viernes, mayo 02, 2008

Viage ilustrado (Pág. 229)

rís, el romance recobró su supremacía. Esta última lengua es la que con sucesivas modificaciones ha llegado á ser el francés; el monumento mas antiguo que de ella se conoce, es el testo del tratado de alianza jurado en 842 por Luis el Germánico, hijo de Luis el Bueno, y por su hermano Carlos el Calvo. Algunos autores dicen que el siglo IX, la lengua francesa era una mezcla grosera de latin y de celta. Sin embargo, en el momento curioso de que hablamos, al lado del latin, que forma la base de la lengua, no se conoce otra influencia que la del tudesco, y esta influencia solo se nota en la forma de las palabras, y las alteraciones de la pronunciación fueron al parecer las que mas parte tuvieron en las de la ortografía. En el cuerpo de las palabras, se advierte ya la permutación de las consonantes, resultado de la adopción de la lengua por una raza cuyos órganos no estaban dispuestos para estas articulaciones; al mismo tiempo se ven desaparecer las finales latinas; de aqui, la ausencia de las inflexiones de los casos, á las cuales van á sustituirse las partículas aisladas. El testo de ese juramento parece ser una muestra exacta del lenguaje que hablaban los subditos de Carlos el Calvo. En el siglo X, el francés escrito se aparta mas del latin, y se ve aparecer una palabra importante y característica, el artículo definido. Con la forma entonces adquirida, la lengua vulgar comienza á ser en Neustria el objeto de cierta cultura.
La época de las primeras cruzadas se considera en la historia del francés como el principio de un segundo periodo que se estiende hasta la supresión del feudalismo, y durante el cual marcha la Francia hacia la unidad del lenguaje y hacia la unidad territorial. La cruzada se predicó necesariamente en lengua vulgar. «Diex el volt» (Dios lo quiere) era el grito con que el pueblo respondía entusiasmado á los discursos de los que lo llamaban á la guerra santa. Las diferentes fracciones de la población que se encontratraron mezcladas unas con otras en las cruzadas, propendieron á confundir sus idiomas en uno. La lengua se iba apartando del latin, adquiría una fisonomía propia, y los escritores nacionales comenzaban á introducir mas regularidad en el estilo. Puede verse, sin embargo, cuan débil era todavía la mejora, leyendo las leyes de los normandos y los sermones de San Bernardo, obras de aquella época.
Tampoco fué tan completa la fusión de los dialectos que no existiese aun en el siglo XII una línea de demarcación muy perceptible entre los del Mediodía y los del Norte. Estaban agrupados bajo dos denominaciones generales, los primeros con el nombre de lengua de oc y los segundos con el de lengua de oil. Estos nombres se tomaron de la palabra con que se espresaba la afirmación. El Loira separaba el dominio de ambos dialectos, ó si se quiere, de ambas lenguas. La proporción diferente en que ciertos elementos estrangeros habian entrado en la población, esplica con algunas otras circunstancias, la formación casi simultánea de la lengua de oc y de la de oil. El Sur había sido invadido especialmente por los borgoñones y visigodos, y el Norte por los francos y normandos. En esta última parle, no pudieron las lenguas galo―romanas conservar su influencia, sino entre límites muy reducidos, á causa de la invasión germánica, al paso que el tudesco ejercía la suya con tanta mas ventaja cuanto que se hablaban ya allí lenguas análogas; pero en el Mediodía, la inmediación de la España y de la Italia, países completamente penetrados por el elemento latino, debía producir un efecto enteramente contrario. El uso del derecho romano, por tanto tiempo conservado en las provincias meridionales, manifiesta, por lo demás, cuan profundamente se habian arraigado allí las costumbres de los conquistadores que habian precedido á los bárbaros. Mas adelante, las relaciones que establecieron los acontecimientos políticos y los enlaces de príncipes entre Aragón y Cataluña por una parte y la Provenza por otra, contribuyeron á lijar el carácter especial de la lengua de oc que se estendió bajo una forma notablemente regular, desde los Pirineos hasta el Durance. Las córtes, guerreras y la vez y galantes, de los reyes árabes y de los condes de Tolosa, dieron mucho realce á ese dialecto, cultivado entonces por todos los literatos. La lengua de los trovadores comenzó á pulirse en Provcnza desde el siglo IX en la corte de Boson I. Distinguíase esa lengua del romano rústico en muchos puntos y en su índole general.
El resultado de la guerra á que dio lugar el cisma de los albigenses, dio á la lengua de oc un golpe del cual ya no debia recobrarse. Un concilio del siglo XIII la proscribía «como sospechosa de heregía» al mismo tiempo que los estados de los príncipes que mas parte habian tenido en la rebelión religiosa entraban en los dominios de los reyes de Francia. El Mediodía, sin capital y sin gefe, no pudo sostener desde entonces la concurrencia del Norte, y la influencia del dialecto picardo, que según Rivarol, puede mirarse como el tipo del dialecto septentrional, se acrecentó con la autoridad de la corona.
La lengua de oil, designada algunas veces con el nombre de romance walon, fué muy anterior á su rival, pero estaba sin cultivar. Predominaba en Normandía desde el siglo X, y su formación fué en gran parte debida á los poetas normandos y picardos, asi como á los de Flandes, Artois y Champaña.
La amalgamación de ambos dialectos, después de efectuada la reunión política del Norte y del Mediodía de la antigua Galia bajo la autoridad de los reyes franceses, no fué tan rápida, que en tiempo del rey Juan no motivase la diferencia de la lengua la reunión de dos asambleas distintas de estados generales, una para los de la lengua de oil y otra para los de la lengua de oc.
El nuevo imperio latino, fundado en Constantinopla en favor de un príncipe francés, después de tomada esta ciudad por los cruzados en el siglo XII, contribuyó, por las relaciones que estableció entre los griegos y nuestros antepasados, á perfeccionar y enriquecer la lengua de estos últimos. Estas relaciones introdujeron en el francés un nuevo contingente de radicales griegas que se agregó al de la nomenclatura de los términos de la filosofía de Aristóteles que se estaban importando á consecuencia de las disputas de la escuela escolástica.
La primera de las tres grandes épocas, que según Wey, debe contarse en la historia del francés propiamente dicho, comprende los reinados de Felipe Augusto y de San Luis. Entonces la lengua se despojó de la barbarie de los siglos anteriores, y el lenguaje de oil perdió su fisonomía particular para convertirse en francés. El feudalismo, que fraccionando el territorio, había favorecido con el aislamiento la persistencia de los dialectos locales y se había opuesto al establecimiento de una lengua única, se iba debili―

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