tomar baños de ola con toda seguridad, se han hecho últimamente muchas mejoras, y se han construido carruages á propósito para conducir á él á los bañistas
La población mas importante de la Rioja es sin ninguna Nájera, por la circunstancia de haber sido córte de los reyes de Navarra. No debe, pues, estrañarse que en ella nos detengamos algún tanto.
Esta ciudad es de grande antigüedad, y se cree que fué en sus principios un arrabal de la antiquísima Tritium la grande, que pertenecía á los pueblos Betones. Dícese que los árabes la impusieron el actual nombre de Nájera, que muchos interpretan lugar situado entre peñas. Los asturianos, guiados por uno de sus primeros reyes, recobraron esta población a mediados del siglo VIII, perteneciendo en 882 al dominio del Conde de Rioja, llamado Diego ó Didaco.
El rey de Navarra Sancho Abarca se hizo dueño de Nájera en 909, bien se la quitase al rey de Oviedo, ó á los moros si por acaso la recobraran. Aparece después como rebelada contra el dominio navarro, pues el referido Sancho (según Sampiro) pidió á Ordoño, que reinaba en Leon, auxilios para sujetar á Nájera y á Vicaria, ciudades de los alevosos. García Temblador, hijo de Abarca, tomó el título de rey dePamplona y de Nájera, y lo mismo su hijo García, apellidado el Mayor, que vivió algún tiempo en Nájera: puso en ella obispos y la dio fueros. Su hijo García Sanchez fijó en esta ciudad la córte de Navarra, y por eso se le dio el sobrenombre de el de Nájera. Hizo en ella grandes mejoras, la enriqueció con edificios y monumentos, fundó en 1052 el famoso monasterio de Santa María, y creó en él una orden de caballería denominada de la Jarra y de la Terraza. Muerto este García en la batalla de Atapuerca (1054), fué conducido su cadáver por su hermano y vencedor don Fernando I de Castilla, á Nájera, ciudad que desde entonces quedo incorporada á sus estados. Apoderóse de Nájera el rey de Aragón don Alfonso I el Batallador, pero poco después la recuperó el de Castilla don Alfonso VII el emperador, el que reunió en ella córtes. Hallándose en esta ciudad la reina doña Berenguela, la Grande, con su hijo San Fernando, en 1217 , tuvo lugar la ceremonia de la solemne proclamación de éste por rey de Castilla, debajo de un grande olmo. Para conservar la memoria de este hecho señalado de nuestra historia, el ayuntamiento de Nájera aun va el primero de mayo, con tambor batiente, al campo de San Fernando; toman los concejales una rama de laurel, y atravesando toda la población van á oir misa á la ermita de San Cosme. El conde de Trastamara, don Enrique, se apoderó de Nájera en 1360, pero fué vencido al pie de sus muros por su hermano don Pedro el Cruel en este año y en el de 1366, después de una reñida batalla que lleva el nombre de Nájera. El rey don Enrique IV concedió á esta ciudad la prerogativa de voto en córtes en 1484. Tiene por armas un puente con dos castillos. Es patria de muchos hombres célebres. Hoy es cabeza de un partido judicial y tiene tres hospitales, tres parroquias y unos dos mil setecientos habitantes. Lo mas notable de Nájera es la antigua y magnífica iglesia de Santa María la Real, abandonada y próxima á sucumbir al pico destructor, la cual puede llamarse panteón de príncipes y de hombres célebres, por la multitud de sepulcros que contiene, entre los que deberemos mencionar los de los reyes de Navarra don García IV el de Nájera; don Sancho el Noble; la reina doña Blanca, esposa del anterior; otra del mismo nombre reina de Castilla; don Sancho Abarca, tercero de este apellido; la reina doña Estefanía de Fox, esposa del fundador; doña Clara Urraca, que lo fué de Sancho Abarca ; el rey don Sancho el Valiente, y su esposa doña Beatriz; don Diego Lopez de Haro el Bueno, décimo señor de Vizcaya, y una multitud de infantes, infantas y caballeros, que renunciamos á enumerar. Dos leyendas interesantes, ó mas bien dos hechos históricos, se encuentran en nuestras crónicas como acontecidos en esta ciudad, de las que no debemos defraudar á nuestros lectores.
Reinaba en Navarra el célebre Sancho el Mayor, y tenia su corte en Nájera, á mediados del siglo XI, cuando en ocasión de partir á la guerra de los moros dejó á la reina doña Nuña en esta ciudad, encomendándola entre otras cosas que tuviese gran celo y cuidado de un caballo que le trajeron de Africa, el mejor y mas castizo que tenia; que en aquel tiempo ninguna cosa mas estimaban los españoles que su caballos y armas (1). Con la reina quedaron los infantes sus hijos don García y don Fernando, y también don Ramiro, hijo bastardo de don Sancho el Mayor y de una noble dama navarra, llamada doña Caya, señora de Ayvar. Por esta época, el conde de Foy publicó un solemne torneo que debía celebrarse en su córte, y al que habian de concurrir las mejores lanzas de la cristiandad. La reina de los amores debia ser la her–
(1) Mariana, lib. VIII, cap. XIII.
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