lunes, febrero 28, 2005

Julio Verne (IV)


Pulpo ficción
Otra celebrada obra que nos ha dejado personajes inmortales: Nemo y su nave, el Nautilus.
"Era un calamar de dimensiones colosales, teniendo ocho metros de longuitud. (...) Miraba con sus enormes ojos fijos con tintes glaucos. Sus ocho brazos, o más bien sus ocho pies, implantados sobre su cabeza, que han valido a estos animales el nombre de cefalópodos, tienen un desarrollo el doble de su cuerpo y se retuerzen como la cabalgadura de las Furias. Se ve indistintamente las doscientas cincuenta ventosas en la cara interna de los tentáculos bajo la forma de capsulas semiesféricas. A veces estas ventosas se aplicaban sobre el cristal del salón haciendo el vacio. La boca de este monstruo (...) se abría y se cerraba verticalmente. Su lengua, sustancia córnea, (...) sacaba agitando esta verdadera cizalla".
(Veinte mil leguas de viaje submarino)

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