martes, marzo 01, 2005

"El mejor safari"


Lekunberri
El otro día acabé de leer el relato "El mejor safari", de Nadine Gordimer, integrado en la selección de narraciones de diversos autores que ha editado el Círculo de Lectores, bajo el título de "Relatos de viaje" y perteneciente a un bookring o anillo, aunque a mi me gusta más llamarlo rondalibro, mediante el movimiento Bookcrossing.
En él se relata la historia de una niña que atraviesa el Parque Kruger para escapar de la guerra de Mozambique, y que es la narradora de este dramático viaje. Nos cuenta sus penalidades en su aldea tras la desaparición de sus padres, víctimas de la guerra, y la huida hacia el exilio de ella y sus hermanos, junto a sus abuelos. Es el horror visto por los ojos de una niña cuya inocencia no alcanza a captar el tamaño de la desgracia que vive. Es la experiencia de los refugiados, el dolor de la pérdida de la familia y la esperanza de volver al hogar perdido. De alguna manera, también, es una reivindicación de la vida.
Esta mañana, al pasar por Lekunberri y ver a los buitres sobrevolando en busca de alguna res muerta por las últimas nieves y fuertes heladas de estos días, me ha recordado un dramático pasaje de este relato. En su travesía del Parque Kruger, esta niña y su familia junto con otros exiliados, se ven obligados a comer bayas silvestres que les producen descomposición y, para hacer sus necesidades, se alejan del grupo para tener algo de intimidad. El abuelo, ya debilitado por la edad y el viaje, se aleja demasiado y se extravía. El grupo le busca durante todo el día y no da con él, hasta que ven en el cielo a numerosos buitres volando en círculos, comprendiendo entonces que no pueden hacer nada por el anciano, reiniciando la marcha.
Este relato "El mejor safari" forma parte del libro editado por Nadine Gordimer, en el que la autora sudafricana reunió a 20 autores, que donaron sus relatos para la lucha contra el SIDA. Nadine Gordimer veía que si los músicos podían organizar conciertos contra esta pandemia, también los escritores podían hacer algo al respecto. Pidió a sus amigos escritores que donasen un relato ya publicado que les representara debidamente y que lo donaran sin pago, liberando los derechos y convenció a las editoriales para cobrasen solo los costos. Tales cuentos se editaron bajo el título de "Telling Tales" en once idiomas y sus beneficios son destinados a la lucha contra el SIDA. Por cierto, entre estos once idiomas no se encuentra el español.

2 comentarios:

mirada dijo...

Muy interesante el post, y me gusta el estilo de tu blog...
Muchas gracias por visitarme, así me ha servido para conocerte, te enlazo si no te importa....
Decirte que para emprender el camino la preparación física no es tan importante, porque la vas adquiriendo poco a poco, ya que es básico caminar al ritmo de tu cuerpo, nunca forzar el paso ni la cantidad de kilómetros diarios.
El calzado lo más cómodo posible y que ya hayas usado, unos buenos calcetines que transpiren el sudor, sino hay que ir cambiándolos a lo largo de la caminata diaria.
El peso y la cantidad de horas que se camina al día influye mucho sobre los pies, para que no sufran es importante que el peso de la mochila no llegue al 10% de tu peso corporal.
Caminando adecuadamente previenes posibles tendinitis.
La mochila bien ajustada en la cadera, para que el peso de la misma no sobrecargue la espalda.
Te sigo contando?
Un beso :-) Mil gracias

Anónimo dijo...

Hace tiempo que no ando pero siempre me gustó caminar. Actualmente sólo lo hago si consigo hacer un poco de turismo rural. pero claro, uno ya no está para esos trotes, qué mas quisiera.