jueves, agosto 18, 2011

Viage ilustrado (Pág. 586)

M coronada, porque la doncella se llagaba María


«Los Montenegros aquí son fundados
Que libertaron aquella doncella,
De testimonios, y falsa querella
Que en casa del rey le son levantados»


Puente Sin Payo es una villa situada en el fondo de la ria de Vigo, desde donde se descubre el famoso lazareto de la isla de San Simon. Este pequeño puerto es renombrado por las muchas y escelentes ostras que produce, y por hallarse cerca del monte Ameo, donde se dio una reñida batalla, en que el moro Alahez fué vencido por el rey de Oviedo Alfonso el Casto, el año 821. Aun se encuentran hoy en aquel sitio hierros de lanzas, huesos y fragmentos de armas que atestiguan el combate y confirman la tradición del pais, que dice hubo alli gran mortandad de infieles. El día 7 de junio de 1809, el puente de San Payo fué teatro también de una porfiada acción entre las tropas españolas al mando del conde de Noroña y las francesas que mandaba Ney, quedando estas vencidas después de dos días de combate.
Desde San Payo se pasa á Redondela, donde existe un convento de monjas de la orden de San Lorenzo Justiniano, de cuyo instituto no hay en España mas que este y otro en Cuenca, y en seguida se entra en la muy noble, muy leal y valerosa ciudad de Vigo, que todos estos títulos mereció en la gloriosa guerra de la independencia. Es el primer puerto de Europa, físicamente hablando, pues reúne á una capacidad inmensa, un fondo escelente, seguridad de los temporales y facilidad de aportar á él con toda clase de vientos. Forma como un ángulo agudo en cuyo vértice está Redondela, y en los dos lados otra porción de puertecitos á cual mas risueños y de agradable aspecto. La boca de este gran puerto está cerrada por dos islas desiertas, denominadas islas de Bayona ó Cicias. Vigo en tiempo de los romanos se llamó Vico Spacorum. El año 132 de nuestra era, Decio Junio Bruto, gobernador de la España Citerior, con objeto de estender sus conquistas, se dirigió á la costa occidental de Galicia. Los habitantes de Vico y demás poblaciones de la ribera del mar, se apresuraron á pactar amistad y confederación con los romanos; pero rebelándose al año siguiente, fueron avasallados por el mismo Junio Bruto, y sujetos al yugo romano. Dominada y destruida Vigo por los sarracenos, fué repoblada en 750 por Alfonso I el Católico. El 20 de octubre de 1702 fué batida dentro de la bahía de Vigo por los ingleses y holandeses una flota española compuesta de galeotas cargadas de oro que venian de América, las que por no caer en poder de los enemigos, por disposición de sus comandantes, se barrenaron y echaron á pique. Aun hace pocos años se veían en el fondo del mar los mas de estos buques enteros; pero habiendo unos empresarios ingleses obtenido del gobierno permiso para registrarlos por medio de la campana de Buzo, y utilizarse de lo que pudieran encontrar, los deshicieron. Vigo es pueblo esencialmente comercial, y por lo mismo muy prosaico; en él no hay que buscar leyendas ni recuerdos caballerescos, tampoco se ven en Vigo edificios grandiosos ni establecimientos que llamen la atención del viagero. El teatro es bastante bonito, y el lazareto nuevamente construido en la isleta de San Simon, donde van muchos buques á hacer las cuarentenas. Tiene la ciudad fortificaciones modernas con el competente número de piezas, y tres castillos denominados La–lage, San Sebastian, y el Castro. Este último ocupa la cima de una montaña, y desde él se domina uno de los mas amenos paisages que pueden verse. De una parte el gran puerto, ó mejor dicho, el gulfo con sus mil buques que ostentan la bandera de todas las naciones comerciantes del mundo, y con su muchedumbre de barcos pequeños que sirven para la pesca, y de otra la fertilísima y amena campiña cubierta de viñedos, bosques de árboles frutales, quintas magnificas, aldeas y caserías. Hay en la ciudad una colegiata parroquia, cayo edificio, aunque estenso y de muy moderna construcción, es de escaso mérito artístico, un convento de monjas, otro que fué de religiosos, y varias ermitas. Es cabeza de un juzgado que comprende cuarenta y dos feligresías, y el número de habitantes no pasará de 4,200.
Nigran es una graciosa aldea que ocupa casi el centro del hermoso valle de Miñor, y de aqui á Bayona, que dista tres leguas de Vigo. Es población muy antigua, y su origen se atribuye por algunos nada menos que á los griegos venidos á este pais después de la destrucción de Troya. Alli se ve la colegiata de Santa María, edificio digno de consideración que sirvió de iglesia á los templarios, los conventos de monjas de la Misericordia y Santa Librada, y el Monte-real, o sea el castillo situado en una eminencia que domina el mar, la villa y el valle. En Bayona están las islas Bayonas, de Vigo ó Cies que todos estos nombres tienen. Son dos estas islas, la del Norte, denominada Latia ó Cisaron tiene dos millas y media de longitud, y la del Sur, llamada Faro, una y media. Están situadas á la boca de la ria de Vigo, de cuya ciudad distan nueve millas. Estas islas son famosas desde los antiguos tiempos, pues los fenicios y cartagineses aportaban á ellas en busca de estaño, de que eran muy abundantes, por lo que fueron llamadas Cassiterides (1), como las nombran Plinio, Estrabron y Tolomeo. Después se llamaron Cicæ ó Cicas, nombre derivado de Cicar ó Kicar, que en lengua fenicia significa metal. Estaban habitadas en otro tiempo, pero las correrías de los piratas berberiscos é ingleses ocasionaron su despoblación en el siglo XVII. Estos últimos incendiaron un antiguo monasterio que alli habia. Desde entonces no tienen mas habitadores que una multitud de conejos. Santa María de Oya es un magnífico monasterio de monges cistercienses, que alza su robusta fábrica á las orillas del mar. Es de bella arquitectura y muy capaz. Fué edificado en el siglo XII por el emperador don Alfonso VII, y enriquecido con cuantiosas donaciones por este monarca, y su madre la reina doña Urraca. Afortunadamente la suntuosa iglesia permanece abierta al culto, pues sirve de única parroquia, y en ella existe la muy veneranda imagen de Nuestra Señora del Mar, que según las piadosas tradiciones de los sencillos labradores del pais, se apareció en 1581 sobre un lebrel, en el sitio denominado la Orillada, en la ribera del mar. Daba á este monasterio un aspecto muy romántico y feudal una plaza de armas que tenia á su frente, defendida con nieve cañones, de la que era gobernador el abad. Hoy está del todo abandonada.
Desde aqui se va á la Guardia, último pueblo de Galicia por esta parte, y á la que llaman vulgarmente

(1) Criadoras de estaño; pues Cassiteros significa en griego el estaño.

No hay comentarios: