Covadonga
su recinto. Llamábase entonces este sepulcro Cuerpo Santo, aunque ya estaba vacío. El lucillo de la reina permanecía en aquella época en las afueras, «vacío y sin cubierta» como dice Carballo. A pocos pasos de la iglesia de Santa Eulalia ven un sitio llamado el Cueto, había una modesta casa de campo, solar y pertenencia de la familia del mismo nombre, de la que se descubren aun los cimientos y escombros en un pequeño campo rodeado de árboles. En ella solia residir don Pelayo, y alli le sorprendió.la última enfermedad en 737, siendo sepultado en la inmediata iglesia de Santa Eulalia, como nos refieren todas nuestras historias antiguas y modernas. Antes que Pelayo, había sido sepultada en la misma, su esposa doña Gaudiosa. De esta reina ignoraríamos el nombre y la existencia, á no revelarnos uno y otro el cronicón de Alfonso el Magno. Su nombre lo interpretan algunos por Agradable á Dios.
La iglesia de Abamia sirvió de refugio á varios monges de San Benito que á ella so acogieron en la época de la irrupción agarena, y que fundaron allí un monasterio en 737. En 802 se lee de nuevo el nombre del monasterio de Abelaniæ en la crónica de Albelda, pues en él fué encerrado por algunos meses el rey don Alfonso el Casto, cuando en el año onceno de su reinado se vio despojado de la corona por los magnates de Asturias, rebelados contra él por sus alianzas y tratados con Carlo–Magno.
Desde Abamia se baja á Corao, bonito lugar que dista un octavo de legua. Se compone de veinte y seis casas y dos ermitas, y está atravesado por el camino real que conduce desde Oviedo á Santander La situación de esta aldea es muy amena, pues cruzan su término los rios Gueña y Chico, cuyas orillas están cubiertas de castaños, abedules y álamos. Hay dos ferias muy concurridas en los meses de mayo y setiembre, bastante comercio en ganados, paños y utensilios de labranza, y 130 habitantes. Lo que especialmente la atención, son varias lapidas con inscripciones sepulcrales esparcidas por la población, conocidamente romanas, las que según creencia del pais tuvieron por objeto perpetuar la memoria de los guerreros célebres, muertos en una reñida batalla que en tiempo de la guerra de Augusto se dio en este territorio. Desde Corao se pasa á los famosos picos de Europa (1), que dividen a Asturias de la provincia de Santander, y se goza alli de las grandiosas vistas que se alcanzan desde sus elevadísimas y siempre nevadas cimas.
Después de pasar por los concejos de Cangas de Tineo, Teverga, Proaza y Grado, nos encaminaremos á Oviedo. Hablaremos de 1a fabrica de Trubia, donde se construyen bayonetas, cañones de fusil y aun de artillería, balas y toda clase de utensilios de hierro colado ó á martillo. Esta fábrica estuvo siempre al cuidado del cuerpo de artillería, y hoy la dirige el coronel de la misma arma señor Elorza á cuyo celo se debe la mayor parte de las mejoras que se han realizado en estos últimos años.
La ciudad de Oviedo, que alguos quieren sea la antigua Lancia, ciudad de los asturos, y la cual debe reducirse á Mansilla, fué edificada en el reinado de Fruela I, el año de Cristo de 762, con esta ocasión: dos varones religiosísimos Fromestano, abad, y su sobrino Máximo, presbítero, pidieron al rey licencia para edificar una basílica al levita y mártir de Cristo San Vicente. Fruela se la concedió por un privilegio por el cual les autoriza para poder allanar, desmontar y poblar el lugar que llaman Oveto. Era este un cerro cubierto de maleza seca del lugar donde se ejecutaba á los malhechores, como á dos leguas de la selva sagrada que los romanos llamaron Lucus Asturum, y en el que se construyó desde luego la basílica á la que se agregó un monasterio de monges benedictinos. Muchos cristianos se reunieron y desmontaron el cerro en que estaba la nueva iglesia, y fueron construyendo casas alrededor, atraídos no solo por la devoción, sino por la feraz y rica campiña inmediata. El rey Fruela al volver de una espedicion contra los gallegos, que se habían rebelado, pasó casualmente población, y prendado de la belleza del
(1) Llámanse vulgarmente los picos de Cornio, y forman una elevadísima cordillera en el partido judicial de Potes, que atraviesa los valles de Cillorigo y Valdevaro. Se toma el camiico desde Corao á Onis. etc.