Lekunberri
El otro día acabé de leer el relato "El mejor safari", de Nadine Gordimer, integrado en la selección de narraciones de diversos autores que ha editado el Círculo de Lectores, bajo el título de "Relatos de viaje" y perteneciente a un bookring o anillo, aunque a mi me gusta más llamarlo rondalibro, mediante el movimiento Bookcrossing.
En él se relata la historia de una niña que atraviesa el Parque Kruger para escapar de la guerra de Mozambique, y que es la narradora de este dramático viaje. Nos cuenta sus penalidades en su aldea tras la desaparición de sus padres, víctimas de la guerra, y la huida hacia el exilio de ella y sus hermanos, junto a sus abuelos. Es el horror visto por los ojos de una niña cuya inocencia no alcanza a captar el tamaño de la desgracia que vive. Es la experiencia de los refugiados, el dolor de la pérdida de la familia y la esperanza de volver al hogar perdido. De alguna manera, también, es una reivindicación de la vida.
Esta mañana, al pasar por Lekunberri y ver a los buitres sobrevolando en busca de alguna res muerta por las últimas nieves y fuertes heladas de estos días, me ha recordado un dramático pasaje de este relato. En su travesía del Parque Kruger, esta niña y su familia junto con otros exiliados, se ven obligados a comer bayas silvestres que les producen descomposición y, para hacer sus necesidades, se alejan del grupo para tener algo de intimidad. El abuelo, ya debilitado por la edad y el viaje, se aleja demasiado y se extravía. El grupo le busca durante todo el día y no da con él, hasta que ven en el cielo a numerosos buitres volando en círculos, comprendiendo entonces que no pueden hacer nada por el anciano, reiniciando la marcha.
Este relato "El mejor safari" forma parte del libro editado por Nadine Gordimer, en el que la autora sudafricana reunió a 20 autores, que donaron sus relatos para la lucha contra el SIDA. Nadine Gordimer veía que si los músicos podían organizar conciertos contra esta pandemia, también los escritores podían hacer algo al respecto. Pidió a sus amigos escritores que donasen un relato ya publicado que les representara debidamente y que lo donaran sin pago, liberando los derechos y convenció a las editoriales para cobrasen solo los costos. Tales cuentos se editaron bajo el título de "Telling Tales" en once idiomas y sus beneficios son destinados a la lucha contra el SIDA. Por cierto, entre estos once idiomas no se encuentra el español.