miércoles, marzo 02, 2005

Julio Verne (V)


Tierra de hombres
Su hijo Michael inspiró esta deliciosa novela.
Ellos llevaban (...) sus más bonitos adornos. Cabelleras divididas en cuatro partes recubiertas de rodetes y trenzas sujetas como un moño, o dispuestas como mangos de sarten delante de la cabeza con penachos de plumas rojas (...). En cuanto a los ropajes propiamente dichos, se resumían para estos señores en unos trozos de cuero de antílope que llegaban a las rodillas, o incluso unos calzones de tejido vegetal de colores vivos; para estas damas, era un cinturón de perlas que sujetaban a la cintura unas enaguas verdes, bordadas en seda, adornadas con bolas de cristal o de concha y a veces uno de esos taparrabos de "lambba", cubierto de paja, azul, negro y amarillo, que es tan buscada por las zanzibaritas.
(Un capitán de quince años)

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