maestra del género churrigueresco, debida al obispo Arango, y el suntuoso monumento que solo se usa el Jueves Santo, y que es una copia exacta del famoso de Sevilla, aunque no tiene mas que una fachada. El claustro nada ofrece de notable mas que su mucha estension y algunas inscripciones de los siglos medios. La sillería de coro es de mucho mérito. En él hay dos grandiosos órganos. La catedral está servida por un cabildo compuesto de un obispo, nueve dignidades, veinte y un canónigos, ocho racioneros, y suficiente número de capellanes y otros ministros. La mejor iglesia de la ciudad, después de la catedral, es la de los dominicos. La del convento de franciscos y de monjas de la misma orden, ó sea de la Concepción, son bastante regulares y aseadas. Hay ademas la capilla de la Misericordia, la de San Telmo, en que se enseña el lugar donde falleció el santo (pues esta iglesia se levantó sobre el solar de la casa en que moraba en el siglo XIII) y otras varias en las cercanías. La única parroquia de la ciudad es la catedral. En la plaza está la casa consistorial, que es grande, y el hospital de caridad, de fábrica moderna, y también de bastante estension. Tiene Tuy una casa de espósitos, un teatro, dos cuarteles, varios edicios que estuvieron destinados á cuerpos de guardia y almacenes de pólvora, y fortificaciones que rodean toda la ciudad, aunque enteramente destruidas. Sin embargo, por una de aquellas anomalías tan frecuentes en nuestra patria, Tuy, á pesar de tener en escombros sus murallas, y clavados ó rotos sus antiguos cañones de hierro, está en la categoría de plaza fuerte de segundo orden, y tiene un gobernador de la clase de brigadier, un mayor de plaza, ayudante, etc. Hay también una cátedra de latinidad, aduana de segunda clase y juzgado de primera intancia de ascenso, que contiene cincuenta y una parroquias. El obispado estiende su jurisdicción á doscientas sesenta y dos. Antes era Tuy cabeza de una provincia que llevaba su nombre, y era una de las ciudades de voz y voto en Córtes. Celebra tres ferias al año y mercado los jueves. Su comercio es bastante considerable con Portugal, y consiste principalmente en la esportacion de granos y ganado. La industria mas común son las lencerías y fábricas de sombreros ordinarios, licores y curtidos. Tiene Tuy cuatro mil doscientos doce habitantes.
Al salir de Tuy se atraviesa la hermosa vega llamada del Oro, dicha asi del rio del mismo nombre que va á reunirse al Miño, y que se cruza por un largo puente de piedra. Esta vega tiene una particularidad que la hace ser única en España, y consiste en que á semejanza del Bajo Egipto, es fecundada todos los años por la inundación periódica del Miño, que deposita en ella sedimentos, que la proporcionan estraordinaria fecundidad. Para que la semejanza sea mas completa, la vega de que hablamos forma una delta ó triángulo, cuya base, que es la ribera del Miño, tiene media legua de longitud, y la altura ó sea la distancia desde el rio al vértice, un cuarto de legua. A la derecha y á la orilla del rio, están los baños termales de Caldelas, que quedan también cubiertos por la inundación periódica, y por lo que las habitaciones de los bañistas se forman de chozas ó barracas, que desaparecen con la estación de los baños. Al frente de Caldelas, y en la margen opuesta del Miño está la villa portuguesa de Monzón. Hay una pequeña aldea llamada la Franqueira, que dista de Tuy cuatro leguas, y en la que nada hay de notable mas que el antiguo priorato de monges bernardos y su iglesia, que por ser parroquia permanece abierta al público. En ella se venera una efigie de la Virgen, hecha de piedra, de antigüedad muy remota, y que estuvo antes en una ermita, hoy derruida. Se le da el título de Nuestra Señora de la Franqueira y se celebra en su honor una muy concurrida romería en la Pascua de Pentecostés. Sin detenernos en la Cañiza, aldea cabeza de un partido judicial con cuarenta y una parroquias, ni hablar del suntuoso ex-monasterio de monges bernardos de Melon, notable por su capacidad y buena arquitectura, y que pertenece ya á la provincia de Orense, pasemos á Rivadavia. La muy antigua villa de Rivadavia está situada entre los montes de Santo Domingo y Santa Marta, y á la orilla del Abia (que á corta distancia de la población se reúne al Miño), sobre el cual tiene un puente de piedra de tres arcos, que forma parte de la carretera de Vigo á Castilla. El valle en que se asienta, conocido con et nombre de Rivero de Abia, es muy fértil y delicioso, y notable mas que por otra consideración por los escelentes vinos que produce, muy semejantes á los de Andalucía, en especial el denominado tostado. Hay ademas mucho trigo, centeno, cebada, maiz, frutas delicadísimas, caza menor y pesca de anguilas, truchas, lampreas, sábalos y algunos salmones. Rivadavia es cabeza de un partido judicial y ayuntamiento, tiene cuatro parroquias y dos conventos que fueron de franciscos y dominicos, un palacio de sus condes y trescientas treinta y cuatro casas habitadas por 1.315 almas. El origen de esta población es remotísimo, y por lo mismo desconocido. Llamóse Abobriga, cuyo nombre envuelve la misma idea geográfica que el actual de Rivadavia. Plinio menciona esta ciudad en los galaicos bracarenses, y muy próxima al Minius, como efectivamente está. En otros tiempos tuvo mucha mas importancia que la que conserva hoy. El rey de Galicia don García, hijo de Fernando I de Castilla, tuvo su corte en esta villa, y su palacio estaba donde ahora el convento de Santo Domingo. Las armas de la villa son en campo azul, puente de plata sobre ondas con castillo encima, y en medio el sol y la luna. En Rivadavia nació en el siglo XVI el célebre teólogo dominico Tomás de Lemus. El rey don Fernando el Católico erigió esta villa en condado, concediendo este título á don Bernardino Sarmiento. La familia de este nombre es una de las mas ilustres y antiguas de Galicia, y lleva por armas en escudo rojo trece roeles de oro.
Pásase luego á Orense, después de recorrer algunos pueblos insignificantes, entre ellos Castrelo de Miño, en el que se ven los vestigios de un puente, y una buena iglesia dedicada á Nuestra Señora, que sirve de parroquia, y que pertenece á la orden militar de San Juan, y es por lo mismo de la jurisdicción del vicario de la encomienda de Incio y Osoño. Cuéntase alli la historia siguiente, que encierra la escelente moralidad de que Dios castiga tarde ó temprano los delitos por ocultos que sean, y valiéndose á veces de medios al parecer insignificantes.
Vivia en uno de los pueblos de esta provincia de Orense (1) á mediados del siglo pasado, el marqués
(1) Este hecho es histórico en todas sus partes. Vive y lleva el título del personage de que aqui se habla, su biznieto.
Al salir de Tuy se atraviesa la hermosa vega llamada del Oro, dicha asi del rio del mismo nombre que va á reunirse al Miño, y que se cruza por un largo puente de piedra. Esta vega tiene una particularidad que la hace ser única en España, y consiste en que á semejanza del Bajo Egipto, es fecundada todos los años por la inundación periódica del Miño, que deposita en ella sedimentos, que la proporcionan estraordinaria fecundidad. Para que la semejanza sea mas completa, la vega de que hablamos forma una delta ó triángulo, cuya base, que es la ribera del Miño, tiene media legua de longitud, y la altura ó sea la distancia desde el rio al vértice, un cuarto de legua. A la derecha y á la orilla del rio, están los baños termales de Caldelas, que quedan también cubiertos por la inundación periódica, y por lo que las habitaciones de los bañistas se forman de chozas ó barracas, que desaparecen con la estación de los baños. Al frente de Caldelas, y en la margen opuesta del Miño está la villa portuguesa de Monzón. Hay una pequeña aldea llamada la Franqueira, que dista de Tuy cuatro leguas, y en la que nada hay de notable mas que el antiguo priorato de monges bernardos y su iglesia, que por ser parroquia permanece abierta al público. En ella se venera una efigie de la Virgen, hecha de piedra, de antigüedad muy remota, y que estuvo antes en una ermita, hoy derruida. Se le da el título de Nuestra Señora de la Franqueira y se celebra en su honor una muy concurrida romería en la Pascua de Pentecostés. Sin detenernos en la Cañiza, aldea cabeza de un partido judicial con cuarenta y una parroquias, ni hablar del suntuoso ex-monasterio de monges bernardos de Melon, notable por su capacidad y buena arquitectura, y que pertenece ya á la provincia de Orense, pasemos á Rivadavia. La muy antigua villa de Rivadavia está situada entre los montes de Santo Domingo y Santa Marta, y á la orilla del Abia (que á corta distancia de la población se reúne al Miño), sobre el cual tiene un puente de piedra de tres arcos, que forma parte de la carretera de Vigo á Castilla. El valle en que se asienta, conocido con et nombre de Rivero de Abia, es muy fértil y delicioso, y notable mas que por otra consideración por los escelentes vinos que produce, muy semejantes á los de Andalucía, en especial el denominado tostado. Hay ademas mucho trigo, centeno, cebada, maiz, frutas delicadísimas, caza menor y pesca de anguilas, truchas, lampreas, sábalos y algunos salmones. Rivadavia es cabeza de un partido judicial y ayuntamiento, tiene cuatro parroquias y dos conventos que fueron de franciscos y dominicos, un palacio de sus condes y trescientas treinta y cuatro casas habitadas por 1.315 almas. El origen de esta población es remotísimo, y por lo mismo desconocido. Llamóse Abobriga, cuyo nombre envuelve la misma idea geográfica que el actual de Rivadavia. Plinio menciona esta ciudad en los galaicos bracarenses, y muy próxima al Minius, como efectivamente está. En otros tiempos tuvo mucha mas importancia que la que conserva hoy. El rey de Galicia don García, hijo de Fernando I de Castilla, tuvo su corte en esta villa, y su palacio estaba donde ahora el convento de Santo Domingo. Las armas de la villa son en campo azul, puente de plata sobre ondas con castillo encima, y en medio el sol y la luna. En Rivadavia nació en el siglo XVI el célebre teólogo dominico Tomás de Lemus. El rey don Fernando el Católico erigió esta villa en condado, concediendo este título á don Bernardino Sarmiento. La familia de este nombre es una de las mas ilustres y antiguas de Galicia, y lleva por armas en escudo rojo trece roeles de oro.
Pásase luego á Orense, después de recorrer algunos pueblos insignificantes, entre ellos Castrelo de Miño, en el que se ven los vestigios de un puente, y una buena iglesia dedicada á Nuestra Señora, que sirve de parroquia, y que pertenece á la orden militar de San Juan, y es por lo mismo de la jurisdicción del vicario de la encomienda de Incio y Osoño. Cuéntase alli la historia siguiente, que encierra la escelente moralidad de que Dios castiga tarde ó temprano los delitos por ocultos que sean, y valiéndose á veces de medios al parecer insignificantes.
Vivia en uno de los pueblos de esta provincia de Orense (1) á mediados del siglo pasado, el marqués
(1) Este hecho es histórico en todas sus partes. Vive y lleva el título del personage de que aqui se habla, su biznieto.
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